Nick Morton es un pilluelo que sobrevive estafando, dentro del mundo de la arqueología. Mientras está en Irak contacta con Jenny Halsey, que es arqueóloga de verdad, y juntos se topan con la tumba de Ahmanet, que fue momificada en vida por matar a su padre, el faraón, a su madrastra y a su sobrino… Ahmanet pactó con Set, dios de los muertos, y…

Dirección: Alex Kurtzman. Producción: Universal Pictures, Perfect World Pictures, Sean Daniel Company, Secret Hideout. Productores: Sarah Bradshaw, Sean Daniel, Alex Kurtzman, Chris Morgan. Productores delegados: Jeb Brody, Roberto Orci. Guion: David Koepp, Christopher McQuarrie, Dylan Kussman, según argumento de Jon Spaihts, Alex Kurtzman, Jenny Lumet. Música: Brian Tyler. Fotografía: Ben Seresin. Diseño de producción: Jon Hutman, Dominic Watkins. Montaje: Gina Hirsch, Paul Hirsch, Andrew Mondshein. Efectos especiales: Factory VFX, Clear Angle Studios, Double Negative, Furious FX, Industrial Light & Magic, Lola Visual Effects, Moving Picture Company, Proof. Intérpretes: Tom Cruise (Nick Morton), Russell Crowe (Dr. Henry Jekyll), Annabelle Wallis (Jenny Halsey), Sofia Boutella (Ahmanet), Jake Johnson (Chris Vail), Courtney B. Vance (coronel Greenway), Marwan Kenzari (Malik), Simon Atherton, Stephen Thompson, James Arama, Matthew Wilkas, Sohm Kapila, Sean Cameron Michael, Rez Kempton, Erol Ismail, Selva Rasalingam, Shanina Shaik, Javier Botet (Set), Hadrian Howard, Dylan Smith, Parker Sawyers, Neil Maskell, Rhona Croker… Nacionalidad y año: Estados Unidos 2017. Duración y datos técnicos: 110 min. – color – 2.39:1 – 2D/3D – D-Cinema.

Desde hace ya bastantes años Universal intenta resucitar (nunca mejor dicho) su galería de monstruos clásicos. Hace ya mucho, directores de la talla de John Carpenter y Guillermo del Toro fueron tanteados para dirigir una nueva versión de La mujer y el monstruo (Creature from the Black Lagoon, 1954, Jack Arnold). En 2010 tuvimos la atractiva El hombre lobo (The Wolfman), dirigida por Joe Johnston, pero su atronador fracaso comercial hizo que quedase en el olvido por parte de la productora[1]. Según parece, el inicio de este Dark Universe había de haber sido la película Drácula: La leyenda jamás contada (Dracula Untold, 2014, Gary Shore), pero por extraños motivos fue desechada –no creo que la razón fuese la asaz mediocridad de sus resultados, porque la carencia de calidad nunca ha sido una preocupación de las productoras, salvo que ello repercutiera en taquilla–.

La momia, al contrario de otros monstruos clásicos, carece de un origen literario concreto. Existen historias donde tiene aparición, como el relato «El lote nº 249» («Lot No. 249», 1892), de Sir Arthur Conan Doyle, o la novela La joya de las siete estrellas (The Jewel of Seven Stars, 1903), de Bram Stoker. Sin embargo, a la hora de abordar a esta criatura, la Universal –y, a través de ella, el guionista John L. Balderston, a partir de un argumento de Nina Wilcox Putnam y Richard Schayer– recurrió en La momia (The Mummy, 1932, Karl Freund) a un especie de refundición del libreto de Drácula (Dracula, 1931, Tod Browning) –de hecho, Balderston era el responsable de la adaptación norteamericana de la obra teatral británica de Hamilton Deane de la que partía el film de Browning–.

Como otros monstruos, la momia tuvo sus secuelas y remakes. Más o menos recientemente fue resucitada por Universal con La momia (The Mummy, 1999, Stephen Sommers). Sin embargo, el acercamiento empleado en esta no era el tono de terror de todos los títulos previos, sino más bien uno aventurero y desenfadado, en una obvia imitación de la inflexión de las aventuras de Indiana Jones, pero en una actitud más guasona. Tamaña tontería se saldó con un enorme éxito comercial, lo cual devino en secuelas y spin-offs varios.

De nuevo es abordada la criatura vendada en esta nueva visión de 2017 y, ahora sí, esta era la primera entrega del Dark Universe de la Universal. Tras pasar por el proyecto diversos directores (véase anecdotario) al final quien se hizo cargo del film fue Alex Kurtzman, guionista habitual de la camarilla de J. J. Abrams, y que ha escrito en series de televisión como Hércules: sus viajes legendarios, Alias, Fringe (Al límite), Sleepy Hollow y Hawai 5.0, así como en Mission: Impossible III (Mission: Impossible III, 2006) –precisamente dirigida por Abrams– o la nueva franquicia de Star Trek.

Lo que sorprende frente a un film de las presentes características es toparse con un plantel de guionistas de cierto peso. Así, tenemos al excelente David Koepp, entre cuyos libretos cabe destacar, acaso, Atrapado por su pasado (Carlito’s Way, 1993, Brian De Palma), Ojos de serpiente (Snake Eyes, 1998, B. De Palma), El último escalón (Stir of Echoes, 1999), dirigida por él mismo, La guerra de los mundos (War of the Worlds, 2005, Steven Spielberg)… Christopher McQuarrie, por su parte, es director y guionista de esa sólida película de acción que es Jack Reacher (Jack Reacher, 2012), y también es responsable en ambos campos de la notable Misión: Imposible – Nación secreta (Mission: Impossible – Rogue Nation, 2015). El menos conocido es Dylan Kussman, habitual actor, y del que destaca como creador la web-serie The Steps (2010).

También sorprende que gente de tan demostrada solvencia se haya puesto a trabajar con el único fin de cobrar el cheque y muestre tan escaso esfuerzo en la labor. Supongo que les habrán dicho que escriban para cubrir una hora de metraje, y que lo demás lo rellenarían con escenas de acción. Pero es que ni esa escasa trama ofrece un mínimo de solvencia, forjando un collage de ideas procedentes de diferentes películas, siendo las más obvias Un hombre lobo americano en Londres (An American Werewolf in London, 1981, John Landis) y Lifeforce: Fuerza vital (Lifeforce, 1985, Tobe Hooper), pero es que también copian el detalle de la nube de polvo con rostro humano de La momia de Sommers, y hasta aparecen los templarios de Amando de Ossorio.

Aparte de eso, el estereotipo es el que rige la creación de personajes, no salvándose ni uno de la rutina y el aburrimiento, desde ese protagonista que cambia de carácter porque así lo disponen los guionistas, pero sin una justificación psicológica que lo resguarde, hasta ese odioso amigo/sidekick, pasando por la arqueóloga buenorra o por el científico con aviesas intenciones. Todo muy arquetípico, convencional, a lo que no ayuda, desde luego, las muy primarias interpretaciones de todo el elenco principal, con el trío masculino tendente a la sobreactuación, tanto Tom Cruise, que, cuando quiere, puede demostrar que es un actor solvente –no es este el caso–, como Russell Crowe, que hace años trabaja con el piloto automático puesto y dejó de ser ese soberbio actor que era, o Jake Johnson, ese horroroso amigo graciosito que tiene que haber siempre. En cuanto a las féminas, por el contrario, estas se muestran de una sosería apabullante, así Annabelle Wallis como la arqueóloga Jenny Halsey, y Sofia Boutella como la malvada Ahmanet, quien previamente, en Kingsman: Servicio secreto (Kingsman: The Secret Service, 2014, Matthew Vaughn) y en Star Trek: Más allá (Star Trek Beyond, 2016, Justin Lin), mostraba bastante solvencia, pero que aquí se ve contagiada por el síndrome de «¿para qué esforzarme en esta mierdecilla?» que asalta a todo el plantel técnico-artístico del film.

Así, la exigua trama únicamente busca excusas para ofrecer escenas de acción imparables, todas ellas, por supuesto, tendentes a la sobresaturación y exageración, con explosiones, explosiones y más explosiones. Y lo peor de todo es que, con un pequeño esfuerzo, es decir, eliminando escenas de acción superfluas y reemplazándolas por una trama más elaborada, exigiendo a los actores que perseveraran más, quitando el humor cretino para público de galería comercial, y buscándose un director de verdad, podría haber salido algo bastante decente. Lo que tenemos, en cambio, es una primera entrega de este Dark Universe que quitan las ganas de interesarse más por él, aunque el fracaso comercial que, finalmente, sufrió de forma merecida, impidió que el proyecto de ese Universo Oscuro prosiguiera.

 

Anecdotario

  • El diseño y sexo de la momia fue cambiado una vez visto el aspecto de Apocalypse en la escena post-créditos de X-Men: Días del futuro pasado (2014).
  • Para el papel del doctor Jekyll fueron considerados Javier Bardem, Joseph Gordon-Levitt, Tom Hardy y Eddie Redmayne.
  • Javier Bardem también fue considerado para el papel de monstruo de Frankenstein para Bride of Frankenstein, siguiente entrega del Dark Universe que debiera haber dirigido Bill Condon. Y Johnny Depp hubiera protagonizado The Invisible Man. También vendrían Creature of the Black Lagoon, The Wolf Man, Van Helsing y Dracula, derivando todo ello en Dark Army, que supondría un cóctel de monstruos.
  • Los directores previos del film debieron ser Len Wiseman (Underworld), Baltasar Kormákur (Everest) y Andrés Muschietti (Mamá, It). El último abandonó por «diferencias creativas».
  • El presupuesto estimado de este film es de 125 millones de dólares.
  • Estrenada en Estados Unidos el 9 de junio de 2017, al igual que en España.

 

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: o

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

 

[1] No obstante, se hizo una especie de spin-off con el direct-to-DVD Hombre Lobo: la bestia entre nosotros (Werewolf: The Beast Among Us, 2012, Louis Morneau).