Arthur Pimm es ayudante del director de un museo, al que ha llegado una extraña estatua procedente de Checoslovaquia, y construida al parecer en 1550. Al poco, el director aparece muerto junto a la estatua y, cuando el hecho se repite con un electricista, Pimm comienza a sospechar que hay algo sobrenatural en torno a la efigie, que descubre que es un Golem…

Dirección: Herbert J. Leder. Producción: Gold Star Films Ltd., Seven Arts Pictures. Productor: Herbert J. Leder. Productor asociado: Tom Sachs. Productor delegado: Robert Goldstein. Guion: Herbert J. Leder. Fotografía: Davis Boulton. Música: Carlo Martelli, Philip Martell. Montaje: Tom Simpson. Dirección artística: Scott MacGregor. Intérpretes: Roddy McDowall (Arthur Pimm), Jill Haworth (Ellen Grove), Paul Maxwell (Jim Perkins), Aubrey Richards (profesor Weal), Ernest Clark (Harold Grove), Oliver Johnston (Trimingham), Noel Trevarthen (inspector White), Ian McCulloch (detective Wayne), Richard Goolden (rabino anciano), Dorothy Frere (Miss Swanson), Tom Chatto, Steve Kirby, Russell Napier, Frank Sieman, Brian Haines, Mark Burns, Raymond Adamson, Lindsay Campbell, John Baker, Alan Seller… Nacionalidad y año: Reino Unido, Estados Unidos 1967. Duración y datos técnicos: 96 min. color 1.85:1.

 

El director Herbert J. Leder (1922-1983) es prácticamente desconocido en España, donde solo se ha estrenado una película suya, su debut, el thriller Kansas busca a un asesino (Pretty Boy Floyd, 1960). En todo caso, su carrera se circunscribe únicamente a siete películas, una de ellas un curioso corto educativo sobre la pederastia, The Child Molester (1964). De su filmografía son más conocidas (vía libros de referencia) dos películas fantásticas, la presente y una anterior, The Frozen Dead (1966), con Dana Andrews, sobre nazis congelados y revividos. Su última película, además, fue Doomsday Machine (1972), comenzada a rodar en 1967, y retomada sucesivamente a medida que los productores conseguían dinero; por ella pasaron él como director (sin acreditar) además de Harry Hope y Lee Sholem, y la trama se centra en una máquina del Juicio Final que construye la China Roja.

       

Sobre la presente, Leder declaró que intentó emular el estilo de la Hammer, por lo cual el trabajo visual y los efectos sonoros están desarrollados en ese sentido. Y, ciertamente, por sus imágenes podría recordar a una película de esa productora, de aquella época y ambientada en aquel entonces, como acaso podría ser The Witches [tv/dvd: Las brujas, 1966], de Cyril Frankel, pese al cambio de ambientación de ambas (el film de Frankel se sitúa en una población rural, mientras que éste lo hace en Londres). Además, y lo más llamativo de la cinta, es esa peculiar trama, retomando el mito del Golem y ubicándolo en la actualidad.

En la mitología judía un golem es un ser animado fabricado a partir de materia inanimada, como barro, arcilla o un material similar. El relato folclórico más famoso relativo al golem involucra al rabbi Judah Loew, un conocido rabino del siglo XVI. Sin embargo, el golem habría sido creado en varias ocasiones y por diversos rabinos ilustres a lo largo de toda la Edad Media. Es famosa la novela escrita por Gustav Meyrink El Golem (Der Golem, 1914), así como las diversas películas mudas expresionistas que se rodaron en la Alemania de aquellos años, de las que solo sobrevive El Golem (Der Golem: wie er in die Welt kam, 1920), de Paul Wegener y Carl Böse. Precisamente esta película es citada en un momento de este film.

Cabe destacar ante todo un par de errores de bulto, como el que, por dos veces, se refiera que el Golem tiene sobre su superficie grabadas unas palabras en hebreo; cuando al fin las vemos se trata de jeroglíficos egipcios. Además, antes de que Pimm descubra que se trata de un Golem, las noticias en la prensa ya lo identifican como tal.

No cabe duda, como ya he referido, que lo más curioso del film es su temática. Amén de esto, el protagonista tiene en su casa a su madre momificada, al igual que hacía Norman Bates. Y, realmente, este elemento poco aporta a la trama, salvo inflarla un poco, meter dos golpes de efecto, y explicar al espectador, con rapidez y a las claras, que el personaje no está muy en sus cabales…

Por lo demás, la cinta ofrece una insuficiente trama que se desarrolla de un modo rutinario. Esto, en lo que respecta al Leder guionista. Como director exhibe unas facultades menos destacadas aún, careciendo el film de tensión alguna, fuerza descriptiva, algo que haga sobresalir los resultados por encima de la rutina. El clímax del film está más cercano a una historieta de ciencia ficción de Atlas Comics de los cincuenta que a todo lo que precede, y pese a la simpatía que nos pudiera despertar en un inicio, el desequilibrio evidente de todo el conjunto hace naufragar esta cinta.

Solamente hay un par de elementos que destacan positivamente por encima del conjunto. El primero, por supuesto, es la interpretación de Roddy McDowall, adecuadamente pasada de rosca, como cuando suelta carcajadas como un villano de la Marvel. A resaltar el nombre de su personaje, Arthur Pimm, que recuerda a Arthur Gordon Pym, el protagonista de la única novela de Edgar Allan Poe; curiosamente, todo el mundo le llama por el apellido, incluida su semi-novia. El otro elemento positivo es la excelente fotografía debida a Davis Boulton, quien ya trabajó para Leder en la citada The Frozen Dead, pero también fue responsable del revolucionario trabajo en ese sentido que realizó para The Haunting – La casa encantada (The Haunting, 1963), de Robert Wise, así como de las imágenes de Children of the Damned [tv/dvd: Los hijos de los malditos, 1963], de Anton J. Leader.

Anécdotas

  • Título en México: La estatua viviente.
  • Aunque rodada en color, en Estados Unidos se estrenó en blanco y negro.
  • Roddy McDowall aparece en los créditos como “Roddy MacDowall”.
  • Debut fílmico de Ian McCulloch, después “estrella” en films italianos como Zombi holocausto.
  • Estrenada en el Reino Unido en julio de 1967; en Estados Unidos se estrenó el 15 de noviembre de ese año. En España jamás se ha visto.

 

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: *

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra