Unos inexplicables accidentes y suicidios, desencadenados en un orfanato sito en una isla escocesa, despiertan las suspicacias de la policía. El coronel Bingham consigue que el caso le sea asignado. También el autocar del citado orfanato sufre un accidente, y una niña debe ser ingresada bajo un fuerte shock. Una vez en el hospital, la chica despierta gran interés, pues en sus delirios rememora vidas pasadas. La investigación va adquiriendo progresivamente un matiz irreal, llegando a un punto en el que Bingham se ve inmerso en una alucinante historia de difícil asimilación para la mente humana…

Dirección: Peter Sasdy. Producción: Charlemagne Productions para Rank Film Distributors. Productor: Anthony Nelson Keys. Guion: Brian Hayles, según la novela de John Blackburn. Fotografía: Kenneth Talbot. Música: Malcolm Williamson. Montaje: Keith Palmer. Dirección artística: Colin Grimes. FX: Les Bowie, Michael Albrechtsen (efectos especiales). Intérpretes: Christopher Lee (coronel Charles Bingham), Peter Cushing (Sir Mark Ashley), Diana Dors (Anna Harb), Georgia Brown (Joan Foster), Keith Barrow (Dr. Haynes), Gwynnet Strong (Mary Valley), John Robinson (Lord Fawnlee), Fulton Mackay (Cameron), Morris Perry (Dr. Yeats), Michael Gambon (inspector Grant), Shelagh Fraser (Mrs. Alison), Duncan Lamont (Dr. Knight), Kathleen Byron (Dra. Rose), Geoffrey Frederick, Louise Nelson, Robin Wentworth, Michael Segal, John Kelland, Michael Wynne, Kenneth Watson, Andrew McCulloch, Paul Humpoletz, Stuart Saunders, Stanley Lebor, Michael Brennan, Beatrice Kane, Janet Bruce, Geoffrey Denton… Nacionalidad y año: Reino Unido 1972. Duración y datos técnicos: 87 min. – Eastmancolor – 1.85:1 – 35 mm.

 

Producido por la casa Charlemagne, propiedad de Christopher Lee (junto a Anthony Nelson Keys)[1]Noche infernal (Nothing but the Night, 1972) es una serie B sencilla y eficaz que hoy día se halla olvidada. Se trata de un clásico film de terror desarrollado por medio de un sólido guion (basado en una novela muy apetecible publicada originalmente en 1968, e inédita en España para variar) que se mueve dentro de dos campos bastante diferentes pero bien fusionados entre sí.

Toda la primera parte de la película es un claro desarrollo policíaco de corte norteamericano (asesinatos y suicidios, designación del oficial de policía que se ocupará del caso, diálogos por largos pasillos con gran actividad de personal e incesantes timbres de teléfono, presentación de sospechosos), que va a desembocar en una segunda parte donde predomina netamente el cine de terror inglés (asesinatos rituales, introducción de elementos fantásticos, aparición de las sugestivas campiñas británicas) y en la que se encuentran los mejores momentos, tanto en el ámbito narrativo como formal.

Partiendo de tan fascinante guion —que no hemos profundizado totalmente para no «destripar» la película al futuro espectador» y de una producción absolutamente British, la realización de Peter Sasdy se hace en exceso rutinaria, incluso estática en algunos momentos y en su parte central la desidia se erige ligeramente en protagonista.

Sin embargo, ese lance se supera gracias a un clímax final en verdad cautivante, en el cual se dan cita dos fascinantes tendencias temáticas en el género fantástico —y que, de nuevo, no precisaremos—. Ese final en verdad soberbio, amén de las excelentes interpretaciones de Lee y Cushing, hacen el film recomendable para los aficionados al cine fantástico que se interesen más por el argumento que por los efectos especiales. Si en lugar de Sasdy el director hubiese sido otro con mayor capacidad de fabulación (¿Terence Fisher?) no cabe duda que nos podríamos haber encontrado ante una obra maestra.

 

Anecdotario

  • Título alternativo: The Devil’s Undead.
  • Título en México: El castillo de los muertos vivos.
  • Título en Estados Unidos de reposición: The Resurrection Syndicate.
  • El rodaje arrancó el 17 de abril de 1972. Tuvo lugar en Londres, Inglaterra, así como en los Pinewood Studios, en Buckinghamshire, y en Stanmore Hall, en Stanmore, Middlesex (para el exterior de Inver House) y Dartmoor, Devon (para las escenas de caza).

  • Se descubrió que muchos edificios de Dartmouth tenían aspecto escocés y, dado que Dartmoor no estaba lejos para las secuencias de caza, era mucho más fácil y barato rodar allí que ir hasta Escocia.
  • La Charlemagne, junto a la presente novela, adquirió los derechos de otras dos más del autor, Portrait of Barbara y Bury Him Darkly, donde reaparece el coronel Bingham, y que hubiera vuelto a interpretar Christopher Lee. Sin embargo, el fracaso comercial de esta película frustró esos planes. También optaron por algunos libros de Dennis Wheatley —entre ellos, To the Devil a Daughter (1953), que acabaría realizando la Hammer—, pero no se hicieron, y la carrera de la compañía productora se cerró tras Noche infernal.
  • John Blackburn, autor de la novela original, consideró que contratar a Diana Dors para uno de los papeles fue un error.
  • Aunque la presente novela es inédita en España, así como las dos citadas antes, otras de John Blackburn han aparecido en nuestro país, todas de carácter policial.

  • En su autobiografía, Christopher Lee explica que, durante el rodaje de esta película, Lee y Peter Cushing estaban jugando al golf en Thurlsdom. Un hombre enfadado que pasaba por allí les acusó de allanamiento y les explicó que los denunciaría al casero. Lee y Cushing explicaron que hablarían con el propietario para explicarle sus actividades antes de preguntarle el nombre. El hombre respondió: «Se llama Carlos». Después de que Lee insistiera en su apellido, el hombre exclamó: «El príncipe Carlos».
  • Debut fílmico de la actriz Louise Nelson; segundo film del gran Michael Gambon; última película de John Robinson, Michael Brennan y Beatrice Kane.
  • Estrenada en el Reino Unido el 19 de enero de 1973 y en España el 15 de marzo de 1976 en Madrid y el 2 de mayo de 1977 en Barcelona.

 

Carlos Díaz Maroto y Fernando Martín (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: **½

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

 

[1] El nombre se traduce al castellano como Carlomagno, y está escogido porque, según Christopher Lee, su linaje se remonta al Rey de los Francos.