Mientras intenta llevar adelante una segunda misión espacial adelante, a la que seguiría una ciudad en la Luna, Quatermass se topa con un misterio en torno a una población cercana. La urbe cupular que tenía prevista, y que el gobierno le ha denegado, está allí mismo, convertida en una fábrica donde se elabora algo recóndito. Los habitantes de un pueblo cercano trabajan en esa factoría, pero se comportan como si fuesen autómatas.
Dirección: Val Guest. Producción: Hammer Films para United Artists. Productor: Anthony Hinds. Productor delegado: Michael Carreras. Guion: Nigel Kneale, Val Guest, según el guion televisivo de N. Kneale. Fotografía: Gerald Gibbs. Música: James Bernard. Montaje: James Needs. Dirección artística: Bernard Robinson. FX: Philip Leakey (maquillaje), Frank George, Henry Harris, Bill Warrington (efectos especiales), Les Bowie (pinturas matte), Vic Margutti (efectos matte). Intérpretes: Brian Donlevy (profesor Quatermass), John Longden [acreditado como John Longdon] (inspector Lomax), Sidney James [acreditado como Sydney James] (Jimmy Hall), Bryan Forbes (Marsh), William Franklyn (Brand), Vera Day (Sheila), Charles Lloyd Pack (Dawson), Tom Chatto (Broadhead), John Van Eyssen (oficial de relaciones públicas), Percy Herbert (Gorman), Michael Ripper (Ernie), John Rae (McLeod), Marianne Stone (secretaria), Ronald Wilson (hombre joven), Jane Aird (Mrs. McLeod), Betty Impey (Kelly), Lloyd Lamble (inspector), John Stuart (comisario), Gilbert Davis (banquero), Joyce Adams (miembro del Parlamento), Edwin Richfield (Peterson), Howard Williams (Michaels), Phillip Baird (ayudante de laboratorio), Robert Raikes (ayudante de laboratorio), John Fabian (interno), George Merritt (superintendente), Arthur Blake (agente), Michael Balfour (Harry)… Nacionalidad y año: Reino Unido 1957. Duración y datos técnicos: 85 min. – B/N – 1.37:1 (formato del negativo) / 1.75:1 (formato de proyección) – 35 mm.
El éxito que logró el serial The Quatermass Experiment, dejando las calles de Londres vacías durante la emisión de su último episodio, no podía pasar desapercibido a la BBC ni a Nigel Kneale, por lo cual una nueva aventura del profesor estaba cantada. Esta llegó con Quatermass II que, con seis episodios de alrededor de 30 minutos cada uno, fue emitida del 22 de octubre al 26 de noviembre de 1955. Con los títulos de «The Bolts», «The Mark», «The Food», «The Coming», «The Frenzy» y «The Destroyers», fueron proyectados los sábados a las ocho de la noche. Cada capítulo se ensayaba de lunes a viernes en el Mansergh Woodall Boys Club en St John’s Wood, Londres, y luego se ensayaba de nuevo, con visos a su filmación, en el estudio durante la mayor parte del sábado; algunas escenas se rodaron previamente, con celuloide y en exteriores u otras localizaciones. Y esta vez se tuvo la prevención de filmar cada capítulo en 35 mm a partir de un monitor, y fue repetida su emisión el lunes siguiente a las diez y cuarto de la noche.[1] Su presupuesto fue de 7.552 libras, casi el doble de lo que costó el serial previo.
Imagen del Quatermass 2 televisivo
El 22 de septiembre de 1955 comenzó a funcionar en el Reino Unido la cadena ITV, por lo cual el monopolio hasta entonces existente por parte de la BBC se acababa y, con ello, su control absoluto de las audiencias. Si deseaban seguir estando en lo más alto debían combatir con las mejores armas. Nigel Kleale había firmado recientemente una renovación de contrato por dos años más con el canal y se le encargó que escribiera una secuela de Quatermass. Como era norma en el escritor, para sus fabulaciones buscaba inspiración en hechos reales y actuales del entorno social, y lo encontró en los temores contemporáneos sobre los establecimientos secretos de investigación del Ministerio de Defensa del Reino Unido, como Porton Down[2], y también por estar obligado, como miembro del personal de la BBC, a firmar la Ley de Secretos Oficiales.
Otra imagen de la serie
Reginald Tate, el actor que interpretó a Quatermass en el primer serial, había fallecido el 23 de agosto de 1955, con solo 58 años de edad, así que hubo que buscarse a otro. Fue elegido John Robinson, un aplicado profesional de la televisión de entonces; tendría después un papel destacado en la serie de ciencia ficción R3 (1964), por supuesto desconocida en España, y que coprotagonizó junto a Oliver Reed. No obstante, no se sintió cómodo con su papel, y le resultó difícil memorizar la jerga científica que había de emplear. También participaron actores del nivel de Hugh Griffith y Rupert Davies. Y Nigel Kneale, además de escribir, puso voz a la megafonía de la fábrica en el quinto episodio, y narró las recapitulaciones al principio de los episodios segundo, tercero, cuarto y sexto.
