Antes de que la película Star Trek, la película – La conquista del espacio (Star Trek: The Motion Picture, 1979) llegara a las pantallas de todo el mundo, y después de la mítica serie de televisión La conquista del espacio / Viaje a las estrellas / Star Trek (Star Trek, 1966-1969) ―y su subsiguiente versión animada, de la que ya os hemos hablado― fuese cancelada, hubo diversos movimientos para volver al universo trek. Uno de ellos fue la serie Phase II, de la que también os hablamos. Pero también hubo otro intento, de otra película, que aquí repasaremos…

Ya en una fecha tan lejana como 1967 se comenzó a hablar sobre una película para cines en imagen real. A finales de ese año, Gene Roddenberry, el productor asociado Gregg Peters y DeForest Kelley especulan entre ellos la posibilidad de hacer una película de Star Trek en varias ocasiones, con la intención de complementar la pausa de producción entre la segunda y tercera temporada de la serie original. La idea, sin embargo, es rechazada. «¿Quién podría pensar en hacer una película a partir de una serie de televisión?», comentaría Kelley.

DeForest Kelley y Gene Roddenberry, años después

 

El 22 de junio de 1972 D.C. Fontana escribe en el fanzine Star-Borne sobre la posibilidad de una película. En su carta, escribe: «Paramount … [está] enormemente impresionada por la cantidad (y calidad) del correo de los fans que siguen recibiendo. La posibilidad parece estar volcándose lentamente hacia una película de Star Trek para su estreno en cines, dirigida a convertirse en el nuevo piloto para una serie de televisión de Star Trek …. Tanto NBC como Paramount continúan recibiendo una gran cantidad de correo y han tenido que asignar secretarias para el único trabajo de contestarla». Como todos sabemos, ese proyecto no llegará a puerto alguno, pero a partir de estos propósitos la NBC encargará Star Trek: The Animated Series.

En 1973, y con la ayuda de su antiguo jefe de Desilu, Herbert F. Solow, Gene Roddenberry se acerca por primera vez a Paramount con una idea para un largometraje, tentativamente llamado The Cattlemen [Los ganaderos]. La idea se basa en el esquema de la historia llamada A Question of Cannibalism [Una cuestión de canibalismo], que formaba parte de los veinticinco primeros bocetos que se desarrollaron en 1964 como respaldo del episodio piloto original «The Cage». Sin embargo, el productor Irwin Yablans teme algo, y es, por un lado, la fama de Roddenberry durante el rodaje de la serie, y otro los problemas acaecidos durante el rodaje de la película Querido profesor (Pretty Maids All in a Row, 1971), escrita y producida por Roddenberry, y dirigida por Roger Vadim. En esa película, el sobrevalorado realizador francés provocó no pocos problemas con sus caprichos, haciendo que los tiempos de rodaje se excedieran. Así pues, Yablans refiere que ve bien que Roddenberry escriba el guion, pero no que esté implicado como productor. Roddenberry responde, y a través de su abogado, solicitando un sueldo como guionista de cien mil dólares, y después ya se bloquea a cualquier idea de diálogo.

La pésima Querido profesor, sin embargo, tenía muy buenos actores

 

Pese al fracaso de las negociaciones, Irwin Yablans[1] había mostrado verdadero interés en producir ciencia ficción de alta tecnología. Esa idea no cae en saco roto y, con este fin, facilita y proporciona los fondos para el establecimiento de dos subsidiarias de efectos visuales de Paramount, Future General Corporation (FGC), de Douglas Trumbull, y, un año después  Magicam, Inc, de Carey Melcher[2], un año después. Sin embargo, sus sucesores inmediatos, Barry Diller y Michael Eisener, no tienen ningún interés por la ciencia ficción ni con los efectos visuales, e intentan cerrar FGC inmediatamente después de su ascenso, lo que volverá a hacer que la producción se paralice.

A principios de otoño de 1974, sin contar con Roddenberry, Arthur Barron, entonces director financiero de Paramount, y sin pasar por Yablans, se acerca al máximo más alto ejecutivo, Charles Bluhdorn, el presidente de Gulf + Western, con la idea de convertir Star Trek en una película. Bluhdorn ha cambiado por completo su postura cuando adquirió Desilu en 1967, pues fue uno de los que presionaron para la cancelación de la serie, ahora se ha enamorado de Star Trek debido a su enorme e inesperado éxito en la sindicación y la ha adoptado como una especie de proyecto favorito.

En octubre de ese año, Bluhdorn indica al recién nombrado presidente de Paramount, Barry Diller (que acababa de reemplazar a Yablans, quien fue «invitado» a irse después de no mostrar respeto por su jefe y quien, además, no había informado a Bluhdorn de las propuestas anteriores de Roddenberry) para convertir la idea en un proyecto con base. En realidad, Diller no está muy interesado en hacer Star Trek, pero son órdenes del jefe. Roddenberry decide hacerse el interesante y durante medio año juega a un tira y afloja. Y, al fin, el 12 de marzo de 1975 Roddenberry firma un contrato con Paramount para hacer una película de Star Trek con un presupuesto de tres millones de dólares.

En mayo de 1975 Roddenberry regresa a la oficina que ocupó durante la producción de la serie original, e inicialmente se plantea una historia sobre los comienzos de los personajes, aunque al final escribe un guion llamado The God Thing [El ente dios], con idea para empezar a rodar en otoño de 1975, ahora con un presupuesto incrementado a cinco millones de dólares. La historia de ese proyecto arranca con que la misión de cinco años terminó hace algún tiempo y la mayor parte de la tripulación regular ha sido ascendida y se aburre en tareas administrativas. Scotty se ha vuelto alcohólico, y McCoy ha dejado de tratar a pacientes humanos para convertirse en veterinario. En un momento dado, se presenta una amenaza que hace que todos regresen juntos de nuevo.

Portada de la novelización de esta idea…

 

Después de que una entidad alienígena que se declara Dios destruya una nave espacial en ruta a la Tierra, la Enterprise se lanza bajo el mando del almirante Kirk a enfrentarse a la nave. Kirk, vuelve a reunir a la tripulación anterior, incluido Spock, y se propone interceptar al extraterrestre. A medida que se acercan a la entidad, transporta una sonda humanoide a bordo de la Enterprise que adopta una variedad de formas, incluida la de Jesús. La tripulación determina que el ser y la nave son de una dimensión alternativa y han sido responsables de la creación de la religión de numerosos planetas para enseñar a sus habitantes sus leyes de una manera comprensible en sus puntos de desarrollo. El caso es que un día Roddenberry se encuentra con William Shatner y le cuenta la historia. Cuando, años después, Shatner hace Star Trek V, Gene se mosquea mucho… Aunque lo cierto es que la idea también recuerda a Star Trek I.

En todo caso, ese concepto no parece interesar a Diller, quizás por su planteamiento ateo, o también por resquemor hacia Roddenberry con el tira y afloja en las negociaciones de lo que hizo gala. En septiembre de 1975, y ahora con el aporte de Jon Povill[3], comienza una nueva historia y un esquema de guion para una película, tentativamente llamada Star Trek II, con una nueva producción que se retrasa hasta el 15 de julio de 1976, y luego hasta enero de 1977.

Trabajando en el proyecto de Phase II

 

En enero de 1976 el estudio juega con la idea de convertir Star Trek II en una serie de televisión y Diller deja la propiedad en manos del recientemente designado (por él) Michael Eisner. El entonces jefe del departamento de televisión Eisner al principio no cree en la viabilidad de una propuesta de ciencia ficción como Star Trek y quiere cancelar el proyecto por completo, pero su colega Jeffrey Katzenberg, quien, como ex trekkie, es muy consciente del fenómeno fan, cree en el potencial y convence a Eisner de seguir adelante con el desarrollo.

En abril de 1976 se rechazan todos los proyectos argumentales que se proponen para la serie (algunos debidos a gente tan capaz como John D.F. Black, Robert Silverberg, Harlan Ellison, Ray Bradbury o Theodore Sturgeon) y la propuesta se devuelve al departamento de cine del estudio, de nuevo bajo la responsabilidad de un Diller cada vez más cabreado. Y al fin se plantea una idea con cierta base: su título debiera haber sido Star Trek: Planet of the Titans (o también Star Trek: Planet of Titans), y se estuvo trabajando sobre él entre 1976 y 1977.

Nuevo modelo de la Enterprise diseñado para Planet of Titans, y visto en el episodio «Unificación I»
de La nueva generación, ahora como de la clase B-24-CLN

 

La acción tiene lugar una vez finalizada la misión de cinco años de la Enterprise. Tanto la Flota Estelar como el Imperio Klingon quieren hacerse con un planeta que, en teoría, fue el hogar de los Titanes míticos, una especie que disponía de un gran avance tecnológico y que se cree ahora extinta. El planeta es engullido por un agujero negro, y al tiempo la tripulación de la Enterprise ha de hacer frente a otra especie, los Cygnans, que se supone son los responsables de la desaparición de los Titanes. Kirk se ve impelido, finalmente, a entrar en el agujero negro para derrotar a los Cygnans, lo cual provoca que la Enterprise viaje en el tiempo miles de años atrás, quedando orbitando alrededor de una joven Tierra. Kirk y su tripulación enseñarán a los primitivos habitantes a desarrollar el fuego, y por último se toparán ante la convicción de que ellos fueron los Titanes.

En abril de 1976 Gene Roddenberry asume el cargo de productor, y se discurrió que la película se rodaría en Inglaterra, quizás porque allí los costes eran más baratos y no existía la barrera del idioma. Como productor ejecutivo se contrató a Jerry Eisenberg[4], a los británicos Chris Bryant y Allan Scott se les encarga un tratamiento argumental, y  como director se escoge a Philip Kaufman[5]. Kaufman fue un prometedor cineasta que debutó en 1965 co-escribiendo, y co-dirigiendo junto a Benjamin Banaster, la comedia Goldstein, que también co-produjo. En solitario dirige y escribe después Fearless Frank [tv: El intrépido Frank, 1967], una especie de mezcla entre parodia de superhéroes y cine independiente. A continuación se convertirá en un prestigioso guionista, labor que ejercerá en ocasiones entre la dirección, con títulos como el wéstern El fuera de la ley (The Outlaw Josey Wales, 1976), de Clint Eastwood, que precisamente Kaufman comenzó a dirigir, abandonando y siendo reemplazado por Eastwood, o la primera entrega de Indiana Jones, En busca del arca perdida (Raiders of the Lost Ark, 1981), de Steven Spielberg, de cuyo argumento fue autor. Como director, tras las citadas, se especializó en hábil cine de género, como el wéstern Sin ley ni esperanza (The Great Northfield Minnesota Raid, 1972), la aventura The White Dawn (1974), el excelente remake del clásico de la ciencia ficción La invasión de los ultracuerpos (Invasion of the Body Snatchers, 1978) o el film de culto The Wanderers – Las pandillas del Bronx (The Wanderers, 1979). A continuación dirige la crónica real sobre astronáutica Elegidos para la gloria (The Right Stuff, 1983)[6], para después comenzar a coquetear con el cine de prestigio: La insoportable levedad del ser (The Unbearable Lightness of Being, 1988) o Henry y June (Henry & June, 1990).

Philip Kaufman

Además, como diseñador de producción se contó con Ken Adam, habitual de la saga James Bond en la época, quien rediseñó la Enterprise, ofreciéndola con un casco de diseño triangular con puntas redondeadas. También se contrató a Ralph McQuarrie, ya habitual de Star Trek, para desarrollar los diseños de Adam y efectuar variaciones sobre los mismos, si bien no guiándose por el guion, que en esa etapa se hallaba aún sin terminar. Uno de esos diseños después sería aprovechado y visto en el muelle terráqueo de Star Trek III, o también como la B-24-CNL en el episodio “Unification I” de La nueva generación.

Los escritores británicos Chris Bryant y Allan Scott concibieron un boceto inicial de unas quince o veinte páginas, y tras ser aprobado por la Paramount lo desplegaron como guion, que fue entregado el 1 de marzo de 1977, para ser rechazado al cabo de un mes. Así pues, Kaufman retoma esa labor y comienza a escribir él otro guion que se centraría en especial en el personaje de Spock y en un klingon que debía interpretar el mítico actor japonés Toshiro Mifune. Kaufman nunca completó ese guion, y finalmente Paramount abortó el proyecto en mayo. Se pretendía realizar el film con un presupuesto de siete millones y medio de dólares, pero en el momento de la cancelación se habían gastado cerca de diez.

El gran Toshiro Mifune

 

No se conocen las verdaderas razones de la cancelación, aunque se especula que, en realidad, a la productora no le gustaba ninguno de los guiones que se les presentó.

Al poco, Paramount se trazó la idea de Phase II, y poco después cambió de opinión y pensó de nuevo en una película. Según parece, variaron de una idea a otra tres o cuatro veces.

 

Carlos Díaz Maroto

y Luis Alboreca

 

[1] Responsable, por ejemplo, de La noche de Halloween (Halloween, 1978), de John Carpenter. En la época de estas conversaciones (1973), Yablans había trabajado como ayudante de producción en el thriller Tras la huella del delito (Badge 373, Howard W. Koch, 1973), y al año siguiente debutaría como productor con La educación de Sonny Carson (The Education of Sonny Carson, Michael Campus, 1974).

[2] Responsable de los efectos visuales de la mítica serie Cosmos (Cosmos, 1980), de Carl Sagan.

[3] Povill, finalmente, será productor asociado de Star Trek, la película. También fue argumentista de Desafío total (Total Recall, Paul Verhoeven, 1990), y participó en la fan-serie Star Trek: New Voyages escribiendo y dirigiendo el episodio «The Child», a partir de su libreto para La nueva generación, y basado en uno de los proyectos para Phase II.

Desafío total

 

[4] El único Jerry Eisenberg que hemos localizado, y que coincida con la fecha, es un técnico de animación que debutó en 1960 dibujando fondos para la serie Los Picapiedra (The Flinstones; 1960-1966), y durante años realizó esa labor u otras en esa onda para Hanna & Barbera. Pasó a productor con la serie de animación Fangface (1978), sobre un hombre lobo adolescente y mellado, y trabajó en esa tarea en otras cinco series animadas más.

[5] En junio de 1976 Jon Povill hizo una lista de directores posibles: Francis Ford Coppola, Steven Spielberg, George Lucas, William Friedkin, George Roy Hill y Robert Wise. Ninguno está disponible.

[6] Esta película, junto al previo remake referido, induce a pensar que Kaufman era una buena elección para un film de Star Trek.