Un grupo de personas heterogéneo desaparece de diversas partes del mundo, despertando en el interior de un platillo volante. Su tripulante les proporciona una esfera que destruirá el mundo en breves días, y que solo ellos la pueden activar por medio de la mente…
Dirección: Wiliam Asher. Producción: Romson Productions para Columbia Pictures. Productora: Helen Ainsworth. Guion: John Mantley, [Robert M. Fresco], según la novela de J. Mantley. Fotografía: Henry Freulich. Música: Mischa Bakaleinikoff, George Antheil, George Duning, George Greeley, Louis Gruenberg, Werner R. Heymann. Montaje: Jerome Thoms. FX: Ray Harryhausen, sin acreditar. Intérpretes: Gene Barry (Jonathan Clark), Valerie French (Eve Wingate), George Voskovec (Prof. Klaus Bechner), Arnold Moss (alienígena), Stefan Schnabel (general soviético), Ralph Clanton, Friedrich von Ledebur, Paul Birch, Azemat Janti, Charles Bennett, John Bryant, Tom Daly, Paul Frees, Arthur Lovejoy, Sigfrid Tor, Mel Welles…. Nacionalidad y año: Estados Unidos 1957. Duración y datos técnicos: 75 min. – B/N – 1.37:1 – 35 mm.
The 27th Day (1957) es una muestra un tanto atípica del clásico cine de ciencia ficción de los años cincuenta del pasado siglo. Es de los pocos filmes de ese estilo basado en una novela, cuyo argumento, según parece, fue variado un tanto para adecuarlo a las posibilidades técnicas del momento. El resultado aporta un producto que semeja una especie de mezcla entre Ultimátum a la Tierra (The Day the Earth Stood Still, 1951), de Robert Wise, y Red Planet Mars [dvd: Marte, el planeta rojo, 1952], de Harry Horner, con el logro artístico más cercano del primero de ellos que del segundo.
El arranque, que parece ofrecer una actitud un tanto cínica por parte de los extraterrestres (esperar a que nosotros hagamos el trabajo sucio, esto es, destruirnos, para luego venir ellos y aprovecharse de la Tierra) se nos desvelará que no es tal, a partir de una trama minuciosa, que huye de efectos y efectismos (solo hay un par de planos de dos segundos del ovni, repicados de la película La Tierra contra los platillos volantes, y un interior sobrio del mismo), y centrándose en el suspense, el desarrollo de personajes, la intriga y la incertidumbre.
El film funciona bastante bien la mayor parte del tiempo, pese a sus pretensiones de ser un alegato pacifista y mostrar los países comunistas, la U.R.S.S. y China, con los más burdos etiquetados del cine propagandístico del momento. Incluso el montaje se fuerza en mostrar la diferencia entre esos países y la civilizada Estados Unidos: tras un interrogatorio por parte de los comunistas al soldado ruso basado en la tortura, se ve al científico alemán, cómodamente en una cama de hospital, respondiendo sonriente que no puede dar la información que el gobierno norteamericano le requiere, y después aparecerá una enfermera sonriente trayéndole una enorme copa de helado de chocolate con nata.
Pese a puerilidades de esa índole, como decimos, el filme funciona el resto del metraje muy bien, y supone una de las mejores muestras de ciencia ficción de la época. Es extraño por qué, no obstante, ha tenido tan poco eco en las bibliografías al uso y apenas es mencionada. Tal vez sea por su fallida resolución, cuando es desvelado todo el meollo, que aparece cándido e infantil, y hace reducir la intensidad dramática que se había desarrollado hasta ese momento. El epílogo, por el contrario, resulta enormemente atractivo, y deja con la miel en los labios sobre lo que hubiera supuesto una secuela con las consecuencias derivadas de esos últimos momentos.
Anecdotario
- El rodaje se produjo en torno a septiembre de 1956, con filmación en Sequit Point, en la Leo Carrillo State Beach, Malibú, California, y Hollywood Park, Inglewood, California, entre otras localizaciones.
- La citada playa es donde se rodó la mítica escena del beso entre Burt Lancaster y Deborah Kerr en De aquí a la eternidad (From Here to Eternity, Fred Zinnemann, 1953).
- El papel del presentador de noticias fue interpretado en pantalla por Paul Frees. Las voces que se escuchan en la radio a lo largo de la película fueron también interpretadas por Frees.
- Los planos del ovni están aprovechados de Earth vs. the Flying Saucers [tv/dvd/bd: La Tierra contra los platillos volantes, Fred F. Sears, 1956], por tanto los efectos son de Ray Harryhausen sin acreditar.
- Estrenada en Estados Unidos en julio de 1957. En España quedó inédita hasta su edición en DVD por parte de Absolute Distribution, en su mítica colección L’Atelier XIII en 2008.
Bibliografía
El vigésimo séptimo día; por John Mantley. En Ciencia-ficción inglesa: Obras escogidas; prólogo de Salvador Bordoy Luque; traducción de Mª del Carmen Márquez, Manuel de la Escalera. Madrid: Aguilar, 1968. Colección: Ciencia-Ficción. Contenido adicional: Brian W. Aldiss: Galaxias como granos de arena, En el lento morir de la tierra, Viaje sin término. Dan Morgan: Los liberados.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: ***
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra