En el pueblo de Kingston Falls es Navidad. El padre de Billy, un muchacho que trabaja en un banco, desea regalarle algo especial, y paseando por Chinatown encuentra un misterioso animal, un mogwai, y cree que es lo adecuado. El niño que se lo vende, a espaldas de su abuelo, le advierte sobre tres cosas: no le debe dar la luz, no debe mojarse, y no debe comer después de medianoche.
Dirección: Joe Dante. Producción: Warner Bros., Amblin Entertainment. Productor: Michael Finnell. Productores delegados: Kathleen Kennedy, Frank Marshall, Steven Spielberg. Guion: Chris Columbus. Fotografía: John Hora. Música: Jerry Goldsmith. Montaje: Tina Hirsch. Diseño de producción: James H. Spencer. FX: Chris Walas (creador de los gremlins), R. A. MacDonald (supervisor de efectos especiales), Rocco Gioffre (pinturas matte), Peter Kuran (animador de efectos visuales), Fantasy II Film Effects (stop motion). Intérpretes: Zach Galligan (Billy Peltzer), Phoebe Cates (Kate Beringer), Hoyt Axton (Randall ‘Rand’ Peltzer), Polly Holliday (Ruby Deagle), Frances Lee McCain (Lynn Peltzer), Judge Reinhold (Gerald Hopkins), Dick Miller (Murray Futterman), Glynn Turman (Roy Hanson), Keye Luke (Mr. Wing), Scott Brady (sheriff Frank Reilly), Corey Feldman (Pete Fountaine), Jonathan Banks (ayudante Brent Frye), Edward Andrews (Roland Corben), Jackie Joseph (Sheila Futterman), Belinda Balaski (Mrs. Harris), Harry Carey Jr. (Mr. Anderson), Nicky Katt (colegial), Tracy Wells (colegial), John Louie (nieto de Mr. Wing), Kenny Davis (Dorry), John C. Becher (doctor Molinar)… Nacionalidad y año: Estados Unidos 1984. Duración y datos técnicos: 106 min. – color – 1.85:1 (copias en 35 mm) / 2.20:1 (copias en 70 mm) – 35 mm / 70 mm (inflado).

Durante la Segunda Guerra Mundial se produjeron algunos fallos en los aviones de la RAF británica, y los pilotos comenzaron a achacarlos, medio en serio medio en broma, a los gremlins, hipotéticas criaturas, al estilo de los duendes de las tradiciones populares, que manipularían los aparatos. Aunque, en realidad, el término surgió por primera vez en la jerga de la Royal Air Force entre los pilotos británicos destinados en Malta, Oriente Medio y la India en la década de 1920, y la primera referencia impresa aparece en un poema publicado en la revista Aeroplane en Malta el 10 de abril de 1929.

Publicidad usando a los gremlins
El folklorista John W. Hazen contempló la posibilidad de que el término «gremlin» derivara de una palabra del inglés antiguo, gremian, es decir, «molestar». Por su parte, Carol Rose, en su libro Spirits, Fairies, Leprechauns, and Goblins: An Encyclopedia (1998), lo consideraría un acrónimo formado a partir del nombre Grimm —por los hermanos autores de cuentos de hadas—, y la cerveza Fremlin, popular a inicios del siglo XX entre los aviadores británicos. Paul Quinion, por su parte, ve plausible que el término sea una mezcla entre la palabra «goblin» y, nuevamente, Fremlin.

Una de las primeras referencias a los gremlins, si no la primera, procede de la novela The ATA: Women with Wings (1938), de la aviadora Pauline Gower, quien define en ella a Escocia como un «territorio gremlin», «una región mística y escarpada donde gremlins armados con tijeras cortaban los cables de los biplanos cuando los pilotos desprevenidos se acercaban». Fue, sin embargo, Roald Dahl quien popularizó el término, cuando, mientras servía en la RAF, escribió una novela infantil titulada The Gremlins (1943). Hubo un proyecto de película a producir por Disney, combinando animación e imagen real, pero se frustró, así como una posterior tentativa en formato de cortometraje animado. Existe, eso sí, un corto de animación, Falling Hare (1943), de Bob Clampett, con Bugs Bunny, además de algunas apariciones más en el mismo formato, hasta que al fin llegó la película producida por Spielberg.

Falling Hare (1943)
La idea procedía de Chris Columbus, el guionista, cuando una noche, en su piso, oyó lo que parecía un pelotón de ratones brotar por algún lugar y los escuchó corretear en la oscuridad, lo que le resultó realmente espeluznante. A partir de ahí escribió un guion especulativo, que llegó a manos de Spielberg junto a otro que desarrolló por esas mismas fechas y que terminaría derivando en Los Goonies (The Goonies, 1985).

Spielberg optó por producir el filme y, como director, pensó inicialmente en Tim Burton tras ver su corto Frankenweenie (Frankenweenie, 1984), pero, dudando acerca de cómo se desenvolvería en el formato largo, decidió finalmente optar por Joe Dante. Se contrató a Chris Walas, el mítico maquillador de efectos especiales, para diseñar a los gremlins, y este se inspiró en un tarsero o tarsio —una familia de primates haplorrinos, que habitan en las junglas del sudeste de Asia—, de grandes ojos y pequeño cuerpo, dándole proporciones de cartoon. Tras algunas indicaciones del productor Mike Finnell y del propio Dante, introdujo ciertos cambios, añadiendo ciertas características de cachorro cocker spaniel. De ahí derivaría hasta el resultado final.

Una cosa está clara: los gremlins de esta película nada tienen que ver con los de las leyendas de los aviadores. Podría decirse que son una suerte de criaturas procedentes de una mitología china ficticia, totalmente inventada para el filme. Cuando el señor Futterman se pone a mascullar sobre los gremlins, Billy lo escucha y aplica automáticamente ese nombre a las criaturas. Además, presentan una biología bastante curiosa: originalmente, son otros bichos, lo que el señor Wing denomina «mogwai»; solo después de comer pasada la medianoche (¿respetando los husos horarios?) sufren una mutación, se encierran en una crisálida y de ahí brotan los gremlins. Tanto unos como otros se reproducen al mojarse, por medio de una especie de ampollas que emergen y se escinden, dando origen a otros seres iguales, de un modo comparable a la bipartición celular.

La idea original era estrenar la película en época navideña, pues de hecho se trata de un filme de esas características, en cierta medida en la estela de ¡Qué bello es vivir! (It’s a Wonderful Life, Frank Capra, 1946). Las alusiones al cine de Capra son variadas, amén de verse imágenes de esa cinta en un momento determinado en un televisor. Kingston Falls es muy similar a Bedford Falls, el pueblo donde habita George Bailey: un lugar idílico donde (casi) todo el mundo se conoce y es amable. Cuando se desata el caos, la localidad se convierte en una pesadilla, del mismo modo que Bedford Falls se convierte en Pottersville en la realidad alternativa vivida por Bailey.

El padre de Billy, Rand Peltzer, es un inventor ingenuo e idealista. En la obra de Capra encontramos personajes similares: en Vive como quieras (You Can’t Take It with You, 1938) aparece una suerte de inventor, y en la propia ¡Qué bello es vivir! destaca el tío del protagonista, también ingenuo e idealista, interpretado por Thomas Mitchell, que responde al nombre de Billy, igual que nuestro héroe. Existe asimismo un personaje negativo, una bruja capitalista, Ruby Deagle, muy similar a otros millonarios del cine de Capra, como el señor Potter de ¡Qué bello es vivir! Además, en su casa la mujer tiene dos fotografías de Edward Arnold, actor habitual en el cine de Capra, quien interpretó a financieros sin escrúpulos en Vive como quieras —aunque ahí se redime—, Caballero sin espada (Mr. Smith Goes to Washington, 1939) —donde encarna a un político corrupto— y Juan Nadie (Meet John Doe, 1941) —en la que da vida al célebre magnate D. B. Norton—. ¿Será que ella es pariente de alguno de ellos?

En este contexto se sitúa, por ende, una historia protagonizada por Billy, un joven ambicioso pero algo idealista que trabaja en un banco —símbolo de la ambición y el progreso en determinadas mentes, como la de su compañero Gerald Hopkins, también bastante desagradable—, aunque sueña con convertirse en un dibujante de cómics, profesión ligada con la imaginación. Su padre le regala una mascota, aunque podría considerarse que el chico ya es demasiado mayor para ello, y además ya tiene una, un adorable perro llamado Barney. Pero, al fin y al cabo, tanto padre como hijo comparten una cierta ingenuidad.

Billy mantiene una relación poco definida con una compañera de trabajo, Kate, a quien también ronda Gerald. Ella ignora a este, pero muestra interés por Billy. Aparecen asimismo otros personajes secundarios entrañables: un niño interpretado por un jovencísimo Corey Feldman (aunque ya contaba con una amplísima carrera), el vecino señor Futterman, gruñón y racista (interpretado por el cordial Dick Miller, habitual en la filmografía de Dante), u otros como el señor Anderson o el sheriff Frank, encarnados respectivamente por antiguas estrellas del wéstern como Harry Carey Jr. y Scott Brady.

El entorno idílico de una fechas entrañables para muchos (salvo para Kate) se verá perturbado con la aparición del adorable Gizmo, del que brotará, como un quiste corrupto y ponzoñoso, una legión de gremlins que no solo son gamberros, sino también peligrosos. Dante ya se había caracterizado por unir humor y terror en sus películas, como en la notable Aullidos (The Howling, 1981), y aquí aplica esa dinámica con habilidad, introduciendo y alternando ambos tonos con una facilidad encomiable, la cual no se percibe en otros realizadores.

Hay infinidad de momentos míticos a lo largo de la película, como muchos de los ataques de los gremlins, algunos planos de estos emulando cintas clásicas, o la escena en la que todos se reúnen en el cine para ver con entusiasmo Blancanieves y los siete enanitos, mientras el resto de personajes mantiene la televisión encendida sin prestar atención, ni siquiera cuando se emiten auténticas obras maestras del cine. Dante aporta ligereza y diversión a una película que precisamente eso y que cuenta con un guion sólido de Chris Columbus, el cual incluso destila cierta inquina, un rasgo luego poco habitual en un guionista y director caracterizado por su blandura. Gremlins, en definitiva, ha pasado a ser una entrañable película navideña que da gusto ver una y otra vez.

Anecdotario
- En 1985, la Academy of Science Fiction, Fantasy & Horror Films, le concedió sendos premios Saturn en la categoría de mejor película de terror, mejor director, mejor actriz secundaria (P. Holliday), mejor música y mejores efectos especiales, y tuvo candidaturas también a mejor actor secundario (D. Miller), joven actor (C. Feldman), guion y maquillaje.
- El rodaje tuvo lugar entre el 27 de abril y el 3 de agosto de 1983, en los decorados de los Universal Studios, en Universal City, California, y en los de Warner Brothers Burbank Studios, en Burbank, California. El set de la ciudad es el mismo que se utilizó para Regreso al futuro (Back to the Future, Robert Zemeckis, 1985).
- Presupuesto estimado: once millones de dólares. Recaudación mundial: 165 443 595 dólares.
- En cantonés, «mogwai» significa «diablo» o demonio».
- Uno de los motivos de la regla de que los gremlins no soportaban la luz era por cuestiones técnicas, para disimular con las sombras.
- La anécdota que cuenta Kate sobre su padre intentó ser eliminada por parte de algunos ejecutivos de los estudios. Dante insistió en conservarla; a Spielberg no le gustaba, pero respetó la libertad creativa del director.
- En el guion original, Gizmo y Mechón eran el mismo personaje, pero Spielberg dijo que debía haber un gremlin bueno.

- En un principio se intentó que los gremlins fueran monos caracterizados, pero cuando se probó con uno, al ponerle la máscara salió disparado, aterrorizado, cagándose por todas partes. Luego se propuso usar stop motion (se emplea en un plano) y al fin optaron muñecos animatrónicos.
- El guion original era mucho más oscuro. Los gremlins mataban al perro y cortaban la cabeza a la madre, arrojándola por las escaleras.
- Cada animatrónico de los gremlins costaba entre treinta mil y cuarenta mil dólares.
- Corey Feldman fue añadido cuando su personaje se eliminó de E.T. El extraterrestre (1982), donde estaba previsto que apareciera.
- El adorable Barney es interpretado por el perro Mushroom, es decir, Champiñón. También salió en Pacto de sangre (Pumpkinhead, Stan Winston, 1988) y en un telefilm llamado Un día de perros (Save the Dog!, Paul Aaron, 1988).
- La película cuenta con varios cameos de miembros del equipo o invitados. Steven Spielberg aparece como un hombre montado en un vehículo extraño; Jim McKrell interpreta a Lew Landers, el reportero del final —Lew Landers era un director de serie B de los años 40—; el compositor Jerry Goldsmith interpreta a un hombre en una cabina telefónica; Kenneth Tobey interpreta a un empleado de gasolinera que fuma; y William Schallert interpreta al padre Bartlett. El animador Chuck Jones interpreta al Sr. Jones, el mentor de Billy; más tarde crearía los segmentos centrados en Looney Tunes para la secuela, Gremlins 2: The New Batch (1990).
- En los planos de la convención también hay un cameo de Robby el Robot, y al fondo se divisa la máquina del tiempo de El tiempo en sus manos.
- Howard Mandel pone voz a Gizmo, reemplazado por Ilene Keys cuando canta. Y a Mechón lo dobla Frank Welker, mítico doblador de dibujos animados, quien era, por ejemplo, la voz de Pedro Picapiedra.
- Las películas que se ven a lo largo del metraje, aparte, obviamente, de Blancanieves y los siete enanitos (Snow White and the Seven Dwarfs, David Hand, 1937), son, entre otros, ¡Qué bello es vivir! (It’s a Wonderful Life, Frank Capra, 1946), Indianápolis (To Please a Lady, Clarence Brown, 1950) y La invasión de los ladrones de cuerpos (Invasion of the Body Snatchers, Don Siegel, 1956).
- En los créditos finales, justo cuando acaban, se puede oír a un montón de gremlins riéndose perversamente.

- Existen versiones suavizadas, eliminado muertes de los gremlins. También hay una versión, cuando fue exhibida por la cadena NBC, con una escena adicional. La edición especial en DVD incluye como extras un montón de escenas descartadas.
- Los rumores de una tercera entrega han sido insistentes durante mucho tiempo, a tal punto que Joe Dante, en los actos públicos, para las entrevistas tenía prohibido que le preguntaran al respecto.
- Secuelas:
Gremlins 2: La nueva generación (Gremlins 2: The New Batch, J. Dante, 1990).
Gremlins 3 (Chris Columbus, 2027) [en producción].
- Estrenada en Estados Unidos el 8 de junio de 1984, y en España el 28 de agosto de 1984, en Madrid el lunes 3 de septiembre en los cines Cartago, Cid Campeador, Novedades y Palacio de la Música sala 1.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: ***
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
