Diversas «catástrofes» (inundaciones, matanzas…) se suceden en el mundo; en el lugar, siempre aparece un misterioso individuo, que arroja en el suelo un misterioso manuscrito rompiendo un sello que lo mantiene cerrado. En la vida del matrimonio Quinn, con ella a punto de dar a luz, aparecerá el individuo buscando alquilar una habitación que ofrecen…

Dirección: Carl Schultz. Producción: Interscope Communications, ML Delphi Premier Prod., TriStar Pictures. Productores: Robert W. Cort, Ted Field. Co-productora: Kathleen Hallberg. Productor delegado: Paul R. Gurian. Guion: Clifford Green [acreditado como George Kaplan], Ellen Green [acreditada como W. W. Wicket] [y Sandy Kroopf sin acreditar]. Fotografía: Juan Ruiz Anchía. Música: Jack Nitzsche. Montaje: Caroline Biggerstaff. Diseño de producción: Stephen Marsh. FX: Greg Nelson, Kevin Yagher, Chris Yagher (maquillajes), Phil Cory (coordinador de efectos especiales), Eric Brevig, Michael L. Fink (supervisors de efectos visuales), Dream Quest Images (efectos visuales). Intérpretes: Demi Moore (Abby Quinn), Michael Biehn (Russell Quinn), Jürgen Prochnow (David Bannon), Peter Friedman (padre Lucci), Manny Jacobs (Avi), John Taylor (Jimmy Szaragosa), Lee Garlington (Dra. Margaret Innes), Leonardo Cimino (cardinal), Akosua Busia (Penny Washburn), Harry Basil (vendedor de Kids Korner), Arnold Johnson (entrenador), John Walcutt (noviciado), Michael Laskin (coronel israelí), Hugo Stanger (sacerdote anciano), John Heard (reverendo), Patricia Allison, Ian Buchanan, Glynn Edwards, Robin Groth, Dick Spangler, Darwyn Carson, Harry Bartron, Dale Butcher, Dorothy Sinclair, Larry Eisenberg, Lisa Hestrin, Christiane Carman, Irene Fernicola, Karen Shaver, Kathryn Miller, Cornelia Whitcomb, Yukiko Ogawa… Nacionalidad y año: Estados Unidos 1988. Duración y datos técnicos: 97 min. – Technicolor – 2.39:1 – Panavision – 35 mm.

 

La séptima profecía es una de esas extrañas películas de terror que ocasionalmente surgen sin que muchos de sus principales responsables sean especialistas consumados en el género. El director es un habitual televisivo que, tras este filme, lo más significativo que ha hecho son varios episodios de la serie El joven Indiana Jones; el guionista Clifford Green (acreditado como George Kaplan, es decir, el personaje inexistente de Con la muerte en los talones), por el contrario, sí es un habitual: Baby, el secreto de la leyenda perdida, S.O.S. Equipo azul, Tres deseos, La bendición…, ninguna de ellas especialmente lucida, y que viene acompañado de su esposa, Ellen Green, esta amparada bajo el seudónimo de W. W. Wicket; el guionista a la «sombra», Sandy Kroopf, es el responsable de la prestigiosa Birdy, pero después se ha establecido en televisión (con la no menos prestigiosa Urgencias, por ejemplo). Finalmente, el protagonismo recae en una pre-estrella Demi Moore, quien poco contacto ha tenido con el género, en verdad[1].

 

No cabe duda de que La séptima profecía (The Seventh Sign, 1988) fue un proyecto por parte de gente del negocio para efectuar una película más en la estela del éxito comercial de La profecía (The Omen, 1976): la estructura del guion sigue la del filme de Richard Donner[2], si bien bastantes detalles argumentales están tomados de La semilla del diablo (Rosemary’s Baby, 1968), de Roman Polanski, como ese embarazo que parece tener fines muy concretos.

Lo que más sorprende ante una producción de este tipo es encontrarse con un director tan gris al frente del proyecto. Uno se imagina una reunión de ejecutivos, comentando: «Para dirigir, ¿qué os parece si contratamos a Carl Schultz?», recibiendo por respuesta: «Sí, sí. ¡Qué estupenda idea!». Es sorprendente cómo ciertos directores desangelados que nunca han efectuado una película no ya magistral, sino medianamente buena, sigan recibiendo la confianza de productores y ejecutivos de estudio.

Y el caso es que la película ofrece apuntes que, bien aprovechados, podría haber deparado una película de lo más sustanciosa, muy al nivel de la referida La profecía. Apuntes de guion, a los cuales el realizador es incapaz de sacar todo el provecho que ofrecen, exhibiendo un trabajo más de ilustración que de creación, semejando el producto una austera adaptación del best-seller de turno —aunque esté basada en un guion original[3]—.

En todo caso, el formato panorámico y la excelente fotografía del español Juan Ruiz Anchía brindan al filme un lustre aparente del cual el realizador, una vez más, es incapaz de extraer beneficio. Particularmente, ese ambiente pre-apocalíptico, con esa perenne lluvia que está presente a lo largo de gran parte del metraje, y que contagia al resto de la cinta, llenándola de elementos acuáticos en más de un sentido y, de ese modo, remite a la obra maestra La última ola (The Last Wave, 1977), de Peter Weir.

El resultado, en todo caso, no es un bodrio. Es una película discretita, que incluso se sigue con moderado interés, pero que deja patentes las limitaciones de sus responsables, y que deja el resultado, finalmente, en aguas de borrajas, en lugar de ofrecer una buena película de terror, que es lo que uno esperaría, como mínimo.

 

Anecdotario

  • Título de rodaje: The Boarder.
  • En los países hispanoamericanos adoptó igual nombre que en España.
  • En 1988 Jürgen Prochnow fue galardonado en los premios Bambi como mejor actor.
  • El rodaje aconteció entre el 6 de abril de 1987 y el 30 de junio de 1987.

  • Se suele decir que el embarazo que exhibe Demi Moore no era trucaje, y que cuando el filme se rodó estaba realmente en estado, pero es un error.
  • Ellen DeGeneres debutó en el cine con esta película en un pequeño cometido, pero su escena fue cortada en el montaje definitivo.
  • Estrenada en Estados Unidos el 1 de abril de 1988 y en España el jueves 8 de septiembre de 1988, en Madrid, en los cines Paz, Real Cinema y Carlton.

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: **

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

[1] Anterior a la que comentamos, Moore protagonizó la serie Z Parasite (Parasite, 1982), de Charles Band, rodada en tres dimensiones. Tras la que comentamos ha tocado más de una vez el mismo, pero, por lo general, en películas amables en las cuales lo fantástico es algo secundario: Ghost, El gran lío, Una bruja en New York… Con un tono más denso tenemos En la tiniebla (Half Light, Craig Rosenberg, 2006).

[2] Así como el propio título con el que se estrenó en nuestro país.

[3] Obsérvese en la ficha técnica la parcela correspondiente al guion y se comprobará que en ese ámbito también hubo problemas; uno sospecha que los Green escribieron un guion del que debieron quedar medianamente satisfechos, pero los productores lo harían retocar a Sandy Kroopf, que no fue acreditado; sin embargo, los Green, molestos con los cambios, harían cambiar sus nombres.