Antes incluso de emitirse por televisión el serial, la Hammer ya había comprado los derechos para su versión cinematográfica. Nigel Kneale fue contratado para escribir un primer tratamiento del guion, con la colaboración del productor Anthony Hinds; dado que el original tenía una duración de cerca de tres horas, se debía condensar todo a algo menos de la mitad, pero aun así el escritor conservó cierta fidelidad. De la versión para cine desaparece la hija de Quatermass, Paula, así como su ayudante, Leo Pugh (algunas de sus frases se concentran en el personaje de Brand).
Después, Val Guest modificó algunas cosas, entre ellas el clímax, que en la serie se ambientaba en el espacio, y comentó que había mucha filosofía y un pensamiento muy realista, pero que era demasiado largo y no se podía rodar así. El guion fue remitido a censura —la British Board of Film Censors (BBFC)— en abril de 1956, que certificó: «Hay que plantear la habitual advertencia general de que el cielo no es el límite, ni en las imágenes ni en el audio»[3]. La principal objeción de la BBFC era con motivo de una escena en la que un guardia del complejo Winnerden Flats asesina a una familia que está de picnic. Esta secuencia se eliminó de la película definitiva, aunque está presente en la versión para televisión.
El autor no se sintió contento con el resultado final, en especial por el protagonismo, una vez más, de Brian Donlevy, a quien acusaba de que su alcoholismo empañaba su interpretación, algo que fue refutado por Guest. Kneale narró una visita al estudio, donde dijo ver a Donlevy apenas sostenerse de pie de lo borracho que estaba, y que pidió que redujeran las líneas de diálogo; por su parte, Guest dijo que eso era mentira, que estaba algo achispado pero que siempre se sabía su papel, y era muy fácil trabajar con él. Que cada cual escoja lo que prefiera.
Si la primera aventura de Quatermass era una tragedia focalizada en un solo hombre, que por su «condena» traslada a toda una comunidad, la urbe londinense, aquí tenemos un acontecimiento más global, en torno a una colectividad, con esos habitantes del pueblo que ven cómo los suyos van cambiando. La historia recuerda un tanto al filme de Don Siegel La invasión de los ladrones de cuerpos (Invasion of the Body Snatchers, 1956), pero, como puede comprobarse, es un año posterior. Esta película se basa en la novela Los ladrones de cuerpos (The Body Snatchers, 1955), de Jack Finney, acaso demasiado inmediata para que influyera a Kneale; claro que una premisa similar ya apareció en Amos de títeres / La invasión sutil / Titán invade la Tierra (The Puppet Masters, 1951), de Robert A. Heinlein, y el tema de los humanos dominados por inteligencias alienígenas pronto se convirtió en un arquetipo del género.
Algo que caracteriza a Quatermass 2 es la enorme carga política que conlleva. Lo más obvio, por supuesto, es comprobar que desde antes del arranque de la película el gobierno ya está mezclado con la conspiración, y de ese modo se nos plantea cómo desde los altos estamentos se controla al pueblo para convertirlo en un títere al que manejar a conveniencia, y que no podemos fiarnos de los que están por encima de nosotros.
Luego, aparte del estado, tenemos al pueblo, personificado, por un lado, por los empleados de la fábrica, dominados y convertidos en seres robotizados, o zombis, como se les denomina en la película. Son la representación de la población manejada por sus dirigentes y que acata todo sin cuestionarse nada, el votante irreflexivo que otorga poder a quien le explota. Y por otro lado, los habitantes del pueblo cercano, una turba sin cerebro, que es manipulada de un modo u otro, y que puede actuar positiva o negativamente, pero sin criterio propio; buena prueba de ello es el personaje de Gorman (Percy Herbert), el borracho del pub, que cambia siete veces de opinión, y que actúa a capricho según le convenza un argumento u otro; hoy día sería buena víctima de los lanzadores de bulos que tanto prosperan.
Todo ello, desarrollado por medio de un tono de intriga mezclado con ciencia ficción que, en especial, confiere una atmósfera asfixiante, de pesadilla, como si el sitio donde se ambientara no fuera el Reino Unido habitual, pese a la comparecencia de pubs, señoras que van a la compra y trabajadores industriales. Detrás de ello, persiste algo más oscuro, más siniestro, y solo Quatermass, alguien que también bascula entre la deshumanización y la preocupación, será quien logre solventar todo, quien se erija en el único capaz de resolver el peligro que acecha a la humanidad en pleno.
