Un cohete con destino a Saturno recibe la orden de desviarse de su rumbo para ir al encuentro de Gorath, una estrella que se dirige hacia la Tierra, y que tiene una masa descomunal pese a su tamaño. La nave es absorbida por el cuerpo celeste, pero antes llega la información a nuestro planeta: el astro viene en rumbo de colisión. Los principales científicos habrán de buscar el modo de impedirlo.

Dirección: Ishirô Honda. Producción: Toho. Productores: Tomoyuki Tanaka. Guión: Takeshi Kimura, según argumento de Jojiro Okami. Fotografía: Hajime Koizumi. Música: Kan Ishii. Montaje: Reiko Kaneko. Diseño de producción: Teruaki Abe, Takeo Kita. FX: Eiji Tsuburaya (director de efectos especiales), Hiroshi Mukoyama (pinturas matte). Intérpretes: Ryo Ikebe (Dr. Tazawa, astrofísico), Yumi Shirakawa (Tomoko Sonoda), Akira Kubo (Tatsuma Kanai, cadete astronauta), Kumi Mizuno (Takiko Nomura), Hiroshi Tachikawa (Wakabayashi, piloto de Ôtori), Akihiko Hirata (Endô, capitán de Ôtori), Kenji Sahara (Saiki, vice-capitán de Ôtori), Jun Tazaki (Raizô Sonoda, padre de Tomoko), Ken Uehara (Dr. Kôno, astrofísico), Takashi Shimura, Seizaburô Kawazu, Ko Mishima, Sachio Sakai, Takamaru Sasaki, Kô Nishimura, Eitarô Ozawa, Masanari Nihei, Kôzô Nomura, Keiko Sata, Eisei Amamoto, George Furness, Ross Benette… Nacionalidad y año: Japón 1962. Duración y datos técnicos: 89 min. – Eastmancolor – 2.35:1 – Tohoscope – 35 mm.

 

Ishirô Honda dirigió muchas cintas de ciencia ficción a partir del enorme éxito internacional de Japón bajo el terror del monstruo (Gojira, 1954). Muchas de estas no eran sino kaiju eigas —esto es, películas de monstruos— a remolque del título iniciador de la saga de Godzilla, el dinosaurio de aliento radiactivo y tripita cervecera. Pero otras eran gozosas space operas, como Batalla en el espacio (Uchu daisenso, 1959). El presente film arranca precisamente de ese modo, con una misión espacial abandonando la Tierra rumbo a Saturno. Pronto, sin embargo, las tornas se tuercen cuando es detectada una estrella en rumbo de colisión con nuestro planeta.

A partir de ese momento, Yôsei Gorasu (1962) —más conocida por el título internacional de Gorath— adopta el formato de una típica cinta catastrófica, siendo un precedente evidentísimo de títulos más recientes como Meteoro (Meteor, 1979), de Ronald Neame, o Deep Impact (Deep Impact, 1998), de Mimi Leder, aunque queda irrebatible, de igual manera, que su fuente de inspiración proviene de la exitosa Cuando los mundos chocan (When the Worlds Collide, 1951), producción de George Pal dirigida por Rudolph Maté, y que influyó de manera notoria en el cine nipón. Así pues, tenemos a un grupo de científicos dirimiendo el modo de solventar la inminente catástrofe, mientras determinados personajes viven su circunstancia personal, aquí muy menguada, siendo la más interesante de todas el ataque amnésico que le surge a uno de los pilotos cuando sufre los efectos gravitatorios de la peligrosa estrella.

El cine de carácter catastrófico comparte con muchas películas de ciencia ficción japonesas la particularidad de presentar un reparto coral, concurriendo un informe de los acontecimientos que sobrevienen a partir de una serie de personajes implicados de una manera u otra. Si en el cine occidental suelen ofrecerse esos cometidos a estrellas populares, en el japonés la aparición de actores semidesconocidos provoca en el espectador de aquí cierta desorientación al no distinguir en algunas ocasiones a unos de otros (como toda la caterva de cadetes espaciales, prácticamente clónicos).

Ello ocasiona cierto tono rutinario en la cinta. De hecho, Honda consideraba la presente como la más aburrida de sus películas. No tanto, diríamos, pero el resultado se ve mermado por una serie de circunstancias. Una de ellas es la referida con anterioridad, a la cual se suma una estructura algo dispersa con los eventos que van aconteciendo. A ello se añade la inclusión gratuita en la trama de un monstruo; en el guion original (basado en una idea de Jojiro Okami, piloto de las fuerzas aéreas niponas, y habitual argumentista de algunas películas de la Toho) no se daba este suceso, pero fue insertado a instancias del productor, el reiterado Tomoyuki Tanaka, y fue rodado a disgusto por Honda, que filmó cansinamente el ataque de una rijosa morsa gigante (se perciben los pliegues del traje de goma) a una base antártica. Sumemos a ello lo muy absurdo de lo que acontece, con esa estrella errante (en algunas fuentes se cita que es un meteorito) que viene a estrellarse contra la Tierra, aunque más ridículo aún es el método con que se soluciona: implantando unos eyectores atómicos en el Polo Sur para sacar a la Tierra de su órbita y esquivar la colisión fatal.

Quedan algunos elementos dispersos atractivos, como esa troupe de cadetes espaciales vestidos como motoristas, con casco inclusive, todo de blanco, que salen al cosmos con el gozo de unos escolares al recreo, el trabajo de maquetas, que pese a que hagan evidente su condición son de lo más seductoras, o los planos finales de la catástrofe, con las olas inundando Tokio, haciendo uso de unas espléndidas pinturas matte. Tenemos también, por supuesto, como es norma en el cine del Imperio del Sol Naciente, una preciosa fotografía de un cromatismo arrebatador.

Yôsei Gorasu es una película insuficiente a todas luces, máxime proviniendo de un director del talento de Honda, pero si se busca con paciencia todavía puede hallarse algo interesante en esta peculiar y sencilla cinta catastrófica.

 

Anecdotario

  • Título alternativo: Yosei Gorath.
  • Títulos anglosajones: Astronaut 1980 / Gorath / Gorath, the Mysterious Star / Suspicous Star Gorath.

  • Determinadas escenas están habladas en inglés, con subtítulos en japonés en el lado derecho de la pantalla (como es norma en el país).
  • En una de las versiones norteamericanas se mutila la escena con la morsa gigante; esa versión, además, retrasa la escena en la cual la estrella desintegra la Luna. Otra versión amputa notablemente la cinta, eliminando por completo la secuencia pre-créditos, alcanzando un metraje de 77 minutos.
  • El doblaje de la versión norteamericana fue escrito por John Meredith Lucas, habitual guionista de Star Trek, y solo se usaron cuatro voces para doblar toda la película, y se añadió un efecto de sonido para la estrella que no estaba en la versión original.

  • Estrenada en Japón el 21 de marzo de 1962; en España jamás se ha distribuido de forma comercial.

 

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: **

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra