En un área desértica aterriza una nave espacial. El ser que mora en su interior tiene la capacidad de proyectarse mentalmente en el interior de los animales del lugar, y con ellos va atacando a las personas que habitan en la zona.
Dirección: David Kramarsky [solo en los créditos], Roger Corman [sin acreditar, algunas escenas], Lou Place [sin acreditar]. Producción: San Mateo Productions, Palo Alto Productions para American Releasing Corporation. Productor: David Kramarsky. Productores delegados: Samuel Z. Arkoff, Roger Corman, James H. Nicholson [sin acreditar]. Productor asociado: Charles Hannawalt. Guion: Tom Filer. Fotografía: Everett Baker, [Floyd Crosby, sin acreditar]. Música: John Bickford [solo en los créditos]. Montaje: Jack Killifer. Dirección artística: Al Ruddy. FX: Paul Blaisdell (efectos especiales, creación del monstruo). Intérpretes: Paul Birch (Allan Kelley), Lorna Thayer (Carol Kelley), Dona Cole (Sandra Kelley), Dick Sargent [acreditado como Richard Sargeant] (sheriff Larry Brewster), Leonard Tarver (Él / Carl), Bruce Whitmore (la bestia [voz]), Chester Conklin (Ben Webber), London (Duke, el perro)… Nacionalidad y año: Estados Unidos 1955. Duración y datos técnicos: 76 min. – B/N – 1.37:1 (formato del negativo) / 1.85:1 (formato de proyección) – 35 mm.
La creación de esta película está envuelta en la confusión. Todo parece indicar que la producción comenzó con el título de rodaje de The Unseen, con un equipo formado por gente no perteneciente al sindicato de profesionales del medio, y con Lou Place como director, un encargado de producción que, finalmente, solo tuvo como realizador un crédito fílmico, la cinta de gánsteres y música Daddy-O (1958). Tras solo un día de rodaje, el sindicato amenazó con cancelar el proyecto, a menos que todos se inscribieran en el gremio. Roger Corman, productor delegado del film, se hizo cargo de la dirección, y reemplazó al director de fotografía no sindicado, Everett Baker, por el mítico Floyd Crosby. David Kramarsky, productor del film, aparecería acreditado como realizador sin haberlo sido realmente, la cual es su única labor en ese sentido. Otra teoría apunta a que Corman asignó tareas de dirección a Kramarsky, que fue su director asociado en Cinco pistolas (Five Guns West, 1955), el debut como realizador de Corman.
En cuanto al título definitivo, fue inventado por James H. Nicholson, que junto a este y un póster espectacular lo vendió a los distribuidores. Una vez acabada, estos se sintieron decepcionados con el resultado, que nada tenía que ver con la publicidad. Se dice que Joseph E. Levine, uno de los exhibidores, ofreció a Nicholson cien mil dólares para desechar el film y rodar otro de acuerdo con lo que los anuncios comunicaban, pero no se llegó a hacer. Lo que sí se hizo en el último momento fue agregar al monstruo, pese a que su ausencia era lo que atraía a Corman del proyecto, más que nada por motivos presupuestarios. Para ello se le adjudicó la tarea a Paul Blaisdell, quien con este trabajo debutó en tal especialidad. Con una financiación de doscientos dólares construyó la nave espacial de casi un metro de alto, así como a la criatura, de casi medio metro. Al respecto, el técnico declararía:
Desafortunadamente, todas sus escenas fueron filmadas en unos diez minutos, y con los ángulos de cámara incorrectos además. Pero esta es una de esas cosas que suceden en una película de bajo presupuesto.[1]
El guion fue creado por Tom Filler, quien tiene a su cargo solo otro crédito como argumentista más, la curiosa The Space Children [dvd: Hijos del espacio, 1958] de Jack Arnold. Algunas fuentes aseguran que, para ello, se inspiró en La mente asesina de Andrómeda / El ser mente (The Mind Thing), de Fredric Brown, sin tener presente que esta obra apareció publicada en 1961. Es, por tanto, un curioso precedente de esta interesante novela, pero también de la película Los pájaros (The Birds, 1963), de Alfred Hitchcock, con la cual coincide en diversos detalles, no solo el más obvio del ataque de las aves.
En realidad, el film ofrece puntos de interés, como es esa tortuosa relación familiar que existe cuando la trama arranca. Tenemos al matrimonio maduro formado por Allan y Carol Kelley, acompañados de su hija veinteañera Sandra y del perro pastor alemán Duke. Viven en un rancho en medio del desierto, y los negocios van bastante mal desde hace unos años ―no queda claro a qué se dedica Allan profesionalmente: a veces sale con el coche y vuelve, sin decirse nada concreto―. Allan está frustrado, pero Carol lo está todavía más, a tal punto que se muestra irritada de forma constante y lo paga con los demás. Para rematar la faena, no quiere que su hija abandone el hogar para ir a la universidad, pues eso le arrebataría lo único a lo que se aferra en ese lugar inhóspito, pero sus motivaciones son malinterpretadas. En ese ambiente tenso aparece la nave espacial y su viajero comienza a influir en animales y humanos. En los animales, haciendo que estos ataquen a las personas. En los seres racionales la reacción es más compleja, pues al principio perciben una extraña opresión, que se apacigua cuando todos están juntos.
Con la familia vive un misterioso individuo, mudo y algo retrasado, al que llaman Él, simplemente. Al tener las capacidades mentales mermadas, resulta más accesible al ser mente. Podría haber dado mucho juego el personaje, pero es aprovechado de un modo convencional, vigilando a la chica mientras se baña y siendo utilizado por todos (humanos y extrahumanos) de un modo mezquino. La escena en la cual Él entra en la casa para comer y es despedido de manera cruel por Carol resulta dramática.
El problema es que el material semeja interesante sobre el papel, pero a la hora de plasmarlo en imágenes todo se desmorona. Hay un constante desequilibrio entre todo ese fondo referido, que queda demasiado superficial, pero que por otro lado aparece excesivo para un film de serie B, que precisa tener un planteamiento más cercano y efectivo, y precisamente ese enfoque de género. Las escenas con los animales están muy mal resueltas, y la sensación de peligro apenas logra materializarse por lo mal rodadas que se hallan estas. Hay mucho comentario sobre cosas que han sucedido y no se ven, y cuando algo se ve hay que imaginarse más bien los ataques de los animales. Ni siquiera el perro adiestrado está bien aprovechado, y parece que está paseando en lugar de acechando a los personajes; los pájaros que atacan son un puñado de aves enjauladas y liberadas de repente; la vaca que embiste es rodada con la cámara pasando a su lado; y las gallinas son lanzadas al aire y filmadas en planos cortos.
Sea quien fuere el verdadero director de la película, todo se queda en exceso corto, tanto por su lado lúdico como por su perfil más o menos intelectivo. Se deja ver con curiosidad, pero de forma constante se perciben elementos que lastran el conjunto. Esta es una de esas películas de las que podría hacerse un remake; con una idea atractiva y un desarrollo más inspirado podría dar lugar a un buen film.
Anécdotas
- Título de rodaje: The Unseen.
- Título en Argentina: La bestia de 1,000,000 de ojos. Título en México: El monstruo del millón de ojos. Título en Venezuela: La bestia de un millón de ojos.
- Rodada con un presupuesto estimado de 23.000 dólares.
- Filmada en las localidades de Indio, Coachella Valley y Palm Springs, en California.
- Como ayudante en los efectos especiales, y sin acreditar, tenemos a Forrest J Ackerman.
- El entrenador y propietario del perro fue Charles P. Eisenmann, quien desde los cuarenta tuvo una cuadrilla de perros adiestrados, todos llamados London, hasta su muerte, y que participaron en diversas películas y series.
- La música en realidad es una colección de piezas en dominio público obra de Richard Wagner, Dimitri Shostakovich, Giuseppe Verdi, Sergei Prokofiev y otros.
- Estrenada en Estados Unidos el 15 de junio de 1955, a nivel global, y el 30 de noviembre en Los Ángeles. En España se emitió originalmente por TVE como La bestia de los mil ojos en 1997, y luego se ha editado en DVD como La bestia de un millón de ojos y emitido de nuevo por televisión con ese título.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: **
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] Palmer, Randy: «Stateside Shocker». En Halls of Horror nº 29; pág. 27.