En el suroeste de Estados Unidos hay una plaga de conejos. Un ranchero busca un método científico para eliminarlos, y contacta con un amigo que, a su vez, comunica el hecho a un matrimonio investigador. Estos intentan crear una mutación estéril, pero la hija de ambos, encaprichada de uno de los conejos con que experimentan, lo cambia de jaula. Finalmente, el animal escapa y se mezcla con los de la zona afectada, creando una mutación que provocará conejos gigantes y asesinos.

Dirección: William F. Claxton. Producción: A.C. Lyles Productions para Metro-Goldwyn-Mayer. Productor: A. C. Lyles. Guion: Don Holliday, Gene R. Kearney, según la novela The Year of the Angry Rabbit de Russell Braddon. Fotografía: Ted Voigtlander. Música: Jimmie Haskell. Montaje: John McSweeney Jr. Diseño de producción: Stan Jolley. FX: The Howard Anderson Company. Entrenadores de animales: Lee Sollenberger (conejos), Lou Schumacher, Henry Cowl (otros animales). Intérpretes: Stuart Whitman (Roy Bennett), Janet Leigh (Gerry Bennett), Rory Calhoun (Cole Hillman), DeForest Kelley (Elgin Clark), Paul Fix (sheriff Cody), Melanie Fullerton (Amanda Bennett), Chris Morrell (Jackie Hillman), Chuck Hayward (Jud), Henry Wills (Frank), Francesca Jarvis (Mildred), William Elliott (Dr. Leopold), Bob Hardy (profesor Dirkson), Richard Jacome (comisario Jason), Inez Perez (gobernanta), Roy Gaintner (Walker), Evans Thornton (alcalde White), I. Stanford Jolley, Robert Gooden, Walter Kelley, Frank Kennedy, Don Starr, Peter O’Crotty, Phillip Avenetti, Russell Morrell, Donna Gelgur, Steve DeFrance, Sherry Hummer, Rick Hummer, Jerry Dunphy… Nacionalidad y año: Estados Unidos 1972. Duración y datos técnicos: 92 min. – Metrocolor – 1.85:1 – 35 mm.

Por lo general, el cine de terror suele buscar elementos para asustar que, en la vida cotidiana, inspiren ternura, y jugar de ese modo con el contraste, habitualmente con muy buenos resultados: niños, muñecos… Los conejos, por supuesto, tampoco son un elemento terrorífico, pero imaginárselos atacando a la gente suele tender a la guasa; los componentes del grupo Monthy Python lo sabían muy bien, creando con ello uno de los mejores gags de Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores (Monty Python and the Holy Grail, 1975), de Terry Gilliam y Terry Jones.

La presente película, ciertamente, es rarita… Su productor es Andrew Craddock Lyles (1918-2013). En 1964 produjo La ley de los sin ley (Law of the Lawless), barato wéstern dirigido por William F. Claxton, el mismo de la presente; cuando fue un gran éxito, Paramount le preguntó que cuántos podría hacer al año… Así comenzó un atractivo ciclo de películas del Oeste, muy denostadas por lo general, con el denominador común de estar protagonizadas por estrellas del género de serie B ya caducas: Dale Robertson, Barry Sullivan, Scott Brady, Rory Calhoun, Dana Andrews… Eran películas pequeñitas y efectivas, con presupuestos muy ajustados y que reflexionaban sobre el propio género, ayudadas por lo que representaban para él esas estrellas tan identificativas.

Por eso, ver al maestro del wéstern de la serie B al mando de una película como esta, choca un tanto. Respecto al director, como se dijo, Claxton fue el creador de aquel éxito, y repitió con Lyle en otra ocasión para el mismo con Stage to Thunder Rock [tv: Diligencia a Thunder Rock, 1964]. William F. Claxton (1914-1996) trabajó sobre todo en televisión, haciendo muchas series del Oeste, como Yancy Derringer (1958-1959), El hombre del rifle (The Rifleman; 1958-1963), El gran Chaparral (The High Chaparral; 1967-1971), Bonanza (Bonanza; 1959-1973)… Es decir, algo muy alejado del cine de terror. Para más inri, otra de las series en las que más trabajó (68 episodios) fue La casa de la pradera (Little House on the Prairie; 1974-1983), con lo cual tomarlo en serio resulta algo difícil. En contraste, para justificar un tanto verlo al mando del presente producto, informemos que también dirigió cuatro episodios de la fantástica (en todos los sentidos) Dimensión desconocida (The Twilight Zone; 1959-1964), y no precisamente de los peores: «The Last Flight» (1960), «The Jungle» (1961), «The Little People» (1962) y «I Sing the Body Electric» (1962) —y también fue responsable, en La casa de la pradera, del mítico episodio «El hombre lobo de Walnut Grove» («The Werewolf of Walnut Grove», 1980)—.

En todo caso, la propia película, por sí misma, ha gozado de muy mala fama, y se la considera de lo peorcito. Además, en español, las connotaciones de la palabra «conejo» dan juego a mayor recochineo, por lo cual es difícil que esta película sea valorada medianamente en serio. Reconozcámoslo: La larga noche de la furia (obvio título en español para disimular su temática, y tal vez intentando hacerla pasar por una del Oeste) no es una obra maestra, pero tampoco es el tremendo bodrio que se suele decir por ahí con gran condescendencia (y por parte de mucha gente que da palmas con las orejas con cualquier mediocridad gore).

Lo más llamativo es el excelente reparto que cubre el film, algo que no es de sorprender conociendo a su productor; aquí tenemos a Stuart Whitman, Janet Leigh, Rory Calhoun, DeForest Kelley y Paul Fix: los varones son habituales del género del wéstern, faltaría más, y la bellísima Janet Leigh protagonizó una de las mejores películas de terror de todos los tiempos, Psicosis (Psycho, 1960), de Alfred Hitchcock. Todos se toman su labor con profesionalidad, así como Claxton y todos los implicados en el film.

Como es norma en el cine de Lyle, el presupuesto es bajo, y ello se transmite a la cinta, en especial a unos efectos especiales muy pobres: lo más convincente supone rodar a los conejos corriendo por medio del uso de una leve cámara lenta, para simular mayor peso corporal. Se emplean primerísimos planos y, en unos pocos, hay sobreimpresión con los actores (lo peor de todo, los efectos visuales). En los momentos que debe haber contacto físico, se trata de un actor disfrazado, y se emplean planos muy cortos y cercanos para disimular el hecho. En otros muchos planos se realizan maquetas para hacer desfilar a los conejos por ellas.

El film se ve beneficiado con una sólida fotografía, obra de Ted Voigtlander (habitual en televisión, y usual colaborador de Claxton), que aporta una textura clásica a las imágenes, y que permite apreciar con facilidad lo que acontece incluso en las abundantes escenas nocturnas (si se dispone de una buena copia, claro). Resaltemos una escena muy bien rodada, y con fuerza, como es la de los protagonistas encerrados en el sótano y los roedores asesinos rondando por la casa. En suma y, como se decía: no es una maravilla, pero, desde luego, tampoco un engendro, y supone un simpático entretenimiento.

Anecdotario

  • El título original era Rabbits («Conejos»), pero la MGM lo cambió porque no le sonaba a película de terror, precisamente.
  • Título en Argentina: Una noche escalofriante. Títulos en México: Una noche escalofriante (cines) / La noche de los conejos (vídeo).
  • El título francés, traducido, era «Los roedores del Apocalipsis».
  • Los pósteres de la película no representaban conejo alguno. Se temía que el público no se la tomara en serio.
  • Janet Leigh contó que aceptó hacer la película porque el rodaje tenía lugar muy cerca de su casa, y así podría pasar más tiempo con su familia.
  • Se le sugirió a Janet Leigh que sus dos hijas, Jamie Lee Curtis y Kelly Curtis, en aquel entonces muy jovencitas, aparecieran en la película en papeles pequeñitos, pero ella no aceptó; no quería que formaran parte de una película de terror.
  • Tanto DeForest Kelley como Paul Fix, presentes ambos en este film, fueron oficiales médicos de la USS Enterprise en la serie clásica de Star Trek.
  • Última película de DeForest Kelley que no formara parte de la saga Star Trek.
  • Estrenada en Estados Unidos el 4 de octubre de 1972. En España se estrenó directamente en cines de barrio, y no hay constancia de su fecha de estreno.

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: **

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra