Wilson Daniels es un padre de familia que odia profundamente a los perros. Su hijo adolescente, Wilby, sufre de repente una maldición por medio de un anillo mágico perteneciente a los Borgia, lo cual provoca que se convierta en un chucho.

Dirección: Charles Barton. Producción: Walt Disney Productions. Productor: Walt Disney [sin acreditar]. Productor asociado: Bill Walsh. Guion: Bill Walsh, Lillie Hayward, sugerido por la novela The Hound of Florence de Felix Salten. Fotografía: Edward Colman. Música: Paul J. Smith. Montaje: James Ballas. Dirección artística: Carroll Clark. FX: Pat McNalley (maquillaje), Eustace Lycett (procesos especiales). Intérpretes: Fred MacMurray (Wilson Daniels), Jean Hagen (Freeda Daniels), Tommy Kirk (Wilby Daniels), Annette Funicello (Allison D’Allessio), Tim Considine (Buzz Miller), Kevin Corcoran (Moochie (Montgomery) Daniels), Cecil Kellaway (profesor Plumcutt), Alexander Scourby (Dr. Mikhail Andrassy), Roberta Shore (Franceska Andrassy), James Westerfield (oficial Hanson), Strother Martin (Thurm), Forrest Lewis (oficial Kelly), Ned Wever (jefe del FBI E. P. Hackett), Gordon Jones (capitán Scanlon, jefe de policía), Jacques Aubuchon (Stefano), Jack Albertson, Jim Bannon, Larry J. Blake, Charles Cane, Ken Clark, Paul Frees, John Hart, Gregg Palmer, Mark Rodney, Shaggy, Mack Williams… Nacionalidad y año: Estados Unidos 1959. Duración y datos técnicos: 104 min. – B/N / sepia – 1.75:1 – 35 mm.

 

El extraño caso de Wilby (The Shaggy Dog, 1959) está basada en una novela del escritor alemán Felix Salten (1869-1945). El escritor es famoso sobre todo por Bambi: una vida en el bosque (Bambi: Eine Lebensgeschichte aus dem Walde, 1923), que Walt Disney adaptó en 1942. Tras el éxito de esta, el productor compró los derechos de otras cinco novelas más de su autor, de las cuales solo llegaría a versionear dos, la presente y Die Jugend des Eichhörnchens Perri (1938), que convertiría en Perri (Perri, N. Paul Kenworthy, Ralph Wright, 1957), película en imagen real sobre una ardilla, a mitad de camino entre el documental y el cine de ficción. Der Hund von Florenz (1923) es una novela muy diferente al presente film, y se ambienta en el siglo XVIII entre Austria e Italia, centrándose en un muchacho italiano muy pobre que desea estudiar arte en Viena, y que conseguirá su deseo por arte de magia, pero a cambio se transforma periódicamente en un perro.

Con esta premisa como base, es decir, el mero hecho de una persona transformándose en perro ―y que también inspiraría la estupenda coproducción hispano-italiana Un ángel pasó por Brooklyn / Un angelo è sceso a Brooklyn (Ladislao Vajda, 1957), ésta acreditada a un argumento de István Békeffy― se construyó El extraño caso de Wilby (The Shaggy Dog, 1959), donde la transformación proviene de un anillo perteneciente a los Borgia, y que se dice que era una familia conectada con las artes oscuras. En ese aspecto, el anillo lleva una inscripción en latín que dice «In canis corpore transmuto»[1], que al pronunciarse hace que la persona se convierta en un perro que esté por las cercanías. En todo caso, se da el hecho peculiar de que, cuando el portento acontece, el perro afectado se disipa en el aire, y el humano se transforma al estilo del hombre lobo en el animal, adoptando literalmente su apariencia pero pudiendo hablar. Cuando la conversión remite, el perro reaparece donde estaba. Esto provoca un fallo justo al final, cuando el can, en lugar de volver en su casa, surge al lado de los protagonistas junto al mar.

En un inicio, Disney no tenía planes de adaptar la novela, pero cuando la cadena de televisión ABC, con la cual mantenía un acuerdo de colaboración, le pidió otra serie, aquél le propuso la obra literaria como punto de partida, pero la compañía la rechazó de forma tajante. Irritado, Disney llamó a Bill Walsh, guionista y productor asociado responsable de la serie Davy Crockett, que se emitía dentro del programa Disneylandia. El mágico mundo de color (Disneyland, 1954-1991), y le planteó hacerlo como película. El actor juvenil Tommy Kirk[2], estrella de la casa y revelación con el adorable wéstern Fiel amigo (Old Yeller, Robert Stevenson, 1957), fue contratado, y la intención inicial era hacer un film partido en dos partes, pero para emitirlo dentro de Disneylandia como dos capítulos, si bien finalmente se optó por convertirla en un film convencional para cines.

Como director contamos con Charles Barton, alguien que no era ajeno a la temática de comedia mezclada con fantasía, dado que había realizado Abbott y Costello contra los fantasmas (Bud Abbott Lou Costello Meet Frankenstein, 1948), la que es considerada unánimemente como la mejor película del dúo cómico, y para el cual hizo alguna entrega más. Pero también se había hecho cargo de Spin and Marty (1955-1957), una serie de breve metraje integrada dentro del programa The Mickey Mouse Club. Con estas credenciales, pues, el director era pieza lógica para encabezar el proyecto, acompañado de jóvenes actores ―Kirk, además de Tim Considine y Annette Funicello, todos procedentes del programa televisivo― y Fred MacMurray, que por aquel entonces protagonizaba wésterns de serie B.

La trama se centra en la familia de los Daniels, compuesta por papá Wilson y mamá Freeda, quienes todas las mañanas, en el desayuno, se dan un beso en el aire, con los labios a diez centímetros uno del otro. Él es cartero (aunque en ningún momento de la película lo veremos trabajar) y odia de forma visceral a los perros, quizás por el tópico de muchas cintas de que estos persiguen a la gente de esa profesión. Sea como fuere, la presencia de estos animales le produce picores, y tiene una escopeta guardada en un armario con el fin de usarla contra el can que se le aproxime ―curiosamente, en ningún momento se pronuncia la palabra «matar», pero la intención está clara―. Resulta irónico, por tanto, que su hijo Wilby se transforme en perro por esa maldición.

Es posible que, debido a los precedentes profesionales de Barton, la escena en la cual Wilby visita el museo donde encuentra el anillo esté rodada con esa catadura de cine de terror. Hay una galería con figuras siniestras, iluminadas de forma espectral, que hace recordar, aunque en blanco y negro, a Los crímenes del museo de cera (House of Wax, André De Toth, 1953), un gran éxito de unos años atrás. E incluso la primera conversión de Wilby en perro, pese a lo grotesco de su apariencia, ofrece cierto poso tenebroso e inquietante. Los trucajes de conversión, por cierto, son bastante convencionales: a veces, simplemente, hay un cambio de encuadre y cuando se vuelve a él se le ha añadido más maquillaje, o se hace un trucaje visual ondulando la imagen para efectuar un cambio abrupto. En ocasiones, cuando el perro habla, se trata de una marioneta activada desde dentro y que mueve la boca. En otros casos, cuando el animal debe manifestar acciones un tanto inverosímiles, se trata de un actor disfrazado, aprovechando el enorme volumen de la criatura.

Por lo demás, el film es lo esperable en una producción Disney. Al ser la primera comedia que realizó la compañía, determinados elementos que aquí aparecen serán luego marca de la casa en posteriores productos, así el modelo convencional de familia o los personajes secundarios como recurso cómico. En este aspecto, resulta antológico el policía[3] que se cruza constantemente con el perro, y quien le habla con naturalidad, volviéndole cada vez más desquiciado. Todo el humor se basa en los equívocos que produce ver un perro hablar o comportándose como una persona normal, y el resultado es tan simple como simpático y agradable, con algunos momentos muy divertidos, como cuando Wilby/el perro se prepara para acostarse, poniéndose el pijama y lavándose los dientes[4], o cuando Fred MacMurray confiesa a la policía, con toda seriedad, que su hijo es un perro. O todas las referidas apariciones del policía.

Cabe resaltar, de igual modo, que pese a tratarse de una comedia familiar tiene elementos un tanto curiosos. Ya hemos referido el distante modo en que el matrimonio Daniels manifiesta su amor; a ello sumemos al personaje del padre, Wilson, que con su odio a los perros se muestra de lo más antipático, aunque al final, cuando la policía lo toma por loco, casi sentimos lástima de él. Choca también el personaje del «mejor amigo» de Wilby, Buzz Miller[5], que se muestra como falso y manipulador, no solo con él, sino con las chicas. Apuntemos también que una de las chavalas, Franceska, tiene un padre adoptivo que es un criminal[6], y es la propietaria del perro, Chiffon, al que parece amar con frenesí, besándolo constantemente; sin embargo, al final, se larga y regala el animal a Wilby.

A mucha gente la presente película le parecerá una nadería. Al fin y al cabo, no ofrece una trama compleja, no busca comunicar ideas profundas y es un entretenimiento menor, para llevar al cine a ver a los chiquillos y, de paso, no aburrirse del todo si eres adulto. Pero incluso ese tipo de productos se han de efectuar con cierta solvencia, con honestidad también, y dentro de esos cánones se trata de un film muy estimable, y que se ve de principio a fin con una constante sonrisa en el rostro. Ya quisieran otras más ambiciosas conseguir esto.

