La doctora Winslow acude a una casa de campo a visitar a una amiga, la señora Hudson, cuando un leve temblor de tierra les hace descubrir una cámara secreta en el sótano, en el cual hay un extraño recipiente de metal que contiene a un hombre congelado, quien al despertar confesará ser Sherlock Holmes.
Dirección: Kenneth Johnson. Producción: Kenneth Johnson Productions, Paragon Entertainment para CBS. Productores delegados: Daniel Grodnik, Kenneth Johnson, Jon Slan. Productores asociados: Susan Lee Appling, Ron French. Guion: Kenneth Johnson, según el personaje de Arthur Conan Doyle. Fotografía: Ken Orieux. Música: James Di Pasquale. Montaje: David Strohmaier. Diseño de producción: Richard Hudolin. Intérpretes: Anthony Higgins (Sherlock Holmes), Debrah Farentino (dra. Amy Winslow), Mark Adair-Rios (Zapper), Ken Pogue (James Moriarty Booth), Eli Gabay (teniente Ortega), Jerry Wasserman (teniente Civita), Kerry Sandomirsky (Mrs. Ortega), John Wardlow (anciano Moriarty), Devon Sawa (joven Booth), Daniel Chambers (Mr. Hudson), Tish Heaven (joven Mrs. Hudson), Norman Armour (padre Moriarty), Tom Cavanagh, Ken Camroux-Taylor, Alvin Sanders, Scott Nicholson, Lee Sollenberger… Nacionalidad y año: Estados Unidos 1993. Duración y datos técnicos: 96 min. – color – 1.33:1 – 35 mm.
Kenneth Johnson es famoso, ante todo, por ser creador de V, la famosa mini-serie sobre los lagartos extraterrestres, de la cual él mismo haría una secuela también a modo de mini-serie y que luego, ya sin él, dispondría de una serie regular de una sola temporada. También es continuador de una sucesión de franquicias, como Alien nación, de la cual realizó una serie a partir de un largometraje cinematográfico ajeno, y dirigió para la pantalla grande Cortocircuito II, secuela del previo éxito comercial de John Badham. De igual modo, fue el encargado de llevar a la televisión al famoso personaje de los cómics Marvel El increíble Hulk. Un individuo sorprendente, cierto es. Aquí dirige un telefilm, con todo el aspecto de ser el intento de suponer el piloto para una serie televisiva que, obviamente, no tuvo lugar, centrado en el afamado Sherlock Holmes, pero ambientado en la época actual.
Para traer a nuestros tiempos a la creación de Conan Doyle (a quien en los diálogos mencionará Holmes erróneamente como un escritor irlandés, cuando era escocés, y que ficcionó sus casos reales), Johnson se sirve de un elemento de ciencia ficción, no ya en la actualidad, sino en el propio 1899, época en la cual Holmes, encubierto bajo el nombre de capitán Basil (un homenaje más al famoso actor Basil Rathbone), coloca en el sótano de la mansión un ingenio a modo de cámara criogénica para dormir congelado hasta ser despertado en el año 2000, si bien un temblor de tierra provoca que despierte en 1994. La idea de provocarse ese trance se la proporciona el escritor H. G. Wells, cuya novela La máquina del tiempo inspira en Holmes el interés de conocer la época futura.
Esa alusión a Wells, indefectiblemente, conduce a pensar en la película Los pasajeros del tiempo (Time After Time, 1979), de Nicholas Meyer —famoso escritor sherlockiano, por cierto—, en la que el propio Wells viaja en el tiempo hasta aparecer en la época actual en San Francisco, la misma ciudad que verá aquí el retorno de Holmes. Éste se alojará en casa de la doctora Winslow, sita en el 1994 de Baker Street, y procederá a investigar un caso iniciado por la misteriosa muerte de un hombre atacado en plena calle por un tigre, y en el que estará involucrado un descendiente de Moriarty.
El telefilm, obvio es, ofrece un tono ligero, y representa un divertimento sencillo para contemplar en televisión, sin más pretensiones. Y, una vez admitidas las reglas del juego, aceptadas esas limitaciones en suma, el resultado tampoco es tan deleznable como podría parecer. Kenneth Johnson se centra, en particular, en hacer que Holmes suelte sus clásicos razonamientos que dejan atónitos a los demás, y ciertamente, en el contexto, funcionan. Envuelve todo ello en una intriga policial muy propia de las series del género de la época, aunque el carisma de los personajes protagonistas permite seguir el juego con cierta delectación.
El inglés Anthony Higgins —quien ya apareció en El secreto de la pirámide (Young Sherlock Holmes, 1985) en el papel de profesor Rathe, que luego devendría en Moriarty, y también asomaría en la mítica serie Los rivales de Sherlock Holmes (The Rivals of Sherlock Holmes; 1971-1973) en un cometido menor— encarna con convicción al rey de los detectives, con un punto de sobreactuación justificado por el tono algo burlón y cómico del proyecto, y la hermosa Debrah Farentino supone un sobrio contrapunto al personaje, demostrando su ductilidad como actriz, pese a la escasa suerte en su carrera. Johnson dirige el conjunto con la sencillez y funcionalidad propias de un telefilm de la época, y el conjunto resalta, pues, por el campechano contraste que se establece entre el personaje y su entorno, amén de la trama ligera que adorna la función. No se trata, pues, de una sólida aportación del mito, ni siquiera una apreciable, pero dentro de su contexto, se deja ver con simpatía.
Anécdotas
- Otro título alternativo: Sherlock Holmes Returns! In The Adventure of the Tiger’s Revenge.
- En los premios Edgar Allan Poe correspondientes al año 1994 fue nominado en la categoría de mejor telefilm o miniserie.
- Rodada entre enero y febrero de 1993.
- Para el papel de Amy Winslow estaba prevista Kim Delaney, pero Debrah Farentino tenía un trato con la cadena, por lo que fue elegida para el papel.
- En los créditos figura el siguiente rótulo: «Aparición de Sherlock Holmes en esta producción por acuerdo con Dame Jean Conan Doyle».
- No confundir con el telefilm El regreso de Sherlock Holmes (The Return of Sherlock Holmes, 1987), de Kevin Connor, con Michael Pennington como Sherlock Holmes y Margaret Colin como Jane Watson, que aparte de la coincidencia del título tiene un punto de partida muy similar. En algunas fuentes el de Johnson figura como un remake del de Connor, pero las coincidencias tampoco son las suficientes para calificarlo como tal.
- Exhibido originalmente en la televisión norteamericana el 12 de septiembre de 1993.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: **
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra