Europa central en el siglo XIX. Las gemelas huérfanas Maria y Frieda van a vivir con su tío Gustav Weil, que dirige la Hermandad, un grupo de vigilantes que intenta erradicar la brujería. Pero sus métodos son aleatorios, y el único resultado es una población aterrorizada. La verdadera amenaza es el conde Karnstein, que es un vampiro, y aunque las gemelas parecen idénticas, Frieda se siente mucho más atraída que su hermana por el castillo del conde que domina el horizonte.

Dirección: John Hough. Producción: The Rank Organisation, Hammer Films para Rank Film Distributors [RU], Universal Pictures [EE.UU.]. Productores: Harry Fine, Michael Style.  Guion: Tudor Gates, según los personajes creados por J. Sheridan Le Fanu. Música: Harry Robinson [Harry Robertson]. Fotografía: Dick Bush. Diseño de producción: Dragoljub Ivkov. Montaje: Spencer Reeve. FX: George Blackler, John Webber (maquillajes), Jack Mills  (fotografía de efectos especiales), Bert Luxford (efectos especiales). Intérpretes: Peter Cushing (Gustav Weil), Dennis Price (Dietrich), Mary Collinson (Maria Gellhorn), Madeleine Collinson (Frieda Gellhorn), Isobel Black (Ingrid Hoffer), Kathleen Byron (Katy Weil), Sheelah Wilcox [Shelagh Wilcocks] (dama del carruaje), Damien Thomas (conde Karnstein), David Warbeck (Anton Hoffer), Harvey Hall (Franz), Alex Scott (Hermann), Judy Matheson (hija del leñador), Luan Peters (Gerta), Katya Wyeth (condesa Mircalla), Inigo Jackson (leñador), Roy Stewart (Joachim), Maggie Wright (Alexa), Kirsten Lindholm, Peter Thompson, Roy Boyd, Maxine Casson, Vivienne Chandler, Doreen Chanter, Irene Chanter, George Claydon, John Fahey, Harry Fielder, Kenneth Gilbert, Derek Glynne-Percy, Cathy Howard, Jason James, Sebastian Graham Jones, Jackie Leapman, Janet Lynn, Annette Roberts, Bill Sawyer, Peter Stephens, Rupert Style, Mickey Varey, Garth Watkins, Fred Wood… Nacionalidad y año: Reino Unido 1971. Duración y datos técnicos: 87 min. – color – 1.66:1 – 35 mm.

La tercera y última entrega de la saga de los Karnstein ya tenía muy poco que ver con la Carmilla de Joseph Sheridan Le Fanu, y solamente hacía un uso ornamental del regio apellido Karnstein. Cuando el productor Harry Fine vio en la revista Playboy un reportaje fotográfico dedicado a las gemelas Collinson decidió hacer un film centrado en ellas, aunque esa versión se contradice un tanto con otra que más adelante veremos.

  

Mary y Madeleine Collinson (nacidas en Malta el 22 de julio de 1952) habían comenzado como modelos cuando se establecieron en el Reino Unido en abril de 1969. El director de películas de desnudos y especialista en la llamada fotografía glamour George Harrison Marks las escogió para interpretar a unas pícaras gemelas en el corto Halfway Inn, destinado al mercado en 8 mm, y que se debió rodar entre la fecha de su llegada y julio de 1970. En sus trece minutos de metraje, este film de porno blando narra la llegada de un hombre a un albergue, donde será seducido por las gemelas (creyendo que en realidad es solo una). En octubre de ese mismo año la revista Playboy las ofreció como Playmates del mes, es decir, aparecieron en el póster central, siendo las primeras gemelas que lograron ese honor. En el campo del largometraje, las hermanas debutaron con Some Like It Sexy (Donovan Winter, 1969), una comedia sobre las fantasías sexuales de un individuo, y donde ellas forman parte de esas ilusiones[1]. Rodarían un par de películas más en idéntica onda y después aparecerían en La máquina del amor (The Love Machine, Jack Haley Jr., 1971), un drama que, aunque juega con el erotismo, tenía mayores ambiciones artísticas, así como un reparto encabezado por John Phillip Law, Dyan Cannon, Robert Ryan, Jackie Cooper y David Hemmings. Después de la que nos ocupa harían She’ll Follow You Anywhere (David C. Rea, 1971), una comedia sobre un perfume que hace que las mujeres se vuelvan unas maníacas sexuales, y después abandonarían el cine.

Mary vivía en Milán, donde se casó con un italiano y tuvo dos hijas; llevaba una agencia de modelos allí hasta que murió el 23 de noviembre de 2021. Madeleine, por su parte, se retiró a Malta, y su matrimonio con un oficial de la Royal Air Force le dio tres hijos. Padecía un enfisema que la mantuvo durante meses en cama y, mientras estaba conectada al equipo médico, hubo un apagón en Malta y falleció el 14 de agosto de 2014 sin que recibiera asistencia sanitaria durante una hora. Mary declararía al respecto: «Mi hermana aún podría estar viva si la hubiesen tratado a tiempo. Los paramédicos la dejaron esperando, quienes se negaron a derribar su puerta hasta que llegó la policía»[2].

Como director de la película esta vez se escogió al muy interesante John Hough. Nacido en Londres en 1941, con veinte años comenzó a trabajar en tareas ocasionales que le surgían en los platós de rodaje televisivos. Finalmente, consiguió un puesto fijo como ayudante de dirección en la mítica Los vengadores (The Avengers, 1961-1969), el año del debut de la serie, y dirigió su primer episodio de la misma en 1968. Su iniciación en el cine fue con el interesante thriller Testigo ocular (Eyewitness, 1970) y después pasó de inmediato a realizar la presente película. Simultaneó con televisión la dirección de determinados filmes de culto dentro del género fantástico, así la excepcional La leyenda de la mansión del infierno (The Legend of Hell House, 1973), y para Disney rodó el agradable díptico formado por La montaña embrujada (Escape to Witch Mountain, 1975) y Return from Witch Mountain [tv/vd/dvd: Los pequeños extraterrestres, 1978], así como la insólita The Watcher in the Woods [tv/vd: Los ojos del bosque, 1980]. Añadamos también la curiosa Incubus [tv/vd: El íncubo, 1982], la simpática Biggles: El viajero del tiempo (Biggles, 1986), Pueblo maldito (Howling IV: The Original Nightmare, 1988), tal vez la mejor de las secuelas de la saga Aullidos, rodada directamente para vídeo, y la peculiar Escóndete y tiembla (American Gothic, 1987).

Para Drácula y las mellizas (Twins of Evil, 1971) se intentó contar, una vez más, con Ingrid Pitt para hacer de Mircalla, pero de nuevo se negó, siendo sustituida por Katya Wyeth, una modelo alemana que repetiría con la Hammer en Las manos del destripador, y también apareció en el clásico de culto Burke & Hare (Vernon Sewell, 1971), así como en La naranja mecánica (A Clockwork Orange, Stanley Kubrick, 1971). Las gemelas, dado que su inglés no era muy fluido, fueron dobladas en el film. Por lo demás, durante el rodaje nadie era capaz de identificar una frente a la otra, ni siquiera el maquillador George Blackler. En este sentido, Madeline declararía: «La situación se resolvió tan pronto como me colocaron los colmillos»[3].

La música corrió a cargo de Harry Robinson, que ya había hecho la de The Vampire Lovers, «con una banda sonora tipo pastiche al estilo de los spaghetti westerns de Ennio Morricone», en palabras de Dennis Meikle[4], y no podemos sino darle la razón, en especial durante la escena de créditos o las de las cabalgadas de los puritanos.

Es sorprendente que la crítica, esta vez, se mostrara bastante positiva con los resultados. Los Angeles Times (25 de agosto de 1972) refirió: «Entre las películas de terror más sofisticadas jamás producidas por Hammer Films, se distingue por un guion excepcionalmente bien escrito, una atmósfera de época detallada con riqueza y gráciles movimientos de cámara». Today’s Cinema (1 de octubre de 1971), por su parte, apuntó: «Es la historia construida del modo más plausible de la mayoría de su estilo». Y el New York Times comentó: «Da notoriedad al equipo de esta película Hammer por proporcionar variación a los temas estándares del terror»[5].

Peter Cushing había vuelto a la Hammer con esta película. Había abandonado antes de que se iniciara el rodaje de Lust for a Vampire debido a la enfermedad de su esposa. Aceptó trabajar en Sangre en la tumba de la momia (Blood from the Mummy’s Tomb, Seth Holt, Michael Carreras, 1971), pero tras rodar varios días su mujer falleció y dejó el film, siendo reemplazado por Andrew Keir. Aquí, al fin, tras soportar el luto, regresó al trabajo. En palabras de Dennis Meikle: «El actor había estado inconsolable; podía estallar en lágrimas en compañía de sus amigos y colegas y, según propia confesión, contempló activamente el suicidio»[6]. Tal vez debido a su estado de ánimo aplica a su papel ese aire torturado e intransigente a su personaje de cazador de brujas. En todo caso, está extraordinario.

Cuando se decidió que Peter Cushing participara en el proyecto, los planes tomaron un rumbo rápido. Gates escribió el guion con la idea de que «era una película sobre el personaje de Peter Cushing y las gemelas… que eran una parte coincidente pero necesaria para la fórmula»[7]. En un principio, la idea era que Cushing interpretara a un vengativo conde Karnstein, pero Gates optó por convertirlo en el puritano represor. En el documental que se incluye como extra a la edición de Synapse se refiere que esta película vendría a ser una precuela de The Vampire Lovers. Para el papel de las gemelas, en principio se pensó en Kate O’Mara, pero cuando no se encontró ninguna actriz que se le pareciera lo suficiente, fue rechazada, pese a la insistencia de ella de que podía hacer los dos papeles ―sin duda, la Hammer no se veía con fuerzas técnicas para realizar ese trucaje―. Las Collinson hicieron una audición junto a una docena más de gemelas, lo cual se contradice, por tanto, con la declaración de Harry Fine de que la película se concibió a partir de ellas, y con la que inaugurábamos este texto.

El film incluía una escena en la cual una de las gemelas se presenta en casa ante su tío, mientras que, simultáneamente, él está fuera quemando a la otra. Como había fallo de continuidad, ese breve plano fue eliminado, aunque se añadió en un pase televisivo ―suponemos que en Estados Unidos o el Reino Unido― en la década de 1980. Pero hay otros detalles de fallos de continuidad que sí permanecen en la película. Al inicio del filme aparece una víctima desangrada por algún vampiro, pero es más tarde cuando, tras la invocación a Mircalla, el conde Karnstein se convierte en un no muerto; antes no había vampiro alguno en la región. Hablando de Mircalla, esta aparece para transformar al noble y después, directamente, desaparece de la película, sin que se sepa nada más de ella. Y tras convertir el conde a Frieda (Madeleine Collinson), las señales del mordisco han desaparecido por ensalmo cuando, en la escena siguiente, ella habla con su hermana.

Con todo, la película ofrece un guion interesante, donde se contrapone un tipo de mal, el sobrenatural, a otro tipo, el de la intolerancia, la sinrazón y el fanatismo. Se critican los beneficios de los que goza la nobleza, algo, por otra parte, bastante habitual en las películas de la Hammer. Y también se nos muestra a una turba de machos enfurecidos quemando vivas a mujeres que lo único que hacen es ejercer su derecho a yacer con quienes deseen.

Es curioso que Anton, el único personaje masculino del film que se muestra con un perfil positivo, al criticar los actos salvajes de los puritanos ―pero sin atreverse a hacer nada durante gran parte del tiempo―, sea un profesor de música que, sin embargo, deba hacer alarde de su masculinidad participando en crueles actos de cacería, masacrando jabalíes. Prosiguiendo con Anton, hay un detalle curioso a destacar: nada más entrar en una habitación donde están las gemelas, él solo se fija en Frieda, y el resto del plano se enturbia con un filtro en el objetivo, creando un efecto muy interesante. Y hasta un personaje refiere que él parece ser capaz de distinguir a ambas gemelas. Sin embargo, cuando va en busca de Maria (Mary Collinson), y en su lugar está Frieda, no percibe la suplantación hasta que detecta que esta no se refleja en el espejo.

Frente a todos los elementos referidos sobre los hombres del lugar, la mujer debe sufrir en silencio los acatos del marido. La relación entre el cruel Gustav y su esposa Katy (Kathleen Byron) es muy significativa al respecto, con ella protegiendo a las gemelas e intentando en todo momento no despertar el furor de su intransigente marido, siempre amargado y reparando lo malo en los demás, y que se considera a sí mismo una buena persona.

El mal, en abstracto, domina pues el filme, con dos bandos enfrentados que no se diferencian mucho. En el castillo habita el conde Karnstein, un diletante aburrido que se divierte con el libertinaje, pero que decidirá tentar algo más peligroso, jugando a las misas negras. Para ello, se hace valer de un curioso individuo, Dietrich[8], que le trae a un grupo de espantajos que celebran una supuesta misa negra. El conde despide furibundo a los oficiantes y sigue él mismo, sacrificando a una chica en un altar, dándose la casualidad de que en realidad es un sepulcro, en cuyo interior yacen los restos de Mircalla, que resucitará con la sangre que se filtra por las rendijas. El plano de la vampira arrastrándose hacia el conde y cubierta por el sudario es uno de los muchos planos visualmente impactantes que crea John Hough. En esa misma escena cabe resaltar una estatua de Baphomet, siempre con una luz sobrenatural iluminándola.