 

Anécdotas

  • Título en Argentina y México: El perro humano.
  • Primera comedia en imagen real producida por la Disney. En el DVD norteamericano figura la frase «La primera película en imagen real jamás producida por la Disney», lo cual es falso.
  • En un momento dado se ve a Kevin Corcoran leyendo un cómic del tío Gilito. Se trata del número 18 de junio de 1957 de Uncle Scrooge.
  • El film fue un éxito sorpresa en 1959, y ocupó el segundo lugar de la taquilla, superado solo por Ben-Hur. Por debajo quedaron joyas como Con faldas y a lo loco, Confidencias a medianoche o Con la muerte en los talones.
  • Para el papel de Wilson Daniels, el padre, la segunda opción era Gregory Peck.
  • Primera película de Annette Funicello, así como la primera de las seis películas (más una serie) de Fred MacMurray con la Disney. Con ello el actor fue el mejor pagado en Hollywood.
  • Paul Frees, el actor que hace de psiquiatra, también es el narrador del film.
  • Tommy Kirk y Kevin Corcoran, aparte de en la presente, también salieron juntos interpretando a sendos hermanos en Fiel amigo (Old Yeller, Robert Stevenson, 1957), Los robinsones de los mares del sur (Swiss Family Robinson, Ken Annakin, 1960), Babes in Toyland [tv/vd/dvd: El bosque sin retorno, Jack Donohue, 1961], Los conflictos de papá (Bon Voyage!, James Neilson, 1962) y Aventura en el Oeste (Savage Sam, Norman Tokar, 1963) [secuela de Fiel amigo].
  • El adiestrador de perros de la película fue William R. Koehler, quien hizo la misma función en La vuelta al mundo en 80 días (Around the World in 80 Days, Michael Anderson, John Farrow, 1956) y, tras la presente, pasó a colaborar solo con la Disney.
  • En 1967 se publicó una novelización de la película, cambiando drásticamente el argumento: el personaje de Funicello desapareció, así pues la rivalidad entre Wilby y Buzz se reduce enormemente, y el padre adoptivo de Franceska se convirtió en su tío.
  • También hubo una adaptación al cómic por parte de Western Publishing Company, más fiel a la película. Se reimprimió en 1978 como acompañamiento para la versión tebeística de El gato que vino del espacio.
  • Coloreada hasta dos veces. La primera, en los ochenta, para una emisión televisiva recortada de metraje y en pan-scan; la segunda, en 2006, algo mejor.
  • En España la película se estrenó con innumerables amputaciones, sin duda para acortar su duración y que encajara con facilidad en más pases diarios.
  • Secuelas:

Un candidato muy peludo (The Shaggy D.A., Robert Stevenson, 1976), con Dean Jones como Wilby.

Disney Sunday Movie: «The Return of the Shaggy Dog» [vd: La maldición de Wilby, Stuart Gillard, 1987] [32.1; episodio TV], con Gary Kroeger como Wilby.

  • Remakes:

The Shaggy Dog (Dennis Dugan, 1994) [telefilm].

Cariño, estoy hecho un perro (The Shaggy Dog, Brian Robbins, 2006).

  • Estrenada en Estados Unidos el 19 de marzo de 1959; en España se estrenó el 16 de enero de 1961, en Barcelona, y el 2 de abril, en Madrid.

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: ***

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

 

[1] En realidad debería ser «In canis corpus transmuto».

[2] Había sido lanzado en la serie The Mickey Mouse Club (1955-1996), y durante años protagonizó proyectos cinematográficos de la casa, hasta que en 1963 se descubrió que era gay y toda su carrera se desmoronó, máxime cuando además fue pillado consumiendo marihuana en una fiesta.

[3]  Interpretado por el gran actor James Westerfield, quien repetiría el mismo personaje, el oficial Hanson, y siempre en cometidos secundarios, en otras dos películas Disney, el díptico formado por Un sabio en las nubes (The Absent Minded Professor, 1961) y El sabio en apuros (Son of Flubber, 1963), ambas dirigidas por Robert Stevenson, y donde Fred MacMurray interpreta otro personaje.

[4] Por cierto, cuando sale del baño se le oye tirar de la cadena. Recordemos que un año después, en Psicosis (Psycho, 1960) Alfred Hitchcock mostró por primera vez en el cine norteamericano un retrete. Aquí no se ve, pero no deja de resultar curioso que en una comedia familiar se ofrezca ese recurso cómico, dando a entender su utilización.

[5] Interpretado por el actor Tim Considine, otra estrella Disney descubierta por el referido programa de Mickey, y que sin embargo tuvo una muy tímida carrera en cine, siendo mucho más activo en televisión, apareciendo en diversas series Disney, entre ellas Mis tres hijos (My Three Sons, 1960-1972), protagonizada por Fred MacMurray. Ha publicado varios libros, y su aspecto en esta película ―y en diversas fotos de la época― le ofrece clavadito a Clint Eastwood.

[6] El hecho de que ella fuera adoptada es un hecho, para ser francos, que me pasó totalmente inadvertido viendo la película.