La enfermedad llegó y la especie humana comenzó a sucumbir. Ahora, una familia entierra al abuelo, que ha caído víctima de la plaga. Intentan subsistir en una casa aislada en el bosque, pero la llegada de un desconocido alterará las condiciones…
Dirección: Trey Edward Shults. Producción: Animal Kingdom, A24. Productores: David Kaplan, Andrea Roa. Co-productores: Corey Deckler, Keetin Mayakara. Productor ejecutivo: Joel Edgerton. Productores asociados: Justin R. Chan, Chase Joliet, Wilson Smith. Guion: Trey Edward Shults. Música: Brian McOmber. Fotografía: Drew Daniels. Diseño de producción: Karen Murphy. Montaje: Matthew Hannam, Trey Edward Shults. Efectos especiales: John Bair, Christina Mitrotti (supervisores de efectos visuales). Intérpretes: Joel Edgerton (Paul), Christopher Abbott (Will), Carmen Ejogo (Sarah), Riley Keough (Kim), Kelvin Harrison Jr. (Travis), Griffin Robert Faulkner (Andrew), David Pendleton (Bud), Mikey (Stanley), Chase Joliet (hombre 1º), Mick O’Rourke (hombre 2º). Nacionalidad y año: Estados Unidos 2017. Duración y datos técnicos: 91 min. Color 2.35:1.
Llega de noche (It Comes at Night, 2017) es una película de muy bajo presupuesto: solo cinco millones de dólares. Una cabaña en el bosque, seis actores, un perro y mucha atmósfera. Es la prueba palpable de que se puede hacer cine de género con muy poco dinero. Por supuesto que quien espere mucha acción y explosiones se aburrirá. Pero quien vea el género fantástico como un lugar de experimentación puede encontrar una obra de sumo interés.
La película comienza con la muerte del abuelo, en un primer plano cerrado con el anciano agonizando, y luego trasladado a la fosa cuando aún respira. Sin concesiones. Después, los supervivientes –la madre, el padre y el hijo de diecisiete años– tratan de recuperar la existencia cotidiana. Pero, ¿cuál es esa? Ya no hay nada cotidiano cuando hay que cuidarse que la enfermedad –parecida a la peste– no te ataque y debas vigilar que el resto de supervivientes no intenten hacerse con el pequeño entorno vital en el que subsistes. Poco más. Lo que en otra película apocalíptica sería el telón de fondo, aquí es la base.
Escribe, dirige y monta Trey Edward Shults, en lo que es su segundo largometraje después de la tragicomedia Krishna (2015), puesta de largo esta de su cortometraje homónimo del año anterior. Previamente había efectuado otros dos cortos de carácter dramático, Mother and Son (2010) y Two to One (2011), y después de la presente ofreció el drama Un momento en el tiempo (Waves, 2019). Da la impresión, con esos datos, que lo que le interesa es el carácter dramático de los eventos y las relaciones entre los personajes. Llega de noche se centra de manera pormenorizada en recrear el ambiente en que esos tres personajes intentan sobrevivir, pretendiendo crear un símil de civilización.
Ella y el muchacho son negros, y él es blanco, por lo cual se presupone que ella se casó en segundas nupcias. Pese a ello, el chico llama al marido de su madre “papá”, y se percibe un auténtico afecto entre ambos. Otra familia, formada también por tres personas (padre, madre y un chaval de cinco años) se unirá al grupo, después de unos obvios roces, y parece que todos se integran con facilidad. Sin embargo, pronto los encontronazos comienzan. Tal como en la novela El señor de las moscas (Lord of the Flies, 1954) de William Golding, la circunstancia anómala en que se hallan deja patente el estado embrionario de nuestra educación, y la condición de animal salvaje, que lucha por sobrevivir, se va haciendo patente.
Paralelo a ello, hay algo más que parece rondar el lugar. Una especie de criatura salvaje, un monstruo, o acaso podría ser un grupo superviviente que se ha volcado más aún en la barbarie. O puede que no sea sino la representación simbólica de esa propia barbarie, implícita en todos, y que toma forma explícita. No quedará claro, en todo caso, y de igual modo la parte final tiende a una narración elíptica donde el espectador ha de deducir lo que acontece, debe poner de su parte para rellenar las lagunas que, de forma intencionada, el realizador deja dispersas en la narración.
Todo ello sirve para crear un ambiente extraño, inquietante. Incluso los socorridos sustos de tanta cinta de terror mediocre, que suben el sonido de forma exagerada para alterar al espectador de un modo artificioso, aquí parecen concebidos para mostrar la inquietud de los personajes, para violentar esa aparente cotidianidad. Buena prueba de ello es el momento en que, de noche, Kim está reflexiva en la cocina y aparece de pronto Travis, asustándola. Esto es, una circunstancia usual de pronto se ve turbada, no por acontecimientos externos, sino por un estado de expectativa de quien la experimente –Kim en la película, y nosotros como espectadores–.
Desde el mismo momento del film percibimos que hay algo más que lo que se nos dice. Poco a poco nos vamos enterando de las circunstancias en que están inmersos los personajes. No existe el clásico elemento discursivo que, de un modo u otro, suelte la parrafada para informar al espectador de lo que está pasando. Debes estar atento, escuchar y mirar más allá de lo que se oye y se ve. Una película lenta, elegante que no ofrece todo mascado, y que toma al espectador como un elemento que forma parte de la propia narración, que es quien, en última instancia, decide lo que acontece.
Anécdotas
- Título en Argentina y Chile: Viene de noche.
- Rodada en la localidad de Woodstock, en el estado de Nueva York.
- La pintura que aparece al principio de la película es “El triunfo de la Muerte” (ca. 1562), del pintor flamenco Pieter Brueghel el Viejo.
- Rodada con un presupuesto estimado de cinco millones de dólares.
- Estrenada en Estados Unidos el 9 de junio de 2017; en España se estrenó el 7 de julio.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: ***½
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra