Cuando se están haciendo unas obras en los subsuelos de Londres para una ampliación del metro se descubre una extraña maquinaria enterrada. En principio se piensa que podría ser una bomba sin estallar de la Segunda Guerra Mundial, pero después se considera que pudiera ser algo aún más inquietante…
Dirección: Roy Ward Baker. Producción: Hammer Films para Warner-Pathé Distributors. Productor: Anthony Nelson Keys. Guion: Nigel Kneale, según su propio guion. Fotografía: Arthur Grant. Música: Tristram Cary, Carlo Martelli. Montaje: Spencer Reeve. Dirección artística: Bernard Robinson. FX: Les Bowie, Sydney Pearson (efectos especiales), Arthur Beavis, Terry Schubert (técnicos de efectos especiales). Intérpretes: James Donald (Dr. Mathew Roney), Andrew Keir (profesor Bernard Quatermass), Barbara Shelley (Barbara Judd), Julian Glover (coronel Breen), Duncan Lamont (Sladden), Bryan Marshall (capitán Potter), Peter Copley (Howell), Edwin Richfield (ministro), Grant Taylor (sargento de policía Ellis), Maurice Good (sargento Cleghorn), Robert Morris (Jerry Watson), Sheila Steafel (periodista), Hugh Futcher, Hugh Morton, Thomas Heathcote, Noel Howlett, Hugh Manning, June Ellis, Keith Marsh, James Culliford, Bee Duffell, Roger Avon, Brian Peck, John Graham, Charles Lamb, Ann Barrass, Roy Beck, Peter Bennett, Bette Bourne, John Bown, Simon Brent, David Crane, William Ellis, Mark Elwes… Nacionalidad y año: Reino Unido 1967. Duración y datos técnicos: 97 min. – Technicolor – 1.66:1 – 35 mm.
Nigel Kneale fue uno de los guionistas británicos más importantes de su época, ganador del premio Somerset Maugham, dos veces nominado al BAFTA y con un reconocimiento al logro de una vida por parte de la Horror Writers Association en 2000. Comenzó a trabajar en la radio, en 1946, donde hizo una lectura de un relato escrito por él. Estudió interpretación y estuvo una breve temporada ejerciendo esa labor, y escribió relatos para revistas como Argosy y Strand. Fue en 1951 cuando entró a formar parte del staff de guionistas de la cadena de televisión BBC. Su primer crédito en ese ámbito fueron los diálogos adicionales para la obra Arrow to the Heart, emitida el 20 de julio de 1952, un drama antibelicista ambientado en la Segunda Guerra Mundial. El especial fue dirigido por Rudolph Cartier, un hombre con el cual Kneale colaboraría más adelante muy a menudo.
Imagen del 1984 de Cartier-Kneale
Ambos se mostraron sorprendidos del estado en que estaba el equipo de dramáticos de la BBC, al que el director criticó de «estar sedado y ser teatral», y Kneale se mostró frustrado por el estilo lento y aburrido que se empleaba, sin aprovechar el potencial del medio. Ambos revolucionarían la televisión, separándola de sus referentes teatrales y radiofónicos, desde entonces la base en la cual se apoyaba. El año 2000, el historiador Jason Jacobs declararía: «La llegada de Nigel Kneale … y de Rudolph Cartier … desafió directamente el drama intimista … Kneale y Cartier compartieron un deseo común de dinamizar la televisión con un tempo más rápido y un lienzo temático y espacial más amplio, y no fue una coincidencia que recurrieran a la ciencia ficción para salir de la tendencia estilística dominante de la televisión familiar»[1].
Rudolph Cartier, el gran desconocido
Por supuesto, se refería a la miniserie The Quatermass Experiment, emitida en 1953. El éxito fue enorme, y Cartier y Kneale colaboraron después en sendas adaptaciones de Cumbres Borrascosas (6 de diciembre de 1954) y de 1984 (12 de diciembre de 1954), de igual mérito. Más adelante llegaría la miniserie The Creature (30 de enero de 1955), la obra de Peter Ustinov The Moment of Truth (10 de marzo de 1955) y Quatermass II (otoño de 1955), encargada específicamente por la BBC para combatir las audiencias de la cadena privada que había nacido, la ITV. Esta secuela tuvo más éxito aún que su precedente, teniendo nueve millones de espectadores. Casi al tiempo de esa emisión, la Hammer Film Productions estrenaba en cines la adaptación de la primera miniserie, El experimento del doctor Quatermass (The Quatermass Xperiment, 1955). El de Quatermass II fue el último guion que Kneale escribió dentro del staff de la BBC, pues su contrato expiró a finales de 1956. «Cinco años en esa choza era todo lo que cualquier persona en su sano juicio podía soportar», declararía más adelante[2]. Pero siguió trabajando para la BBC, eso sí, como freelance.
Quatermass and the Pit, versión TV
Su primer trabajo liberado del yugo de la BBC —parece que no conservaba recuerdos muy gratos— fue escribir el guion de Quatermass 2 para la Hammer —mientras estaba con la cadena de televisión no le estaba permitido trabajar en otro medio—, a la que siguió el libreto para The Abominable Snowman [tv/dvd: El abominable hombre de las nieves, Val Guest, 1957], adaptación de The Creature. En mayo de 1957, sin embargo, la BBC le contrató para otro trabajo: escribir una tercera entrega de Quatermass. Se trataba de Quatermass and the Pit. Tras esta, Kneale consideró que ya había explotado suficientemente el personaje, y lo abandonó. También fue el final de su colaboración con Cartier. Su obra tomaba otro rumbo.
Otra imagen de la miniserie
Quatermass and the Pit se programó desde el 22 de diciembre de 1958 hasta el 26 de enero de 1959, los lunes a las ocho de la noche, con un total de seis episodios, nuevamente, de poco más de media hora cada uno, titulados «The Halfmen», «The Ghosts», «Imps and Demons», «The Enchanted», «The Wild Hunt» y «Hob». Quatermass II se había emitido en 1955, y esta llegaba, pues, solo tres años después.
Fascinante diseño para la serie
Esta vez, el escritor buscó como inspiración la pérdida de los antiguos valores británicos y sus colonias, los enfrentamientos raciales que por aquel entonces estaban desatándose en Inglaterra y, de un modo más argumental, la reconstrucción de Londres a finales de la década de 1950: tras la Segunda Guerra Mundial, la capital británica había quedado en gran parte en ruinas debido a los bombardeos de la aviación alemana, y el espectador puede comprobarlo por infinidad de películas inglesas de esa época, donde podemos ver a los niños jugando entre todos esos escombros. Poco a poco, la ciudad se fue reconstruyendo, y las obras y perforaciones comenzaron.
Los marcianos
Como director una vez más tenemos a Rudolph Cartier, a quien se adjudicó un presupuesto de 17 500 libras, lo máximo hasta el momento. Con la preproducción empezando en septiembre de 1958, en aquel entonces el realizador aún estaba trabajando en otras dos producciones de la BBC, sendas adaptaciones de la novela Historia de dos ciudades, de Dickens, y la pieza teatral El sueño de una noche de verano, de Shakespeare. La producción comenzó el 24 de noviembre, para estar listos un mes después, en el momento de su emisión. Los episodios se ensayaban de martes a sábado, por lo general en el Mary Wood Settlement de Tavistock Place, Londres, con ensayos de cámara por la mañana y la tarde de la transmisión. No todas las escenas se rodaban en directo: una cantidad importante se filmó en película de 35 mm y se insertó durante la representación; la mayor parte de esas grabaciones eran escenas en exteriores o demasiado complejas o largas desde el punto de vista técnico para realizarlas en directo. Los efectos especiales, entre los que se encuentra la creación de los marcianos, fueron realizados por Bernard Wilkie y Jack Kine, cuyo departamento fue instaurado en la BBC en 1954, y los rodaron con anterioridad para luego ser intercalados durante la emisión en directo.
Alec Clunes, el Quatermass que no fue
Para interpretar a Quatermass se ofreció el papel a Alec Clunes, actor eminentemente teatral; en su breve carrera en cine participó en Ricardo III (Richard III, Laurence Olivier, 1955), y en televisión colaboró en adaptaciones de La heredera, Hamlet, El puente de San Luis Rey o Lisístrata. Pero el elegido finalmente fue André Morell, otro actor teatral (Hamlet, La tempestad, Romeo y Julieta…), que aparecería en la versión televisiva de Kneale de 1984 y en cine fue el doctor Watson para El perro de Baskerville (The Hound of the Baskervilles, Terence Fisher, 1959) de la Hammer, aunque apareció en más filmes de la productora. Entre el resto de los intérpretes se pueden reseñar a Anthony Bushell —posterior director de El terror de los Tongs (The Terror of the Tongs, 1961)— o Michael Ripper, ya aparecido en el serial anterior.
Cartel norteamericano, con su peculiar título (no menos que el español)
En 1961, Kneale escribió el guion de la versión para cines de Quatermass and the Pit, y se suponía que la filmación comenzaría en 1963, con Val Guest como director y Brian Donlevy de nuevo como profesor. Pero la Hammer tuvo dificultades para atraer cofinanciadores norteamericanos —la Columbia, que colaboraba en aquel entonces con la productora británica, no estaba interesada en Quatermass— y el proyecto se congeló. En 1964 se envió a la productora estadounidense un nuevo guion, que reducía el presupuesto, pero ese fue el último año de colaboración entre las dos compañías, y el proyecto de nuevo fue rechazado. En 1966 la Hammer inició una nueva etapa de colaboración, esta vez con Seven Arts, la ABPC (Associated British Picture Corporation) y la Twentieth Century Fox. No fue hasta 1967 cuando pudo ponerse, al fin, en marcha. La dirección se le ofreció a Val Guest, realizador de las dos entregas previas, pero este se hallaba comprometido con otra película, Casino Royale (Casino Royale, 1967), por tanto fue escogido Roy Ward Baker, debido a su experiencia en las complicaciones técnicas de un excelente filme que había realizado, La última noche del Titanic (A Night to Remember, 1958); con esta se iniciaría la colaboración de Baker con la Hammer, que se prolongaría en su totalidad con seis películas.
El guion de Kneale para Quatermass and the Pit, en versión Hammer —que en España adoptó el absurdo título de ¿Qué sucedió entonces?[3]— resulta bastante fiel al de la miniserie originaria, pero debía condensar, dado que el original duraba en torno a las tres horas y había que reducirlo casi a la mitad. De ese modo, eliminó al completo la subtrama protagonizada por el periodista James Fullalove, que ya tenía participación en el primero de los seriales. Y el final fue alterado para hacerlo más espectacular. El guion fue enviado a John Trevelyan, de la junta de censores, en diciembre de 1966, y respondió que la película requeriría un certificado X; se quejó del sonido de las vibraciones de la nave extraterrestre (qué sensibilidad), de las escenas de la masacre marciana, de las de destrucción y pánico y de la imagen del diablo.
La trama podría verse como un enfrentamiento entre la razón y la sinrazón. Ya se ha dicho con anterioridad que la idea le vino a Kneale motivada por los enfrentamientos raciales que se dieron por aquel entonces en el Reino Unido, en concreto los acontecidos en Notting Hill entre el 30 de agosto y el 5 de septiembre de 1958. Tras la Segunda Guerra Mundial, el país se vio inundado cada vez más por inmigrantes procedentes de las Indias Occidentales. Hacia mediados de la década de los cincuenta, los trabajadores blancos conocidos como «Teddy Boys» comenzaron a mostrarse hostiles contra las familias negras de la zona, exaltados además por grupos radicales, hasta que el estallido tuvo lugar en las fechas citadas. Esto no era sino un paso más hacia el desmoronamiento de la supremacía del Imperio Británico en el mundo.
En ¿Qué sucedió entonces? (Quatermass and the Pit, 1967), los marcianos viven un sobre exceso de población, lo que origina que haya enfrentamientos entre ellos, con tumultos masivos que acaban con aquellos que son «diferentes». Finalmente, esa sinrazón acaba por devastar el planeta, y conduce a que viajen al planeta más cercano, la Tierra, para colonizarla, pero no son capaces de adaptarse a ella. Entonces, toman algunos prehomínidos entonces existentes y les provocan una mutación, otorgándoles más capacidad craneal, así como poderes psíquicos, como la psicoquinesia, para ser receptivos a la mente marciana. Como muy bien dice Barbara en un momento: «En cierto sentido, ahora nosotros somos los marcianos».
Pasados cinco millones de años, el ser humano es desconocedor de esa simiente, pero posee las capacidades para volver a conectar con la fuerza primigenia marciana. La nave extraterrestre ha permanecido enterrada en ese terreno durante todo ese tiempo y en ese lugar, y las construcciones que se han erigido han mostrado ocasionales «erupciones» de la fuerza mental marciana, que sus habitantes supersticiosos confundieron con demonios, goblins o fenómenos de poltergeist.
Durante las construcciones del metro, pues, todo ello es desenterrado. Surge así, por tanto, de nuevo el enfrentamiento entra la razón y la sinrazón, la primera representada por el estamento científico —Quatermass, Roney y Barbara— y la sinrazón por los militares —en especial el coronel Breen— y los políticos —el ministro de Defensa—. La prensa supone una alegoría del ciudadano medio, la que ejerce de intermediario entre un estamento y otro. Cuando todo se desmadra, los periodistas salen en estampida, pero son poseídos por la inteligencia marciana, lo que los hace enfrentarse entre sí: comienzan a matar animales, pero también entre ellos; no vemos el ataque a ningún negro u oriental, por lo cual se presume que los atacados pudieran ser judíos u homosexuales. El sentido del filme, pues, es el intento de derruir ideas estereotipadas y prejuicios, de aceptar la riqueza poliédrica que representan todo tipo de culturas y de respetar al que es diferente. Por medio de la razón, Roney y Quatermass derrocarán la amenaza, y la sinrazón de Breen tendrá su justo castigo.
Como película de género fantástico Quatermass and the Pit representa un cautivante equilibrio entre su premisa de ciencia ficción con los elementos sobrenaturales que se disgregan a lo largo de la trama, recordando poderosamente las interpretaciones sobre cierto legado de nuestros antepasados que pondría de moda el suizo Erich von Däniken en su ensayo Recuerdos del futuro (Erinnerungen an die Zukunft, 1968). Todas esas noticias de periódico que recopila Barbara, la visita a las casas en ruinas con el policía amedrentado o al bibliotecario de la abadía otorgan ese perfil de cine de terror hammeriano clásico que vitaliza aún más el resultado. Destaca también el hecho de que la entidad alienígena, a lo largo del tiempo, ha sido confundida con el diablo; precisamente, cuando descubren la nave, y la confunden inicialmente con una bomba, un soldado sugiere que se trata de un modelo «Diablo»; y el nombre de la estación donde todo sucede, así como de la plaza donde está ubicada, es Hobbs End, versión modernizada de Hob’s End, siendo «Hob» una forma de llamar al diablo en inglés[4].
El soberbio guion de Nigel Kneale está elaborado de tal manera que el suspense y la tensión son paulatinos, obligando al espectador a estar pendiente de todo el metraje. Incluso habiendo visto ya la película, y conociendo pues su conclusión, logra cautivar y atrapar la atención. Los momentos finales, con los ciudadanos poseídos atacando en las calles, recuerdan un tanto a Quatermass 2 [tv: El experimento del doctor Quatermass II; dvd: Quatermass 2, Val Quest, 1958], donde también teníamos a humanos poseídos por inteligencias alienígenas, y en la cual se efectuaba una alegoría en contra del totalitarismo.
Es curioso también que Kneale se adscriba, diríase, a un enfoque que el cine británico tradicional había utilizado, pero dentro de la comedia. En efecto, ¿Qué sucedió entonces? se articula por medio de una idea «absurda», pero desarrollada desde el enfoque más realista posible, esto es, la premisa básica de gran cantidad de comedias que realizara la mítica productora Ealing. Aquí, este enfoque se traslada al fantástico, otorgándole una escalofriante plausibilidad. Ese mismo tono de enfrentar lo cotidiano a lo anómalo también lo emplearía Kneale en su otra colaboración con la Hammer, la subvalorada The Witches [tv/dvd: Las brujas, Cyril Frankel, 1966][5].
Roy Ward Baker, uno de los mejores directores británicos de la época, que además tuvo una etapa en Hollywood, narra con intensidad y pericia, reforzando algunas imágenes por medio de expresivos primeros planos que acrecientan el tono amenazador del conjunto. El tratamiento visual del filme, en color —en contraposición con el blanco y negro de las dos entregas previas[6]— también ayuda a otorgar esa intensidad emocional al conjunto.
En el aspecto de influencias, Stephen King reconoce que «más o menos reescribió Quatermass and the Pit en Los Tommyknockers»[7], y además puede detectarse que el plano de Barbara Shelley vagando por la calle y haciendo uso de sus poderes psíquicos, es muy similar a Carrie en la posterior novela del mismo título (y en las películas derivadas). Y la película de Tobe Hooper Lifeforce: Fuerza vital (Lifeforce, 1985) muestra también un obvio influjo.
Anecdotario
- Título de rodaje: The Pit.
