Una pequeña localidad centroeuropea se ve asaltada por unas misteriosas muertes, donde las víctimas aparecen desangradas y con dos misteriosas marcas en el cuello. La creencia popular es que se trata de ataques de un vampiro, pero el inspector de policía, Karl Brettschneider, rechaza esas ideas con burla.
Dirección: Frank R. Strayer. Producción: Larry Darmour Productions para Majestic Pictures. Productor: Phil Goldstone. Guion: Edward T. Lowe Jr. Fotografía: Ira H. Morgan. Música: Mischa Bakaleinikoff, Peter Brunelli, Charles Dunworth (música de stock); Abe Meyer (director musical). Montaje: Otis Garrett. Dirección artística: Charles D. Hall. Intérpretes: Lionel Atwill (Dr. Otto von Niemann), Fay Wray (Ruth Bertin), Melvyn Douglas (Karl Brettschneider), Maude Eburne (tía Gussie Schnappmann), George E. Stone (Kringen), Dwight Frye (Herman Gleib), Robert Frazer (Emil Borst), Rita Carlyle [acreditada como Rita Carlisle] (Martha Mueller), Lionel Belmore (Bürgermeister Gustave Schoen), William V. Mong (Sauer), Stella Adams (Georgiana), Harrison Greene (Weingarten), Ted Billings (ciudadano), Fern Emmett (Gertrude), William Humphrey (Dr. Haupt), Paul Panzer (ciudadano), Carl Stockdale (Schmidt, vigilante de la morgue), Paul Weigel (Dr. Holdstadt)… Nacionalidad y año: Estados Unidos 1933. Duración y datos técnicos: 64 min. – B/N – 1.37:1 – 35 mm.
El cine de terror gozaba de gran éxito comercial a principios de los años treinta, gracias a la taquilla de diversas cintas de la Universal, y con rapidez otras productoras buscaron sacar filmes de similar talante para apoyarse en ese triunfo ajeno. Prácticamente todas las grandes compañías del momento (MGM, Warner, Paramount…) se apuntaron a la moda, pero fueron en especial las pequeñas productoras y distribuidoras las que comenzaron a forjar un material masivo. La Majestic Pictures fue una discreta casa fundada en 1930 (con el melodrama Today) y que duró hasta 1935. Alternó dramas, algún policiaco y, sobre todo, wésterns, acabando con el drama de misterio Motive for Revenge; la presente fue su única película de terror, y es curioso cómo aprovecharon de manera tan magnífica la ocasión, sobre todo en cuestiones de marketing, y después no volvieron por similar senda.
El guionista fue Edward T. Lowe Jr., muy activo desde la etapa del cine mudo, y asalariado en la época para la Majestic, donde escribió no pocas de sus películas. Llegó a trabajar inclusive con John Ford, y aportó títulos a las sagas de Charlie Chan, Bulldog Drummond y Sherlock Holmes, y dentro del fantástico volvió a colaborar en Tarzán el temerario / Tarzán en el desierto misterioso (Tarzan’s Desert Mystery, 1943) y el díptico La zíngara y los monstruos (House of Frankenstein) / La mansión de Drácula (House of Dracula) en 1944, y se retiró con el imaginativo wéstern Piratas de Monterrey (Pirates of Monterey, 1947).
La película semeja uno de los relatos que, por la época, se publicaban en las revistas pulp del género, como Weird Tales, y diversos planos inclusive parecen reproducir portadas de esas revistas. El responsable de todo es Frank R. Strayer (1891-1964), típico empleado de las productoras menores que ejerció su labor entre 1925 y 1951, sin destacar de modo especial, salvo por la presente y por otras tres cintas de horror, The Monster Walks (1932), The Ghost Walks (1933) y, sobre todo, Condenado a muerte (Condemned To Live, 1935), ninguna de las cuales he tenido la suerte de ver. Curiosamente, a principios de los treinta también fue responsable de las versiones en español de diversas películas norteamericanas, cuando se hacían dobles (o triples, o cuádruples) versiones antes de la existencia del doblaje.
Mencionábamos la literatura pulp del momento, y cierto es que el resultado va muy en la onda de esta, desde el punto de vista argumental. En cuestión de iconografía también busca su inspiración en esta literatura (así, la chica atada a la espera que se consuma alguna ignominiosa tortura), al igual que en productos cinematográficos de la época. Los planos de laboratorios llenos de retortas y matraces eran una de las constantes de El doctor X (Dr. X, 1932), ya con la pareja Lionel Atwill-Fay Wray, que aquí repiten, y esas mismas imágenes también están presentes en esta cinta.
Es curioso cómo Strayer además busca emular una planificación casi vanguardista como la habida en títulos como The Bat Whispers [tv: El Murciélago susurra, 1930], de Roland West, o Svengali (Svengali, 1931), de Archie L. Mayo, con la cámara convertida en un personaje más y capaz de movimientos de lo más complicados, décadas antes de la steady-cam y los planos trucados por ordenador. Otras escenas, como la persecución a la que es sometido Dwight Frye, recuerdan mucho a El doctor Frankenstein (Frankenstein, 1932) de James Whale, entre las referencias más claras de las cuales la presente es deudora. O también el plano en el que Wray se acerca a cuatro patas a la mujer desmayada, que remite a una de las situaciones más célebres de Drácula (Dracula, 1931) de Tod Browning.
La película añade, moda del momento, elementos humorísticos, en especial por medio de la irritante tía de la protagonista, y destaca sobre todo una trama que toca motivos de lo más dispares, como vampirismo, inmortalidad, científicos locos[1], control telepático y torturas varias, conjuntándolos en una historia coherente (dentro de las lógicas libertades) y casi cautivante, si bien peca de un exceso de diálogo para un desarrollo final algo precipitado, elemento habitual, por otra parte, de las pequeñas producciones carentes del suficiente presupuesto. En todo caso, el resultado es una rareza extraña y sugestiva que merece que se le preste atención.
Anecdotario
- Títulos de reposición: Blood Sucker / Forced to Sin.
- Título en Argentina: La vuelta del vampiro. Título en México: El vampiro acecha.
- El título español del estreno es ese, Sombras trágicas, ¿vampiros?, todo seguido, y no son dos títulos paralelos, como aparece en algunas fuentes.
- Distribuida por la pequeña compañía Majestic, el rodaje tuvo lugar, en noviembre de 1932, en los estudios de la Universal, en el set que reproduce una pequeña aldea europea, y durante la noche. El interior de la casa de Atwill es la de El caserón de las sombras. La escena donde persiguen a Herman se filmó en las famosas Bronson Caves, en Bronson Canyon, Los Ángeles, California.
- Los aullidos de lobos que se oyen están efectuados por personas.
- Al menos una copia original tenía las antorchas de la secuencia del cañón Bronson coloreadas a mano por Gustav Brock. Posteriormente, la película permaneció completamente en blanco y negro hasta 2017, cuando la UCLA restauró digitalmente el color en su nuevo negativo de conservación.
- El doblaje televisivo en España añadió música donde había silencios y también una narración.
- Existen copias reducidas a 55 minutos.
- Fue restaurada en 2005.
- Dado el éxito conseguido por la pareja Atwill/Wray con El doctor X (estrenada el 27 de agosto de 1932) —en esos momentos, Los crímenes del museo, con ellos dos de nuevo de protagonista, estaba terminándose—, y la promoción que se hacía de ellos, rápidamente la Majestic contrató a ambos para este film y así acompañar la campaña publicitaria de los previos. Esta pudo estrenarse solo un mes antes de Los crímenes… (que se estrenó el 17 de febrero de 1933).
- Estrenada en Estados Unidos el 21 de enero de 1933, y en España el 23 de marzo de 1936, en Bilbao.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: ***
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] El doctor von Niemann efectúa misteriosas experimentaciones, que usan la sangre humana para, de algún modo, conseguir la inmortalidad, alimentando «algo» que tiene depositado en una urna con líquido, y que semeja una esponja palpitante.