Un centro del gobierno aparece con casi todos sus integrantes muertos. La causa es el ataque de un enorme enjambre de abejas africanas asesinas, que han llegado a Estados Unidos procedentes de Sudamérica, donde estaban ubicadas. Cerca del centro hay una pequeña población, que está preparando un festival de las flores, y hacia allí se dirige el enjambre.
Dirección: Irwin Allen. Producción: Warner Bros. Productor: Irwin Allen. Guion: Stirling Silliphant, según la novela homónima de Arthur Herzog III. Fotografía: Fred J. Koenekamp. Música: Jerry Goldsmith. Montaje: Harold F. Kress. Diseño de producción: Stan Jolley. FX: L. B. Abbott (efectos fotográficos), George D. Dodge (efectos visuales), Harold E. Wellman (procesos fotográficos). Intérpretes: Michael Caine (Brad Crane), Katharine Ross (capitana Helena Anderson), Richard Widmark (general Slater), Richard Chamberlain (Dr. Hubbard), Olivia de Havilland (Maureen Schuester), Ben Johnson (Felix), Lee Grant (Anne MacGregor), José Ferrer (Dr. Andrews), Patty Duke (Rita), Slim Pickens (Jud Hawkins), Bradford Dillman (comandante Baker), Fred MacMurray (alcalde Clarence), Henry Fonda (Dr. Walter Krim), Cameron Mitchell (general Thompson), Christian Juttner (Paul Durant), Morgan Paull (Dr. Newman), Alejandro Rey (Dr. Tomás Martínez), Don ‘Red’ Barry (Pete Harris), Elizabeth Rogers (científica [solo en versión extendida]), Doria Cook-Nelson (Mrs. Durant), Robert Varney (Mr. Durant), Ernie F. Orsatti (oficial en servicio), Patrick Culliton (sheriff Morrison), John Furlong, Chris Petersen, Jerry Toomey, Barbara Costello, Jenifer Taurins, David Himes, Mara Cook, Joey Eisnach, Stephen Powers, Chris Capen, Tony Haig, Bill Snider, George Simmons, Arell Blanton, Trent Dolan, John Williams, Steven Marlo, Phil Montgomery, Arthur Space… Nacionalidad y año: Estados Unidos 1978. Duración y datos técnicos: 116 min. (copia de estreno) / 155 min. (versión extendida) / 145 min. (edición en DVD USA) – color – 2.39:1 – Panavision – 35 mm.
NOTA: El comentario de esta película está efectuado a partir del visionado de la copia con la versión extendida.
Irwin Allen (1916-1991) siempre sintió una atracción irrefrenable hacia el cine espectáculo. En los años cincuenta, época en que debutó como productor, tocó diversas áreas de la cinematografía de género, siempre con el ánimo de entretener. Fue en 1972 cuando ofreció su primer ejemplo de lo que vendría a llamarse cine catastrófico con La aventura del Poseidón (The Poseidon Adventure, Ronald Neame, 1972). Por supuesto, las películas de catástrofes existen desde el mismo nacimiento del cine, y como ejemplo citemos solo unas pocas joyas de la década de los treinta como San Francisco (San Francisco, W. S. Van Dyke, 1936), Chicago (In Old Chicago, Henry King, 1938) o Vinieron las lluvias (The Rains Came, Clarence Brown, 1939). Si estas viejas cintas eran fundamentalmente melodramas con una escena de calamidades espectacular de tres o cuatro minutos, la fórmula que concibió Allen fue más o menos repetir lo ya ofrecido con anterioridad, pero potenciado: las escenas del desastre ocuparían más metraje, y el reparto de estrellas lo potenciaría. Así, después de la referida, llegaría la aún más exitosa El coloso en llamas (The Towering Inferno, John Guillermin, 1974) y, a continuación, la presente.
Pese a ser un concienzudo productor, Allen también había sido director de cine. En esa faceta debutó con dos documentales, The Sea Around Us (1953) y El mundo animal (The Animal World, 1956), a las que seguiría la curiosa La historia de la humanidad (The Story of Mankind, 1957). Tras un trío de películas de aventuras, algunas con elementos fantásticos ―El mundo perdido (The Lost World, 1960), Viaje al fondo del mar (Voyage to the Bottom of the Sea, 1961) y Cinco semanas en globo (Five Weeks in a Balloon, 1962)― colaboraría rodando algunas escenas de El coloso en llamas ―algunas fuentes lo acreditan como codirector― y después se pondría a cargo en su totalidad de El enjambre (The Swarm, 1978). Por supuesto, en todo ese lapso, el éxito de sus dos filmes había conducido a que otras compañías también tocaran el género catastrófico, creando una edad de oro comercial de la temática. Así, los motivos argumentales para crear calamidades se iban agotando, y Allen optó por usar una amenaza de la naturaleza con ciertos elementos de ciencia ficción: un masivo enjambre de abejas asesinas africanas.
En realidad, el proyecto venía de 1974, cuando la fiebre de cine catastrófico estaba en su punto álgido. Con guion de Stirling Silliphant, que ya había escrito el de El coloso en llamas, se esperaba que el rodaje comenzase en la primavera de 1975, pero este se retrasó por el proceso de papeleo administrativo que impulsó a Allen a abandonar la cooperación con la 20th Century Fox y aliarse con la Warner Bros. Al fin, el asunto comenzó y la película fue un fracaso tanto comercial como crítico.
Basada en una novela de Arthur Herzog, en realidad el resultado está más cerca de una película de ciencia ficción de los años cincuenta que de una catastrófica. En efecto, su línea argumental es muy similar a la que tenían las cintas de bichos de aquella época, y podría asemejarse un tanto, por ejemplo, a Beginning of the End (Bert I. Gordon, 1957), con la cual posee ciertos puntos de contacto. Solo que esa similitud se disimula por medio de una producción técnica de primer orden, así como un espectacular reparto. En el aspecto catastrófico solo podemos señalar el accidente de tren, la explosión de la central nuclear ―cuyos efectos posteriores no son considerados en absoluto― y el absurdo incendio final de Houston, posiblemente planteado solo para aprovechar los conocimientos previos que tenía Allen en el manejo del fuego gracias a El coloso en llamas. La ciudad ha sido evacuada y está atestada de abejas, por lo cual se decide incendiarla para acabar con la amenaza; en lugar de sobrevolarla y lanzar diversas bombas explosivas, hacen que una ciudad tan enorme como esa sea incinerada por una docena de hombres provistos de lanzallamas que van recorriendo las calles y penetrando en las casas para calcinarlo todo, produciéndose la catástrofe que era obvia de prever.
Y, tal como sucede con algunas de las referidas películas de ciencia ficción de los cincuenta, la presente ofrece como resultado un entretenimiento tal sencillo como efectivo, y solo por el mero desfile de actores y actrices no ya buenos, sino sensacionales, vale la pena ver el film. Con más de dos horas y media de metraje en su versión extendida, no se hace larga en absoluto, y además cubre algunos agujeros de guion que repercutieron en la copia estrenada en cines. Le acompaña, además, una contundente y efectiva banda sonora compuesta por Jerry Goldsmith, y el nivel de producción es elevado, destacando los efectos visuales que recrean las nubes de insectos, en verdad espectaculares, así como las escenas de ataques. Irwin Allen hace uso de unos espantosos ralentíes en los momentos en que las víctimas se agitan producto de las picaduras, y ello elimina la carga de impresión que debieran causar esos instantes. Al contrario, en diversos minutos hace uso del doble enfoque de distintos planos para potenciar un elemento en primer plano y otro al fondo, otorgando una gran viveza visual a esos períodos.
En algunas fuentes se la califica como «una de las peores películas de todos los tiempos», algo que es, sencillamente, una estupidez. Por otro lado, en los últimos tiempos están comenzando a manifestarse algunas opiniones más positivas con respecto a esta simpática serie B disfrazada de serie A, y que supone un entretenimiento desprejuiciado que se ve con la misma facilidad con que se bebe un refresco.
Anecdotario
- En los Oscars correspondientes a 1979 la película fue nominada en la categoría de mejor vestuario (Paul Zastupnevich).
- En los créditos finales aparece un rótulo que refiere que las abejas asesinas africanas nada tienen que ver con las abnegadas abejas de la miel norteamericanas.
- Rodada con un presupuesto estimado de veintiún millones de dólares (otras fuentes refieren que once y medio).
- Michael Caine comentó que, durante el rodaje, creía que las motitas amarillas que las abejas le dejaban sobre la ropa era miel, y comenzó a comérselas. Luego descubrió que eran mierda.
- Se estima que se emplearon para el film entre quince y veintidós millones de abejas, de las cuales ochocientas mil tenían extirpado el aguijón para la seguridad de los actores. Cien personas fueron contratadas para cuidarlas y transportarlas.
- Última película de Fred MacMurray, poco antes de su muerte.
- En el cine del pueblo donde acontece la acción están programando El coloso en llamas.
- José Ferrer rodó esta cinta simultáneamente a la mini-serie televisiva Viaje a la Atlántida del capitán Nemo (1978), también producida por Irwin Allen, y como favor a este. Rodó todas sus apariciones en una mañana.
- Desde 2017 se habla de una nueva versión de este filme.
- Estrenada en Estados Unidos el 14 de julio de 1978, y en España el 14 de diciembre de 1978.
Bibliografía
El enjambre; por Arthur Herzog; traducción de Estela Cantó. Barcelona: Salvat, 1987. Colección: Novela y ocio; nº 43. T.O.: The Swarm (1974).
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: **
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra