Una pareja de novios es secuestrada, retenida en un sótano y obligada a realizar determinados actos.
Dirección: Gabriel Carrer. Producción: Bleeding Apple, Black Fawn Films, MKD Cinema. Productores: Chad Archibald, Gabriel Carrer, Dave McLeod. Productor asociado: Nathan Hawkins. Guion: Angus McLellan. Fotografía: Claudio Manni. Música: Steve MacDougall. Montaje: Gabriel Carrer. Diseño de producción: Vincent Moskowec. FX: Mitchell Stacey (efectos de maquillaje). Intérpretes: Lindsay Smith (Heather), Ryan Kotack (Steven), Henry Rollins (la voz), Ry Barrett (Mr. Arm), Tate Yap, Tristen Yap, John Cross, Susan Rice… Nacionalidad y año: Canadá 2012. Duración y datos técnicos: 89 min. color 2.35:1.
Una pareja de novios es secuestrada, retenida en un sótano y obligada a realizar actos absurdos. Eso es todo lo que ofrece esta mediocre producción canadiense, realizada por Gabriel Carrer en su tercer largo, tras If a Tree Falls (2010) y Kill (2011); después ha efectuado The Demolisher (2015) y For the Sake of Vicious (2020), la segunda codirigida con Reese Eveneshen. El guionista, Angus McLellan, debuta aquí en esa especialidad, tras colaborar con Carrer en variados cometidos, y después escribió la citada The Demolisher. No puede decirse que ambos tengan aquí mucho que contar.
La acción arranca en verano de 1988. No es que eso aporte mucho. Durante los créditos vemos a la pareja divertirse en un parque de atracciones, después es atacada y al fin encerrada en el sótano. Tiempo insuficiente para conocerlos y sentir afinidad hacia el dúo. Se supone que esta surgirá a lo largo del metraje, cuando veamos las humillaciones a las que irán siendo sometidos, pero el perfil psicológico que se expone de ellos no es suficiente para lograr esa identificación, y sencillamente nos da lo mismo lo que les suceda. De hecho, estamos deseando que los maten de una vez para finalizar la tortura a la que se somete, no a los personajes, sino al espectador.
En teoría lo que se presenta es un claustrofóbico ejercicio de suspense/terror, pero ni guionista ni director logran articular un discurso que nos promueva una angustia, un vínculo emocional. Todo es plano, manido, obvio, tal como la luz que entra por el ventanuco que hay en ese sótano, que ni es lóbrego ni nada. Durante minutos interminables, el secuestrador les someterá a pruebas absurdas y arbitrarias que nada aportan a la tensión, sino que inducen la incredulidad ante la simpleza expositiva del conjunto. Además, el guionista cae en el maniqueísmo de hacer alusiones al aborto y a, literalmente, «los pobres negritos que mueren en África», para conferir un hipotético poso moral al conjunto.
Igual idea fue expuesta con anterioridad en el episodio «Grito silencioso« («The Silent Scream», 1980) de la serie La casa del terror (Hammer House of Horror), dirigido por Alan Gibson y protagonizado por Peter Cushing, con más potencia, tensión y, sobre todo, en solo cincuenta minutos.
Anécdotas
- En el Blood in the Snow Canadian Film Festival, en 2012, fue premiada en las categorías de mejor película, director, guion, actriz y actor.
- El rodaje tuvo lugar en la localidad de Guelph, en Ontario.
- Estrenada en Canadá el 8 de octubre de 2013, directamente en DVD, tras su pase por diversos festivales. En España también ha pasado por varios festivales.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: *
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra