En una pequeña localidad californiana, limítrofe a una zona desértica y donde hay una universidad, los perros domésticos comienzan a comportarse de forma extraña. Se reúnen en manada y atacan al ganado. Todo empeora cuando comienzan a matar a seres humanos. Un profesor de biología, Harlan Thompson, se implica en una investigación.

Dirección: Burt Brinckerhoff. Producción: Marvista Productions, Bruce Cohn Productions, La Quinta Film Partnership. Productores: Allan F. Bodoh, Bruce Cohn. Productor delegado: Michael Leone. Productores asociados: Mitchell Cannold, Joel Taylor. Guion: O’Brian Tomalin. Fotografía: Robert Steadman. Música: Alan Oldfield. Montaje: John Wright. FX: Alan Friedman (maquillaje). Intérpretes: David McCallum (Harlan Thompson), Sandra McCabe (Caroline Donoghue), George Wyner (Michael Fitzgerald), Eric Server (Jimmy Goodman), Linda Gray (Miss Engle), Dean Santoro (Aintry), Holly Harris (Mrs. Koppelman), Sterling Swanson (Dr. Martin Koppelman), Barry Greenberg (Howard Kaplan), Michael Davis (Nichols), Russ Grieve (Homer), Cathy Austin (Annie Watson), Paul Paolasso, Elizabeth Kerr, Lance Hool, Debbie Davis, Jimmy Stathis, R. A. Rondell, Larry Gene Darnell, Freddie Hice, Richard Allen Hill, Wynn Rowell, Rick Wilde… Nacionalidad y año: Estados Unidos 1977. Duración y datos técnicos: 90 min. – color – 1.85:1 – 35 mm.

 

Dogs [vd/tv: Perros asesinos, 1977] es una película de terror de aire muy televisivo. Ello se explica porque su responsable es Burt Brinckerhoff, habitual realizador de ese medio. Empezó siendo actor y director de teatro, y en ese ámbito ganó un Tony con su interpretación en la obra Cactus Flower (1965-1968)[1], de Abe Burrows. Pero llevaba trabajando en televisión desde 1954 como actor, y como director comenzó a inicios de los setenta, donde realizó telefilmes y episodios de numerosas series.

En el primer ámbito aportó títulos como La invasión de Carol Enders (The Invasion of Carol Enders, 1974) o Frankenstein (1986), con Chris Sarandon como la criatura, y en el segundo fue especialmente activo en series como la estupenda Lou Grant (Lou Grant, 1977-1982), ALF (ALF, 1986-1990) y, sobre todo, Siete en el paraíso (7th Heaven, 1996-2007), su despedida profesional, en 2002. Y estuvo nominado cuatro veces al Emmy, tres por Lou Grant y otra por un episodio de la serie The ABC Afternoon Playbreak (1972-1975). Para cine hizo el thriller El oro de Acapulco (Acapulco Gold, 1976) y la presente, nada más.

La película arranca de un modo muy plácido. Demasiado, de hecho. Tenemos una primera secuencia de un plano subjetivo de un perro, que se pasea por el patio de su casa, donde se está celebrando una fiesta, y luego llega junta a su ama, que lo acaricia y lo echa de ahí. Sale de la casa, corriendo, y ahí acaba la cámara subjetiva y comienzan los créditos, con otros canes sumándosele y perdiéndose todos por el desierto.

La fiesta prosigue y así conocemos al protagonista, el profesor de biología Harlan Thompson, interpretado por David McCallum, quien luce un aspecto muy jipi, con melenita media y barba. Trabaja desde hace poco en la universidad de la localidad, y aún no se ha adaptado, acaso por su aire prepotente y engreído, donde se siente superior a todos los demás. En los terrenos del pueblo se ha puesto en marcha un colisionador de partículas, y durante gran parte de la película se insistirá machaconamente sobre él, acaso para sugerirnos que el comportamiento de los perros está causado por el aparato. También una posterior charla de otro profesor, Michael Fitzgerald (George Wyner) sobre feromonas da alguna otra pista al respecto.

 

Por supuesto, con el título que luce el filme y su arranque no puede andarse con divagaciones acerca de lo que origina los ataques al ganado, y por los cuales se interesa Harlan. En un momento determinado, cuando ve un perro doméstico en una de sus visitas, las sospechas comienzan a rondar su mente, lo cual se confirmará poco después.

Perros asesinos diríase que es una mezcla entre Tiburón (Jaws, Steven Spielberg, 1975), por el elemento del estamento municipal que se toma el peligro a la ligera, y los paletos que salen de caza de forma irreflexiva, y de Los pájaros (The Birds, Alfred Hitchcock, 1963), por el repentino comportamiento agresivo de animales domésticos y lo incompresible de su ataque, que va aumentando de forma progresiva.

El filme se centra en exceso en la vida universitaria, las relaciones entre profesores y el entorno que se desarrolla al respecto. Luego, cuando los perros comienzan a atacar de forma masiva, esa subtrama se acaba, y no terminamos de conocer cómo avanzan determinadas psicologías en personajes concretos, acaso porque todo no era sino material de relleno para alcanzar el metraje preciso. En todo caso esa «psicología» son cuatro brochazos superficiales, donde parece que lo que se busca es que los personajes hablen, para cubrir el referido minutaje. Además, la escena cumbre de la película acontece sin el protagonista interviniendo, y luego otro personaje importante aparece muerto, sin que su destino haya merecido más interés.

Las primeras escenas de ataques de los animales son bastante frustrantes, dado lo torpe de su planificación. Luego, desde distintas partes, comienzan a oírse aullidos de perros que inquietan a todos, salvo al espectador, dado que son grabaciones de archivo que se repiten una y otra vez, distorsionadas para conferirles eco, por lo cual no se identifican como sonidos amenazadores de animales, sino que parecen algo de origen artificial, inclusive una sirena de fábrica.

Después, hay un ataque masivo a los universitarios y, por fin, la cosa se anima un poco. Como se ha dicho, el director utiliza modales muy televisivos, y todo aparenta muy superficial, y muy blando, salvo unos pocos planos de víctimas totalmente ensangrentadas, que crean un efecto llamativo. Poco, en todo caso, para una película que se queda corta en todos sus elementos. Su final abierto semeja simplemente un golpe de efecto típico en ese tipo de cine, y no una insinuación de continuación   que, por supuesto, no se llevó a cabo.

 

Anecdotario

  • Título alternativo: Slaughter.
  • Título en Argentina y Perú: La rebelión de los perros. Títulos en México: La rebelión de los perros / La noche de los perros.
  • En 1978 la Academy of Science Fiction, Fantasy & Horror Films la nominó a un premio Saturn en la categoría de mejor película de terror; ganó La muchacha del sendero (The Little Girl Who Lives Down the Lane, Nicolas Gessner, 1976).
  • El rodaje se produjo en San Diego, California, Estados Unidos.
  • Como ayudante de dirección tenemos a Flora M. Gordon, esposa de Bert I. Gordon y habitual colaboradora suya en sus películas de monstruos.
  • En un papel secundario pero notable está la actriz Linda Gray, que alcanzaría la fama internacional dos años después con el personaje de Sue Ellen Ewing en la mítica serie Dallas.

  • Los perros contaminados de la saga Resident Evil están inspirados en los perros de esta película.
  • Los entrenadores de los perros son Fred Dean, Cindy James y Carl Spitz.
  • Estrenada en Estados Unidos el 23 de febrero de 1977. En España fue editada en vídeo por I.V.E. (Intervideo Española) en 1984.

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: *½

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

 

[1] Existe una adaptación al cine, Flor de cactus (Cactus Flower, Gene Saks, 1969), protagonizada por Walter Matthau, Ingrid Bergman y Goldie Hawn.