Las gemelas ―y no mellizas, como declara el errado título español[9]― representan también dos caras de una misma moneda, dos ejemplos de mujer, una liberada e independiente y la otra sumisa y complaciente. Al final, la moralidad del film se inclina a que una se alíe con el mal y la otra con el bien. Esa oposición se dará también en el enfrentamiento intelectual que se establece entre Weil y Karnstein, dos personajes que se desafían entre sí pero que, en realidad, están más cerca el uno del otro de lo que ambos se imaginan.

Los vampiros de este film, como en los previos de la trilogía, pueden salir a la luz del día, y de nuevo se hace mención a que el fuego nada hace contra ellos. «No sentimos dolor, solo nos derretimos y migramos a otro cuerpo», dice el conde Karnstein. Así pues, únicamente son útiles las tradicionales técnicas de la estaca y la decapitación. Y las víctimas parecen tener dos destinos: si se las desangra del todo, simplemente mueren; y si se las muerde, y la víctima así lo desea, también se transforma en un no muerto. Por cierto que, cuando al final muere el conde, su desintegración es absoluta, trocando en una calavera, cuando solo llevaba unas semanas convertido en vampiro.

Respecto al lesbianismo del original de Le Fanu, aquí solo permanece un tímido titubeo, y es cuando Frieda va a morder a Gerta (Luan Peters), la compañera del conde; durante un breve instante parece tentada a besarla en los labios, pero luego decide ser más práctica y le muerde un pecho. Según parece, poco antes Michael Carreras se hizo una sesión privada de las últimas producciones Hammer, incluidas The Vampire Lovers y Lust for a Vampire, y quedó horrorizado con «la gran cantidad de desnudos y sexo lésbico softcore»[10]. Así pues, optó por regresar al tono habitual del cine de la Hammer (aunque en dos momentos se vislumbran ligeramente sendos pubis femeninos). Siguiendo con el factor erótico, cabe referir que en la escena de amor entre el conde Karnstein y Mircalla, resulta muy risible, visto hoy día, el momento en que ella masturba una vela, pero en su día puede que fuera muy anonadador.

John Hough ―que fue sugerido a la Hammer por el agente de Peter Cushing, John Redway― filma con una inusitada elegancia la película, donde solo chirrían los planos del castillo Karnstein rodados con teleobjetivo, y que aportan fealdad a un film que, por lo demás, luce una fotografía extraordinaria, debida a Dick Bush, un habitual de la casa, y que también trabajaría en diversas ocasiones con Ken Russell y Blake Edwards.

El reparto, en esta ocasión, sube niveles con respecto al film previo. Solo por ver a Peter Cushing merece ya la pena, pero los demás intérpretes también están a un muy buen nivel, destacando, por supuesto, el inmenso Dennis Price, pese a que encarne una vez más al borracho atolondrado de la última etapa de su carrera, así como Kathleen Byron[11], que es la tía de las gemelas, e incluso Damien Thomas y las hermanas se muestran bastante convincentes, destacando de estas Madeleine, que disfruta del personaje más apetecible. David Warbeck, como el galán de la película, sin embargo, no alcanza los mínimos exigibles.

 

Anecdotario

  • Títulos de rodaje: Twins of Dracula / The Gemini Twins.
  • Título en Argentina: Las hijas de Drácula. Título en México: Las mellizas del diablo.
  • El rodaje comenzó el 24 de marzo y finalizó el 8 de mayo de 1971, con parte de los decorados creados para Countess Dracula y El circo de los vampiros.
  • El veterano de los efectos especiales Bert Luxford empleó primero carne de cerdo enlatada, luego un tuétano y finalmente recurrió al uso de una gran salchicha alemana para simular la decapitación de Frieda en el clímax de la película.
  • El músico y director de cine Rob Zombie, junto a Marilyn Manson, suele celebrar una gira de conciertos bajo el nombre de Twins of Evil Tour.

  • En 2012 la película recibió un homenaje en Making-of The Flesh and the Fury: X-Posing TWINS OF EVIL; el director Daniel Griffith realizó entrevistas a los actores supervivientes y a los expertos Joe Dante y Tim Lucas, y el documental resultante, de 84 minutos, fue lanzado en 2014 como un extra en la versión Blu-ray de la película en Alemania.
  • Existe una novelización de la película, publicada por Arrow Publishing/Hammer/Random House Group en 2011, y escrita por el curioso Shaun Hutson, con una introducción de John Hough.
  • Tuvo una adaptación en cómic en la revista House of Hammer (vol. 1, nº 7, enero-febrero de 1977), dibujada por el barcelonés Blas Gallego y con guion de Chris Lowder; ese ejemplar tuvo portada centrada en el film, obra de Brian Lewis.
  • La versión que se estrenó en el Reino Unido estaba censurada por la dichosa BBFC, eliminando un plano de Gerta yaciendo con el conde, así como, en la escena del sacrificio, el cuerpo embadurnado de sangre de la inmolada. Posteriores ediciones en vídeo y DVD, como la restauración de Carlton (y que es de la que tira la publicación española de Filmax) contienen esa censura, y parece que esos planos no perviven. La versión inglesa en combo de DVD y Blu-ray por parte de Synapse, sin embargo, incluye como extra ―pero solo en el Blu-ray― otra escena, de la clase de música cuando Peter Cushing irrumpe furiosamente, viéndose más momentos de la lección con la canción que las alumnas le han pedido al profesor.
  • La película se estrenó en programa doble con Las manos del destripador (1971).

  • Última entrega de la trilogía Karnstein por parte de la Hammer. Le preceden The Vampire Lovers [vd: Las amantes vampiros; tv: Las amantes vampiras / Vampiros enamorados; dvd: Las amantes del vampiro, Roy Ward Baker, 1970] y Lust for a Vampire [tv/vd/dvd: Lujuria para un vampiro, Jimmy Sangster, 1971].
  • Estrenada en el Reino Unido el 29 de septiembre de 1971. En España, insólitamente, gozó de estreno el 17 de octubre de 1972, entrando, eso sí, en los circuitos de cine de barrio, en algunos casos en solitario y en otros en programa doble con el wéstern Villa cabalga (Villa Rides, Buzz Kulik, 1968). De forma un tanto curiosa, la censura permitió el visionado de determinados desnudos, pero otros fueron excluidos. 

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: ***½

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

 

[1] Otra de esas fantasías es la hammeriana Madeline Smith. El protagonista, Christopher Matthews, es uno de los intérpretes de Las cicatrices de Drácula, por cierto.

[2] En la noticia de su deceso en el Times of Malta (https://timesofmalta.com/articles/view/Ex-Playboy-Bunny-dies-after-blackout-stopped-ventilator.537345).

[3] En la revista Today’s Cinema (30 de marzo de 1971), y reproducido en JOHNSON, Tom; DEL VECCHIO, Deborah: Hammer Films: An Exhaustive Filmography. Jefferson (Carolina del Norte): McFarland & Co., 2012.

[4] En MEIKLE, Denis: A History of Horrors: The Rise and Fall of the House of Hammer. Lanham (Maryland): Scarecrow Press, 2001; pág. 189.

[5] Todas citadas en el libro Hammer Films Exhaustive Filmography (op. cit.).

[6] MEIKLE, Denis: A History of Horrors: The Rise and Fall of the House of Hammer. Lanham (Maryland): Scarecrow Press, 2001; pág. 196.

[7] Según Wayne Kinsey en Hammer Films — The Elstree Studios Years, y citado en la review de la edición de Synapse (https://medium.com/cathode-ray-tube/twins-of-evil-synapse-dvd-and-blu-ray-edition-review-a197105d9acc).

[8] Encarnado por el excelente Dennis Price. Según Damien Thomas, se hallaba enfermo durante el rodaje y sufría de terribles dolores en todo momento. Moriría dos años después, en 1973, a los cincuenta y ocho años de edad, a consecuencia de una insuficiencia cardíaca resultante de una fractura de cadera.

[9] Además, la alusión a Drácula en el título español no es exclusiva en nuestro país, y otros más jugaron con ese erróneo emparejamiento, así en Brasil, Dinamarca, Finlandia, Francia, Grecia, Italia, Japón, México, Noruega, Portugal, Suecia y Alemania, que sepamos.

[10] Según refiere David Pirie en su libro The New Heritage of Horror, y citado en la review de la edición de Synapse (op. cit.).

[11] Uno de sus papeles míticos fue el de la monja enloquecida en la sublime Narciso negro (Black Narcissus, Michael Powell, Emeric Pressburger, 1947).