Ki-taek es el patriarca de una familia pobre que malvive en un semisótano en Seúl, que va subsistiendo a base de trabajos muy precarios. Un día su hijo mayor es recomendado para dar clases particulares a la hija de una familia acaudalada. Utilizando su astucia, el joven irá ganándose la confianza de la señora de la casa e irá introduciendo, poco a poco, al resto de sus familiares al frente de distintos trabajos que hay que desempeñar en la casa. El plan parece ir como la seda hasta que ocurre algo inesperado.

Dirección: Bong Joon Ho. Producción: Barunson E&A, CJ E&M Film Financing & Investment Entertainment & Comics, CJ Entertainment, TMS Comics, TMS Entertainment. Productores: Young-Hwan Jang, Bong Joon Ho, Sin-ae Kwak, Yang-kwon Moon. Co-productor: Joo-Hyun Lee. Productores ejecutivos: Ok Kyung Bang, Miky Lee, Myeong-chan Park. Co-productor ejecutivo: Min Heoi Heo. Guion: Han Jin Won, Bong Joon Ho. Fotografía: Kyung-pyo Hong. Música: Jaeil Jung. Montaje: Jinmo Yang. Diseño de producción: Ha-jun Lee. FX: Hyo-kyun Hwang (diseño de efectos de maquillaje). Intérpretes: Kang-ho Song (Kim Ki-taek), Yeo-jeong Jo (Park Yeon-kyo), So-dam Park (Kim Ki-jung), Woo-sik Choi (Kim Ki-woo), Sun-kyun Lee (Park Dong-ik), Ji-so Jung (Park Da-hye, como Jung Ziso), Seo-joon Park (Min Jeong-eun Lee), Jeong-eun Lee (Moon-gwang), Andreas Fronk (Padre alemán), Myeong-hoon Park (Geun-se), Hye-jin Jang (Kim Chung-sook, comos Hyae Jin Chang), Hyun-jun Jung (Park Da-song). Nacionalidad y año: Corea del Sur, 2019. Duración y datos técnicos: 132 min. – color – 2.39:1 – D-Cinema.

 

parasitos

Desde sus comienzos, el cineasta surcoreano Bong Joon Ho siempre ha mantenido una buena dosis de crítica social en sus películas que, junto a un humor negro, a veces demasiado negro, y a cierto regusto por el patetismo en algunos de sus personajes, conforman algunas de las constantes que marcan la mayoría de sus realizaciones; unas realizaciones de géneros tan dispares que van desde la comedia con Perro ladrador, poco mordedor (Barking Dogs Never Bite, 2000), el thriller —en las excelentes Crónica de un asesino en serie (Memories of Murder, 2003) y Mother (Madeo, 2009)—, la monster-movie con The Host (The Host, 2006), lo fantástico con Okja (Okja, 2017) o la ciencia ficción de Rompenieves (Snowpiercer, 2013). Precisamente, cuando el cineasta estaba trabajando en la posproducción de esta última —se trata de un relato distópico ambientado dentro de un tren que abordaba el tema de la lucha de clases—, es cuando tuvo la idea de estudiar la polarización entre ricos y pobres desde una perspectiva surcoreana, y así es como surgió Parasite.

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Bong Joon-ho coloca el tema de los conflictos sociales en primera línea, adquiriendo dicho tema un papel más preponderante que nunca dentro de su filmografía. El título de la película, que puede resultar de lo más ambiguo, es aclarado por el propio cineasta, quien comenta que el film podría leerse a primera vista como una sátira social en la que una familia pobre se aprovecha de otra adinerada, pero que esa lectura es peligrosa. En realidad, los pobres de la película son personas con talento y dignidad, y es la falta de empleo la que les empuja a aprovecharse de los ricos. Además, la familia burguesa también puede verse como un grupo de parásitos: son incapaces de realizar las tareas más elementales y requieren de sus sirvientes para hacer cualquier cosa.

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La película narra la historia de una familia sin recursos que está formada por una pareja de mediana edad y sus dos hijos ya adolescentes, un chico y una chica. Dicha familia vive en un semisótano de lo más precario con unas estupendas vistas a una calle que es usada por los transeúntes como urinario público de la zona. La familia sale para adelante como puede gracias a pequeños trabajos y chanchullos, y precisamente gracias a uno de estos, y con la ayuda de una falsificación, el hijo terminará impartiendo clases particulares en una casa de gente adinerada, donde vive otro modelo de familia tradicional —o sea, matrimonio y la parejita de hijos—. La primera parte del film narra las argucias de las que se sirven la familia sin recursos para poder trabajar en la casa de los Park. Abunda especialmente el humor a la hora de relatar la astucia de estos inquilinos de los bajos fondos para llevar a cabo sus planes —de aquí se puede desprender esa máxima que dice que no hay mejor maestra que el hambre— y donde la credulidad de los Park es una parte importante para el éxito de los primeros. Toda esta farsa es mostrada a través de un proceso expositivo de forma natural, sin cargar las tintas ni de una forma positiva ni negativa, o sea, dichas mañas no son ni juzgadas ni ensalzadas.

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A mitad de la película la historia da un considerable giro dramático, y la lectura social de la misma adquiere una mayor profundidad: se sustituye un hecho concreto por lo que parece ser una práctica más común —el espacio fílmico como metáfora social es una constante a lo largo de toda la película, siendo el uso del mismo uno de los puntos fuertes de la misma—. Por otro lado, parece establecerse cierta graduación dentro de la clase social baja, y los que no tenían nada hace poco tiempo se aferran por mantener lo que han conseguido hasta la fecha. A partir de ese momento, la película cambia de tono, se oscurece, y se adentra en los dominios del thriller y donde aflora un mayor patetismo, especialmente dado en uno de los personajes.

El no cese de las fuertes lluvias trae inundaciones, y mientras estas han sido únicamente un pequeño contratiempo para los Park —cuyo mayor problema ha sido suspender la acampada en donde iban a celebrar el cumpleaños de su hijo pequeño—, la otra familia ha padecido graves desperfectos en su vivienda. Al día siguiente, los Park —ajenos a la situación catastrófica en la noche anterior—, aprovechan el buen tiempo para celebrar el cumpleaños de su hijo, y con el servicio al completo a su disposición —a pesar de ser día festivo—. La aparición de un huésped inesperado junto a la falta de tacto por parte del cabeza de familia de los Park actúa como el elemento desencadenante de la tragedia. El posterior ataque puede interpretarse tanto a nivel literal como simbólico: es una acción que emprende la parte social humillada contra ese sentimiento de repulsión que tiene la otra por esta. El tema recurrente del olor, así como el hecho del fantasma, parecen representar los repudios y temores respectivamente hacia el lumpen por parte de la clase burguesa.

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El epílogo parece plantearnos dos posibles finales, a gusto del espectador, aunque este parece ser que ya viene elegido de antemano por el propio cineasta, a raíz de una charla que tienen padre e hijo de la familia pobre cuando tienen que cobijarse en el pabellón deportivo debido a las lluvias. Dicho lo anterior, parece invalidarse el emotivo y ambicioso plan a largo plazo que tiene el hijo para solucionar la situación de su padre —el cual ha tomado precisamente el rol de otro personaje de la historia, con la degradación social que esto implica—. Y es que, como dice el cabeza de la familia necesitada: “El mejor plan es no tener ningún plan”.

 

Anécdotas 

  • Rodada entre el 27 de mayo y el 19 de septiembre de 2018.
  • Se celebró la premier en el festival de cine de Cannes el 21 de mayo de 2019, donde ganó la Palma de Oro. Acaparadora de otros 22 premios a lo largo de todo el mundo.
  • El primer fin de semana en Estados Unidos recaudó 393.216 dólares, con un bruto en Estados Unidos de 7.440.035 dólares.
  • Estrenada en Corea del Sur el 30 de mayo de 2019 y en España el 25 de octubre.

 

Jesús Mayoral Velázquez de Castro (Sevilla. España).

 

CALIFICACIÓN: ****

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra