Un grupo variopinto de personas, procedentes de distintos lugares, y perdidos por la niebla, van a parar a una mansión situada junto a un cementerio donde les acoge una misteriosa mujer.
Dirección: Francisco Lara Polop. Producción: Mundial Film, Tritone Cinematografica. Guion: Luis G. de Blain, Antonio Troiso, según argumento de Luis G. de Blain. Fotografía: Guglielmo Mancori. Música: Marcello Giombini. Montaje: Mercedes Alonso. FX: Pablo Pérez (efectos especiales). Intérpretes: Evelyn Stewart (Martha Clinton), Analía Gadé (Elsa), Lisa Leonardi [acreditada como Anna Lisa Nardi] (Laura), Andrés Resino (Fred), Franco Fantasia (Mr. Porter), Alberto Dalbés (Ernest), Yelena Samarina (Mrs. Tremont), George Rigaud (padre de Elsa), Ingrid Garbo (Ellen), Eduardo Fajardo (Mr. Tremont), José Luis Velasco (chófer / fantasma), Saturno Cerra (hombre en la carretera), Emilia Rubio, José Félix Montoya (invitado en el hotel), María Reniu (invitada en el hotel 1), Magoya Montenegro (invitada en el hotel 2)… Nacionalidad y año: España, Italia 1972. Duración y datos técnicos: 82 min. color 1.85:1.
Aparte de las clásicas producciones autóctonas de terror de la época, conocidas en España como fantaterror, nuestro país puso en marcha una serie de coproducciones, principalmente en unión con Italia, aportando cada uno un determinado aporte de partícipes. Aquí tenemos colaboradores italianos en apartados técnicos como la fotografía y la música ―esta última siempre fue uno de nuestros mayores defectos―, el guion está repartido entre un profesional español y uno italiano y la dirección corre a cargo de un español, Francisco Lara Polop. Polop (1932-2008) fue sobre todo productor, desde que debutara en 1964 con la valiosa La niña de luto (Manuel Summers), y en ocasiones participó en el guion de algunas de sus producciones. Como director decidió debutar con la presente, y a partir de ahí desarrolló una carrera no especialmente destacada, donde se acumulan comedias anodinas y rancios filmes eróticos. Su última película en esta especialidad fue El fraile (1990), sosa adaptación del clásico gótico El monje (The Monk, 1796), potenciando los elementos eróticos, filmados como si de una revista de modas se tratara, y eliminando su naturaleza fantástica.
La mansión de la niebla / Quando Marta urlò dalla tomba (1972) está construida según las convenciones del cine de terror italiano de la época, y en ella destaca de manera particular la excelente fotografía obra de Guglielmo Mancori, forjado en un inicio en el péplum y el spaghetti-wéstern, pero que en el campo del terror aportó una obra tan significativa como La horrible noche del baile de los muertos (Nella stretta morsa del ragno, Antonio Margheriti, 1971). Aquí, su método visual no está muy lejos de este clásico del cine italiano de terror, o también podría recordar a las formas escénicas que le otorgaba Mario Bava. Gran parte de la fuerza de la película, si no toda, se apoya en esta labor.
Por su parte, Lara Polop utiliza un tratamiento plano, que no logra sacar brillo a las situaciones cuando no tiene el sostén de la fotografía en las escenas atmosféricas. El film arranca con un cruce un tanto absurdo de vehículos en la carretera y, una vez la trama se encauza, tenemos un grupo de personajes variopinto que, cada uno por su lado, va a parar a una mansión apartada. Al principio nos las vemos muy felices, con las brumas que rodean el lugar, y las apariciones espectrales en el cementerio. Una vez en la casa, la acción se estanca y divaga. Tenemos hasta tres flashbacks referidos al personaje de Elsa (Analía Gadé), que nada aportan, pues de todo ello se nos ha informado por medio de los diálogos. Y, por otro lado, tenemos los personajes Laura y Fred (Lisa Leonardi y Andrés Resino), sobre los cuales nada sabremos en todo el metraje. Esta parte estanca el film, incapaz de hacer progresar la historia, y se focaliza en desarrollar una serie de relaciones de melodrama barato entre unos personajes y ocultando un auténtico progreso de los mismos.
El guion del veterano Luis G. de Blain ―auxiliado por Antonio Troiso[1], o tal vez se trata de un mero ardid administrativo, que nunca se sabe en estas coproducciones― se pierde en exceso: el arranque es muy traído por los pelos, haciendo que los personajes confluyan en un momento y lugar determinado de un modo casual, cuando todo estaba tramado desde el principio, y al final, después de hablarnos de brujas y vampiros, nos encontramos de nuevo con la sempiterna imitación de Las diabólicas (Les diaboliques, Henri-Georges Clouzot, 1955), pero otorgándole una envoltura gótica. La referida fotografía y la buena labor de los intérpretes, donde destaca una esforzada labor de Analía Gadé ―olvidemos pudorosamente su aparición en los flashbacks con una horrorosa peluca para hacer aparentar que tiene veinte añitos― pueden encubrir la tosquedad de una película que es mucho menos de lo que aparenta.
Anécdotas
- Títulos de rodaje españoles: El asesino de la niebla / El grito.
- Títulos anglosajones: Maniac Mansion / The Murder Mansion / Exorcism Mansion / The Scream.
- En 1973 recibió Eduardo Fajardo un premio por parte del Sindicato Nacional del Espectáculo español como mejor actor.
- Rodada en Aranjuez, Guadalajara y Madrid.
- Determinadas fuentes acreditan como codirector en la sombra a Pedro Lazaga.
- Filmada, como era norma en la época, en doble versión, con desnudos y sin desnudos.
- Estrenada en España el 30 de junio de 1972, y en Italia el 5 de agosto de 1972.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: **
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] Curiosamente, Troiso también participó en otra adaptación del clásico de M. G. Lewis, La moine [tv/dvd: El monje, Adonis Kyrou, 1972], a partir de un antiguo proyecto de Luis Buñuel. Suyo también es el guion, por ejemplo, de la curiosa Poder maléfico (Chi sei?, Ovidio G. Assonitis, Robert Barrett, 1974).