Val Guest aplica a esta segunda entrega de la saga el mismo ambiente que utilizó con la primera, por medio de esa fotografía en blanco y negro, de textura de cine noir, aunado al tono costumbrista que refleja el pueblo de Winnerden Flats. Dentro de ello, integra esa referida atmósfera de pesadilla, aunque lo cierto es que hacia el tramo central se pierde un tanto la intensidad, la cual se recupera en el excelente clímax, donde las entidades protoplasmáticas, al modo de los shoggoths lovecraftianos, se desatan.
Quatermass y el inspector Lomax vuelven a formar un equipo, como en el filme anterior, aunque es una lástima que el intérprete del segundo sea reemplazado por otro actor, John Longden, solvente pero sin la química que detentaba Jack Warner en la primera. En el ámbito de cine de género, fascinante el arranque, con esa lluvia de meteoritos que portan en su interior algo; los humanos, una vez sometidos por los alienígenas, que muestran una herida en forma de V; o el citado clímax, con las entidades gelatinosas desatándose por la factoría.
La película tuvo éxito, pero quedó minimizado con el monumental logro comercial de La maldición de Frankenstein (Curse of Frankenstein, 1957, Terence Fisher), la cual determinó el enfoque posterior de la Hammer hacia el terror gótico y el relativo olvido por la ciencia ficción. De ahí que la tercera (y última) entrega cinematográfica de la saga del doctor Quatermass tardara tanto en llegar.
Anecdotario
- Título en Argentina: Vasallos del mal.
- Título en Estados Unidos: Enemy from Space.
- El rodaje tuvo lugar entre el 28 de mayo y el 13 de julio de 1956, y el presupuesto fue de 92 000 libras esterlinas, el doble de El experimento del doctor Quatermass, de las cuales 64 000 correspondían a la venta a Estados Unidos, donde fue distribuida por United Artist; dentro de ese montante venía el sueldo de Donlevy, 25 000 dólares, y su viaje en avión.
- Con tres semanas de rodaje en exteriores, para representar el complejo secreto de Winnerden Flats fue utilizada la refinería de petróleo de Shell Haven en Stanford-le-Hope, Essex, en el estuario del Támesis. La localización se vio reforzada por el uso de pinturas matte creadas por Les Bowie para añadir las cúpulas gigantes dentro de las cuales se incubaban los alienígenas.
- El supervisor de producción fue Anthony Nelson Keys.
- El actor Sidney James luego se haría famoso por sus películas de la saga humorística Carry On. Bryan Forbes después se convertiría en un reputado director.
- Intervención de actores más tarde muy populares en los clásicos de terror de la Hammer como Charles Lloyd Pack, John Van Eyssen y Michael Ripper.
- John Rae (McLeod) es el único actor que recupera su papel de la versión televisiva original, Quatermass II (1955).
- Se cree que es la primera película en utilizar el número arábico 2 para indicar que se trata de la secuela de otro filme (en lugar de los habituales números romanos).
- Originalmente rodada en AnsaColor, desarrollado por Agfa, pero estrenada en blanco y negro, el negativo en color aún existe en los archivos.
- La última copia en 35 mm que se conservaba de la versión estadounidense para cines, bajo el título Enemy from Space, en poder de United Artists, fue al parecer cortada y utilizada para relleno sanitario.
- Tercera y última entrega del ciclo Hammer: ¿Qué sucedió entonces? (Quatermass and the Pit, Roy Ward Baker, 1967).
Estrenada en el Reino Unido el 24 de mayo de 1957, en Londres, y el 17 de junio de 1957 a nivel general.
En España fue prohibida por lo que tenía de crítica a los regímenes totalitarios, y alguien debió sentirse aludido. Se emitió por televisión, muchos años después, el 2 de octubre de 1992, por la primera de TVE, de madrugada, como El experimento del dr. Quatermass II; después fue editada en DVD por parte de Manga Films, en 2002, con el más atinado título de Quatermass 2.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: ****
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] Algunos fallos de la representación en directo fueron corregidos por Cartier, volviéndose a representar por los actores y rodándose, para intercalarlo en esa filmación, por lo cual la copia que hoy pervive es la versión corregida.
[2] En palabras de la Wikipedia en inglés: Porton Down es un parque científico situado en Wiltshire (Inglaterra), al noreste del pueblo de Porton, cerca de Salisbury. Alberga dos instalaciones gubernamentales británicas: una sede del Laboratorio de Ciencia y Tecnología de la Defensa del Ministerio de Defensa —conocido durante más de cien años como una de las instalaciones de investigación militar más secretas y controvertidas del Reino Unido— y una sede de Public Health England. También alberga otras organizaciones científicas privadas y comerciales, y se está ampliando para atraer a otras empresas.
[3] Kinsey, Wayne: Hammer Films. The Bray Studio Years. Londres: Reynolds & Hearn, 2002; pág. 48.