Una nave marciana orbita alrededor de la Tierra y destruye las distintas pruebas de cohetes enviados al espacio, creyendo que son misiles. La NASA, sin embargo, no ceja en su empeño y decide lanzar una misión tripulada a Marte. El hombre a cargo del vuelo será el coronel Frank Saunders, que en realidad está confeccionado de piezas de personas muertas, piel sintética y tiene unos controles electrónicos insertos en el cerebro.

Dirección: Robert Gaffney. Producción: Futurama Entertainment Corp., Vernon-Seneca Films. Productor: Robert McCarty. Productor delegado: Alan V. Iselin. Productor asociado: Stanley P. Darer. Guion: argumento de George Garrett [y, sin acreditar, R.H.W. Dillard y John Rodenbeck. Fotografía: Saul Midwall. Música: Ross-Gaffney Inc. (música de stock). Montaje: Lawrence C. Keating. FX: John Alese (maquillaje de los monstruos). Intérpretes: Marilyn Hanold (princesa Marcuzan), James Karen (Dr. Adam Steele), Lou Cutell (Dr. Nadir), Nancy Marshall (Karen Grant), David Kerman (general Bowers), Robert Reilly (coronel Frank Saunders / Frankenstein), Robert Alan Browne (marciano), Robert Fields (reportero), Bruce Glover (marciano / el monstruo), Susan Stephens (bañista rubia)… Nacionalidad y año: Estados Unidos 1965. Duración y datos técnicos: 77 min. – B/N – 1.85:1 – 35 mm.

Frankenstein Meets the Spacemonster[1] (1965) es la clásica película que, por supuesto, no puede ser tomada en serio en ningún momento. De hecho, en su origen el film debía ser una parodia, pero al final los productores decidieron hacerla en serio. Cabe subrayar que, entre los elementos descartados, Frankenstein tenía implantadas las piernas de una bailarina, y en un momento determinado hacía uso de ellas danzando. Por otro lado, ni siquiera es una cinta de Frankenstein en el sentido estricto: la criatura no es la creada por Mary Shelley y que aparecía en las cintas de la Universal y la Hammer. En realidad, se trata de un nuevo ser creado por el doctor Adam Steele, uniendo piezas de cadáveres, cubriéndolo con una piel sintética y añadiéndole al cerebro unos controles electrónicos para dirigirlo a distancia. En cuanto a su aspecto, tiene el de un veinteañero de un grupo de rock; sin embargo, en un momento determinado uno de los marcianos le dispara, de resultas de lo cual la mitad del rostro se le quema, apreciándose horribles cicatrices, un ojo a la virulé y partes de los componentes electrónicos.

Los marcianos del film (que en ningún momento se identifican como tales, pero queda evidente) han padecido en su planeta una guerra nuclear. Sus opositores han perecido todos, pero ellos han sufrido tales bajas que no queda ninguna hembra en el planeta; eso lo refiere, precisamente, una hembra, la princesa Marcuzan (tampoco se le da tal nombre en el film, pero es citada así en las fuentes). La intención, pues, es secuestrar hembras terráqueas e inseminarlas para repoblar el planeta. El método consiste en cubrirlas con una cortinita y exponerla a unos rayos que las dejarán preñadas, en teoría.

Siguiendo con los marcianos, la princesa es una mujer hermosa, que viste una especie de vestido de aspecto antiguo, como sacado de un péplum, y un tocado le tapa el pelo. Tiene un acólito, el doctor Nadir, que es una especie de Peter Lorre de tercera, calvo y con las orejas puntiagudas. El resto de la tripulación lleva cascos espaciales en casi todo momento, y cuando alguno se lo quita desvela también tener el mismo aspecto que el doctor. Quizás la princesa también sea calva…

Gran parte de la película se rellena con imágenes de archivo, dentro de su escaso metraje de hora y cuarto. Se calcula que cerca del 65 % de la misma está compuesta por esas tomas, pero tal vez sería un poco exagerado. En todo caso, se trata de mucho metraje, resuelto sobre todo con planos procedentes de la NASA y del ejército de los Estados Unidos, aunque también tenemos algunas imágenes de una centralita de teléfono, por ejemplo. La propia nave extraterrestre, cuando vuela, son planos de un vuelo espacial terrestre, y cuando está aterrizada es el típico platillo volante. Se aportan de igual modo dos videoclips con canciones, una mientras se prepara el vuelo al espacio del monstruo, con imágenes de archivo, y otra mientras la pareja de la película, el doctor Steele y su ayudante Karen Grant, pasean por Puerto Rico montados en una Vespa, como si fueran Gregory Peck y Audrey Hepburn en Vacaciones en Roma (Roman Holiday, William Wyler, 1953). Ella, por cierto, parece sentir cierto tilín por el monstruo, aunque al final se marcha tan ricamente con el doctor.

Los actores, por descontado, son pésimos. Los peores tal vez sean los que tienen el cometido más importante, la princesa (Marilyn Hanold, en su papel más importante de una carrera compuesta por once cintas) y el científico marciano (Lou Cutell, quien debutaba con la presente en el cine). El director es Robert Gaffney (1931-2009), en la que es su única película en esa labor, habiendo trabajado también como productor y a cargo de la cámara igualmente en muy pocas cintas; en ese sentido, su tarea más destacada es haber colaborado con Stanley Kubrick en Lolita (Lolita, 1962), haciendo la fotografía de la segunda unidad, y en 2001: Una odisea del espacio (2001: A Space Odyssey, 1968), donde se ocupa de las imágenes rodadas en Monument Valley.

El film, por supuesto, es un despropósito sin sentido, y su único aliciente es verla como una producción psicotrónica con un grupo de amigos para reírse a gusto. Dentro de ese aspecto, cabe reseñar las bellezas en biquini secuestradas por los alienígenas, que se dirigen a su destino sin la menor preocupación; o lo mejor, el monstruo peludo contra el que finalmente se enfrentará Frankenstein, el spacemonster del título, y que es toda una belleza.

 

Anécdotas

  • Título de rodaje: Operation Frankenstein.
  • Títulos alternativos: Frankenstein Meets the Space Men / Mars Attacks Puerto Rico / Mars Invades Puerto Rico / Operation San Juan.
  • Título en Puerto Rico: Marte invade a Puerto Rico. Título en Uruguay: Frankenstein contra el monstruo del espacio.
  • Título en el Reino Unido: Duel of the Space Monsters.
  • Rodada con un presupuesto estimado de sesenta mil dólares.
  • La película ocupa el séptimo lugar en la lista de las cincuenta peores películas jamás producidas en el documental de DVD The 50 Worst Movies Ever Made (Brandon Christopher, 2004).
  • Las pistolas de los marcianos son blásteres de aire Wham-o modificados, un juguete popular en los años sesenta.
  • Marilyn Hanold fue playmate de la revista Playboy en junio de 1959.
  • En su estreno fue promocionada regalando a los críos una “visera de escudo espacial” para impedir ser teletransportados al espacio por los haces de cobalto de la pantalla.
  • Estrenada en Estados Unidos el 22 de septiembre de 1965, en programa doble con la británica Curse of the Voodoo (Lindsay Shonteff, 1965) (a la que recortaron metraje).

 

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: *

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

 

[1] Así es consignado el título en los créditos. En la publicidad también apareció como Frankenstein Meets the Space Monster.