- Título en Argentina: Una tumba en la eternidad.
- Título en Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda y Australia: Five Million Years to Earth.
- El rodaje ocupó entre el 14 de abril y el 19 de mayo de 1966, y tuvo lugar en los MGM British Studios, Borehamwood, Hertfordshire, Inglaterra, así como en la iglesia de San Nicolás en Chiswick, Londres.
- El presupuesto estimado fue de 275 000 libras esterlinas, y el rodaje ocupó entre el 27 de febrero y el 25 de abril de 1967.
- Andrew Keir repitió el papel de Quatermass en The Quatermass Memoirs, un docu-drama en cinco partes escrito por Kneale y transmitido por BBC Radio 3 en marzo de 1996.
- El segundo ayudante de dirección fue el luego actor Christopher Neame.
- En un plano de los registros mentales de Roney hay una breve toma de una imagen de la película Hammer Four Sided Triangle (1953).
- Para el papel de Quatermass fueron considerados Van Heflin, Anthony Quayle, John Neville y Kenneth More (el favorito de Baker, pero estaba vetado por los prebostes de la Hammer). André Morell fue invitado a repetir el papel, que ya hizo en la serie, pero lo rechazó.
- Las participaciones de Roy Ward Baker como director y de Andrew Keir como Quatermass vinieron impuestas por Warner-Pathé como financiadores.
- Cuando el Dr. Quatermass está examinando el globo ocular de la criatura marciana muerta en el laboratorio, las pupilas del ojo compuesto tienen forma de ranura rectangular, en lugar de ser redondas como las de un ojo humano. Esto recuerda al ojo de una cabra, una criatura que, durante siglos, se ha asociado con la brujería y la hechicería.
- Noel Howlett, como el vicario Gilpin, es el único actor que repite el mismo personaje de la serie original.
- Duncan Lamont, que interpreta al operador del taladro Sladden, fue el astronauta Victor Carroon en la primera miniserie de la saga, The Quatermass Experiment.
- Tercera y última entrega de la saga Quatermass de la Hammer, iniciada con El experimento del doctor Quatermass (The Quatermass Xperiment, Val Guest, 1955).
- Aún habría una cuarta aventura del profesor Quatermass, el serial en cuatro partes Quatermass, con John Mills, realizado para la cadena ITV en 1979. Se hizo una versión condensada para ser proyectada en cines, The Quatermass Conclusion, que además contiene tomas alternativas.
- A finales de los noventa del pasado siglo se anunció el rodaje de un remake, a dirigir por Alex Proyas, pero no se concretó.
- También hubo una versión teatral de Quatermass and the Pit, representada en agosto de 1997. Entrevista (en inglés) con Nigel Kneale: http://www.geocities.com/TelevisionCity/8504/kneal.htm
- Estrenada en el Reino Unido el 19 de noviembre de 1967. En España se estrenó el lunes 2 de diciembre de 1968 en Madrid (en los cines Fantasio, Fígaro y Rialto), y el 27 de octubre de 1969 en Barcelona.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: *****
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] Jacobs, Jason: The Intimate Screen: Early British Television Drama. Oxford: Oxford University Press, 2000; págs.. 130-134.
[2] Hearn, Marcus; Rigby, Jonathan: Quatermass 2—Viewing Notes. North Harrow: DD Video, 2003; pág. 7.
[3] En Estados Unidos se convirtió en Five Million Years to Earth, y en Argentina, Una tumba en la eternidad, denominación también acogida en diversos países, con las traducciones pertinentes.
[4] El término también se aplica a un espíritu protector del hogar en las Tierras Medias y el Sur de Inglaterra.
[5] Un cartel de esta película, por cierto, puede ser vislumbrado en un plano de la presente, en los pasillos del metro donde se efectúan las obras. También se ven carteles de otras producciones Hammer, en concreto The Reptile [tv/dvd: El reptil, John Gilling, 1966] y Drácula, príncipe de las tinieblas (Dracula, Prince of Darkness, Terence Fisher, 1966), así como otras.
[6] Quatermass II, al parecer, se rodó en color, pero se positivó en blanco y negro. Y se supone que la copia en color pervive. No estaría mal un lanzamiento de esta…
[7] Newman, Kim en Producer – Tom Ware; Executive Producer – Michael Poole (15 de octubre de 2003). «The Kneale Tapes». Timsehift. BBC Four.