El profesor Montserrat ha inventado una máquina que consigue controlar la mente de la gente. En la calle intercepta a un muchacho, Mike, aburrido y en busca de nuevas emociones, y el científico le propone una nueva experiencia. Sometido al ingenio, tanto el profesor como su esposa son capaces de controlar telepáticamente y a distancia al joven, y sienten sobre su piel lo mismo que él. La mujer, pronto, comienza a excitarse con las emociones de la velocidad, el robo y, finalmente, el asesinato.

Dirección: Michael Reeves. Producción: Toby Tenser Films, Curtwel Productions, Global, Tigon British Film Productions. Productores: Patrick Curtis, Tony Tenser, Michael Reeves. Productor delegado: Arnold L. Miller. Guion: Michael Reeves, Tom Baker, según una idea de John Burke. Fotografía: Stanley A. Long. Música: Paul Ferris. Montaje: Susan Michie, David Woodward, Ralph Sheldon. Dirección artística: Tony Curtis. FX: Geoffrey Rodway (maquillaje). Intérpretes: Boris Karloff (profesor Marcus Monserrat), Catherine Lacey (Estelle Monserrat), Elizabeth Ercy (Nicole), Ian Ogilvy (Mike Roscoe), Victor Henry (Alan), Sally Sheridan (Laura Ladd), Alf Joint (Ron, el mecánico), Meier Tzelniker (panadero judío), Gerald Campion (cliente en tienda china), Susan George (Audrey Woods), Ivor Dean (inspector Matalon), Peter Fraser (detective George), Martin Terry (estanquero), Bill Barnsley (guarda en tienda de pieles), Maureen Booth (bailarina), Toni Daly (cantante), Arnold L. Miller (taxista), Jack Silk (policía)… Nacionalidad y año: Reino Unido 1967. Duración y datos técnicos: 86 min. – Color – 1.85:1 – 35 mm.

 

Michael Reeves (1943-1969) fue un director que se ha convertido en un mito posiblemente por su prematura muerte. Dirigió solo tres películas, The She Beast / La Sorella di Satana [vd: El lago de Satán, 1966], la presente y Witchfinder General [vd/dvd: El inquisidor; vd: El general Witchfinder; dvd: Cuando arden las brujas, 1968]. Tras el rodaje de esta última, comenzó a preparar el film que derivaría en The Oblong Box [tv/vd: La caja oblonga; vd/dvd: El ataúd, Gordon Hessler, 1969], pero tenía problemas para ubicarse dentro de la industria cinematográfica, lo cual le produjo depresión e insomnio, que condujo a tratamiento psiquiátrico. El 11 de febrero de 1969 la mujer de la limpieza se lo encontró muerto cuando el cineasta contaba veinticinco años de edad, y se decretó que había fallecido a consecuencia de una sobredosis accidental de la medicación que tomaba.

Los brujos (The Sorcerers, 1967) fue producida por un montón de pequeñas compañías, Toby Tenser Films[1], Curtwel Productions[2], Global y, la más famosa de todas, Tigon British Film Productions, que produciría gran cantidad de películas del género[3], compitiendo heroicamente con las grandes casas de Gran Bretaña, la Hammer y la Amicus. El guion parece ser que lo escribió John Burke, pero después, entre Reeves y su amigo de la infancia Tom Baker trabajaron sobre él, alterándolo a tal punto que lo firmaron ellos, relegando a Burke como argumentista. A su muerte en 2011, Burke dejó un montón de papeles certificando su autoría, y en 2013 apareció publicado un libro con su guion original, junto a material adicional por parte de Kim Newman, Benjamin Halligan y Tony Earnshaw.

El film se caracteriza por exhibir un presupuesto bajísimo, que se percibe en la fotografía, los escenarios y la planificación, que busca ahorrar lo máximo posible en todos y cada uno de esos aspectos. Reeves hace un uso constante del zoom motivado por esa cuestión, pero también lo emplea a efectos narrativos, como en la escena psicodélica en la cual Ian Ogilvie es hipnotizado, donde el zoom es lanzado adelante y atrás de manera constante para emular el efecto sofrológico (a lo cual se aúna un arcoíris de iluminación y unos molestos efectos de sonido).

La curioso es que, para ser una cinta exploitation, de terror y crímenes, y con una pizca de erotismo, se busca desarrollar psicológicamente más los personajes a como es de costumbre, y las relaciones entre el trío de chavales ―dos amigos y la novia de uno de ellos― no se limitan a mostrarlos charlando tonterías para rellanar metraje, sino que se percibe cierta inquietud existencial dentro del vacío de sus comportamientos. Ian Ogilvie es Mike, que tiene una tienda de antigüedades, y que por la noche va de pub en pub con su novia Nicole (Elizabeth Ercy) y su amigo Alan (Victor Henry[4]), que trabaja en un taller de coches, con un jefe la mar de majo. La naturalidad interpretativa de estos jóvenes actores resulta espontánea y vital y casi parece que nos encontremos con una muestra del free cinema británico de la época, con ciertas incursiones al terror. Mike, como se ha dicho, vive esa rutina, pero busca algo más. Deja a su novia con su amigo y se va solo a dar una vuelta, y es cuando se topa con Boris Karloff y se inicia la tragedia. A partir de ese momento, su cuerpo se convierte en un títere en manos de los ancianos, que viven a través de él.

Si los jóvenes experimentan un vacío existencial, lo mismo puede decirse de los ancianos, que añoran lo que no pudieron disfrutar en su juventud. Al principio, toman el cuerpo del chaval para divertirse un tanto, pero poco a poco, la mujer va desvelando sus frustraciones y, con el acicate de que es el chico el que comete físicamente los delitos, lo induce a ir cada vez más lejos, desvelando una personalidad oculta hasta entonces por las convenciones sociales.

Las maneras narrativas de Reeves son un tanto abruptas, le falta limar elementos, pero el film es mucho más interesante de lo que aparenta en un principio. El guion, por su parte, ofrece lagunas que son pasadas por alto: cuando Mike agrede a Ron, el mecánico, ¿este acaso no presenta denuncia contra él? Además, ante la declaración del taxista que llevó a Mike y a la muchacha aparecida muerta, resulta sorprendente cómo la policía localiza el domicilio del muchacho con tal rapidez. Quién sabe… Quizás si no hubiera perecido tan joven podría haberse convertido en un director de gran valía.

 

Anecdotario

  • Título en Argentina: Los hechiceros.
  • En el festival de cine fantástico de Trieste Catherine Lacey fue premiada por su interpretación.
  • El director artístico Tony Curtis, por supuesto, nada tiene que ver con el actor de igual nombre.
  • El guionista Tom Baker nada tiene que ver con el actor de igual nombre.
  • Estrenada en el Reino Unido en junio de 1967, y poco después, ese mismo mes, el día 25, se pasó ya por la televisión británica. En España se estrenó el lunes 18 de febrero de 1974, en Madrid directamente en cines de barrio, en el Apolo (en programa doble con Misión Torpedo) y el Fantasio.

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: ***

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

 

[1] Que también distribuiría la norteamericana Carnival of Souls [tv/dvd: El carnaval de las almas, Herk Harvey, 1962].

[2] Compañía creada por Rachel Welch para llevar a cabo algunos de sus productos, y motivo por el cual la actriz actuó en el presente film como ayudante de producción.

[3] Ni el mar ni la arena, Las perversas solteronas, Holocausto radiactivo, El deseo y la bestia, La maldición del altar rojo, El esqueleto prehistórico, La piel de Satán

[4] Calificado en tiempos como «el próximo Albert Finney», la vida de Victor Henry (1943-1985) es tan trágica como la de Michael Reeves. Trabajó en cuatro películas y diez producciones televisivas, y actuaba en el repertorio del Royal Court Theatre, donde se hizo un nombre. Un día, mientras esperaba junto a un paso de cebra en Sloane Square, un coche se le echó encima. Quedó en coma, en estado vegetativo, durante diecisiete años, hasta que murió en 1985 sin recuperar la conciencia. Su única película como protagonista fue All Neat in Black Stockings (1969), de Christopher Morahan, donde compartía cartel con Susan George, que aquí aparece en un brevísimo papel.